Con motivo del Bicentenario de la Proclamación de la Constitución de 1812 y el nombramiento de Cádiz como Capital Iberoamericana de la Cultura en 2012, se realiza este especial en el que haremos un repaso por el valioso patrimonio de la ciudad andaluza. Los mejores historiadores e investigadores sobre la ciudad, junto con nuestras modestas aportaciones, darán forma a un reportaje dividido en 20 entregas que podrán consultar también en la sección Atajos del portal, donde quedará definitivamente inserto una vez concluido.

Se inauguró el Museo de las Cortes de Cádiz, inmediato al Oratorio de San Felipe Neri, coincidiendo con la celebración del primer centenario de las Cortes de Cádiz, en 1912. El edificio fue diseñado por Juan Cabrera Latorre, quien concibió una fachada de inspiración neoclásica, centrada por una balconada con columnas jónicas adosadas de orden gigante. En el interior se utilizan elementos de la arquitectura del hierro, destacando la escalera, de tipo imperial, que sirve de unión entre las dos salas principales.

En su interior destaca la Sala de la Maqueta, llamada así por el plano en relieve de la ciudad expuesto (imagen superior), realizado en caoba y marfil por Alfonso Jiménez en el año 1777. Su realización responde al deseo del monarca Carlos III de poseer maquetas de las principales ciudades y plazas fuertes de su reino, proyecto que no llegó a realizarse. Resulta un documento de sumo interés para la ciudad, pues en ella se pueden apreciar los cambios acaecidos desde la fecha de su construcción hasta nuestros días. Se trata de un extraordinario trabajo, compuesto por más de 300 piezas, que ha sido restaurado en el año 2011. Tanto por la precisión de su representación a escala, como por lo delicado del trabajo de ebanistería, se puede considerar la maqueta una obra magistral en su género.

Otras dependencias son la Sala de Trafalgar, dedicada a objetos relacionados con los personajes de la época y la batalla del mismo nombre; la Sala de las Cortes, en la que destacan los lienzos de Federico Godoy; la Planta Baja, con planos de Cádiz del siglo XVIII y un mascarón de finales del siglo XVII, entre otros valiosos fondos, y la Sala Alta, en la que sobresale un relieve conmemorativo del centenario de la Constitución de 1812, obra de Mariano Benlliure; un vaciado de las manos de José María Pemán, obra de Juan Luis Vassallo, y un retrato de Segismundo Moret pintado por Federico de Madrazo.

Respecto al Museo de Cádiz, en 1837 se encarga al arquitecto Juan Daura el trazado urbanístico de una nueva plaza pública (Plaza de Mina) en terrenos de la huerta del Convento de Franciscanos, afectado por la Desamortización de Mendizábal, y sobre una parte del Convento proyecta y construye el edificio para el nuevo uso destinado en esa época a la academia gaditana. Se trata de un inmueble alargado de dos cuerpos en todo un lateral de la plaza, de estilo tardoneoclásico. Al ser desde 1970 el Museo de Cádiz la institución que va a integrar los dos museos provinciales (el Museo Provincial de Bellas Artes de Cádiz, fundado en 1852, y el Museo Arqueológico Provincial de Cádiz, fundado en 1887), se comienza a partir de 1980 la reforma y remodelación completa del Museo, realizando el proyecto el arquitecto Javier Feduchi Benlliure. El pasado año 2011 tuvo lugar una ampliación con la incorporación de la Casa Pinillos, inmueble construido hacia 1700 en la trasera del convento franciscano, reformado a mediados del XIX.

En la Sección de Arqueología tienen especial importancia el sarcófago masculino que da origen a la creación del Museo Arqueológico y las piezas musulmanas de los siglos XI y XII. La Sección de Etnografía conserva numerosos objetos representativos de los oficios artesanos de la provincia de Cádiz. Por su parte, la Sección de Arte Contemporáneo alberga obras de prestigiosos artistas como Joan Miró, Rafael Alberti, Guillermo Pérez Villalta o Chema Cobo.

En la Sección de Bellas Artes es importante destacar la colección de obras de Zurbarán, procedentes en su mayoría de la Cartuja de Jerez de la Frontera, y el retablo de Murillo (imagen inferior) del antiguo Convento de Capuchinos de Cádiz, así como obras de Pedro Pablo Rubens, José de Ribera, Alejo Fernández, Pedro de Campaña, Luis de Morales (ver enlace), Alonso Cano, Luca Giordano y un largo etcétera. Por último, una colección digna de reseñar, también objeto de restauración, es la de los Títeres de la Tía Norica, adquirida por el Estado en el año 1978 para su depósito y exposición en el Museo.