SAN JUAN BAUTISTA NIÑO JUNTO A SAN JOSÉ EN LA PINTURA DE JUAN ANTONIO CERONIO

24/06/2021


 

 

El tema de San José con el Niño, como hemos visto recientemente en el especial dedicado al santo, era corriente en los cenobios de nuestro Siglo de Oro, especialmente en el entorno carmelita.

Debido entre otras razones a la fuerte devoción que inspiró en Santa Teresa de Jesús, y que impregnó la espiritualidad de los carmelitas descalzos, San José se convirtió en uno de los temas religiosos más repetidos. Unas veces de pie, caminando, sujetando de la mano al Niño Jesús; otras junto a éste y la Virgen María, la Santísima Trinidad en la Tierra, imagen de enorme popularidad por entonces; otros artistas se dedicaron a representar el Sueño de José o la Huida a Egipto; y, finalmente, una última versión presenta a San José sentado, portando en sus rodillas o en el regazo a su divino hijo.

El desarrollo de la imagen de San José tendrá su punto de partida en la iconografía mariana. De hecho, el empleo de analogías entre María y José es un instrumento perfectamente válido y doctrinalmente "seguro" a la hora de elaborar una "teología" josefina, como ocurrió durante los primeros pasos de su andadura.

Así por ejemplo, los ciclos de la vida de San José suelen ser un calco de aquellos protagonizados por la Virgen, con los que artista y espectador están familiarizados. Precisamente esta "marianización" se observa muy bien en imágenes como ésta en la que el santo aparece con el Niño en brazos, cuyo referente más claro es el prototipo bizantino de la "Theotokos" y en concreto el tipo conocido como "Eleusa" o "Virgen de la ternura".

En la pintura que nos ocupa, obra del pintor Juan Antonio Ceronio, la composición se divide en dos planos: un espacio arquitectónico a contraluz, abierto a un paisaje iluminado parcialmente por las últimas luces del crepúsculo o las primeras del amanecer; a la izquierda, en el vano abierto, podemos ver a un angelote que avanza hacia el primer plano abrazando un corderito, atributo propio de San Juan Bautista.

El Bautista, representado niño (simulacro que se conoce como San Juan Bautista Niño o San Juanito), se encuentra en el primer plano, representado como un niño vestido con pieles y manto encarnado que adora arrodillado al pequeño Jesús, quien, a su vez, está sentado entre las piernas de San José, que levanta la sábana que arropa a su hijo para descubrirlo al genuflexo San Juan infantil.

Parece evidente que se trata de una prefiguración del tema del Bautismo de Cristo, cuando éste es plenamente identificado por San Juan Bautista como la encarnación del Mesías. Sobre los personajes principales dos angelotes sobrevuelan la escena portando la vara con las azucenas que han brotado, atributo de San José, y una corona de las mismas flores, para coronar al santo. El carácter simbólico de la representación nos permite suponer que fue un encargo muy concreto de algún religioso o religiosa, y quizás para el convento en el que se conserva: el Monasterio Cisterciense del Santísimo Sacramento de Boadilla del Monte (Madrid).

La obra que nos ocupa es un óleo sobre lienzo de gran formato (224 x 162 cm). Se trata de un original firmado por Juan Antonio Ceronio, completamente inédito y la segunda obra conocida de este artista descrito por Lázaro Díaz del Valle. La primera fue "Imposición de la casulla a San Ildefonso". Ambas figuraron en la exposición Clausuras. Tesoros artísticos en los conventos y monasterios madrileños, celebrada en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando (Madrid) entre enero y marzo de 2007.

Una de las aportaciones más novedosas de dicha exposición fue la identificación del estilo de su autor: Juan Antonio Ceronio, Ceroni o Cerón. Desde 1926, a partir de la exposición "El Antiguo Madrid", se dio a conocer esta obra que se pensó estaba firmada por un desconocido Juan Antonio Cernio. En la ficha del catálogo se aventuraba que tuviera algo que ver con dos personajes: Juan Antonio Ceroni, escultor en la Corte durante el primer tercio del siglo XVII o un tal Antonio Cerón, que dirigía el taller de tapices de Santa Isabel y que en 1656 vivía en una casa ubicada en la calle del mismo nombre. Posteriormente, Angulo y Pérez Sánchez identificaban al pintor con el que había firmado en 1657 una tasación de pinturas devocionales, que quedaron a la muerte de una desconocida María Rodríguez, documento publicado previamente por Mercedes Agulló.

En fechas recientes se han añadido nuevos datos sobre Ceronio, pintor activo en Madrid en los años 50 el siglo XVII. En 1653 recurrió a la justicia para que embargaran unas pinturas a un pintor hoy desconocido, un tal Antonio Grojano, quien, a su vez, las había recibido de un oficial del taller de Ceronio, Ginés de Cáceres, que se había fugado y que tenía cuentas pendientes con su maestro. Por otra parte, en 1634, aparece un tal Juan Antonio Cerón entre los firmantes del documento por el que una serie de artistas se comprometían a sacar en procesión la imagen de la Virgen de los Siete Dolores.

El padre de Ceronio fue el escultor italiano Juan Antonio Ceroni, quien trabajó a partir de 1610 en el bajorrelieve central de la fachada del convento salmantino de San Esteban, para más tarde aparecer como autor de los ángeles en bronce que sostienen los candelabros del Panteón Real del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, una obra dirigida por Juan Bautista Crescenzi en la década de 1630. Nuestro pintor debió trabajar, a juzgar por los documentos, años después, entre 1653 y 1657.

La vinculación de Ceronio con el taller de tapices de Santa Isabel no está claramente establecida aunque, desde luego, no sería descartable y es algo que explicaría una corta producción pictórica. 

Con respecto al estilo de Juan Antonio Ceronio, tiene un evidente parecido con obras de Francisco Camilo, pintor que también tenía un progenitor de origen italiano. Hasta la fecha desconocemos la relación que pudiera haber existido entre ellos. Existen contactos formales en el tipo de ángeles y niños que pintan ambos: cara redonda, y nariz y boca menudas. También, como ya se ha afirmado en otras ocasiones existen rasgos estilísticos semejantes con otro maestro coetáneo suyo, Antonio de Pereda.

 

 

FUENTES

QUESADA VARELA, José María. "Imposición de la casulla a San Ildefonso" y "San José con el Niño", en Clausuras. Tesoros artísticos en los conventos y monasterios madrileños (catálogo de exposición), Servicio de Publicaciones del Área de promoción y difusión del Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid, 2007, pp. 175, 177, 207 y 209.

DE ARRIBA CANTERO, Sandra. "San José", en Revista digital de iconografía medieval, vol. V, nº 10, Servicio de Publicaciones de la Universidad Complutense de Madrid, 2013, p. 69.

 

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