CÁDIZ, CIUDAD CONSTITUCIONAL (1812-2012)

BALNEARIO DE LA PALMA

 

Con motivo del Bicentenario de la Proclamación de la Constitución de 1812 y el nombramiento de Cádiz como Capital Iberoamericana de la Cultura en 2012, se realiza este especial en el que haremos un repaso por el valioso patrimonio de la ciudad andaluza. Los mejores historiadores e investigadores sobre la ciudad, junto con nuestras modestas aportaciones, darán forma a un reportaje dividido en 20 entregas que podrán consultar también en la sección Atajos del portal, donde quedará definitivamente inserto una vez concluido.

 

 

La creación de balnearios en las playas gaditanas tiene su origen a principios del XIX, como consecuencia de la llegada de corrientes de influencia inglesa. A lo largo de dicho siglo surgen instalaciones como los Baños del Carmen en la Alameda Apodaca y los del Real en la Caleta.

Los Baños del Real conservaron su configuración hasta que en los años 20 la Diputación Provincial se plantea la construcción de un balneario en este emplazamiento. A tal fin se convocó un concurso público al que se presentaron tres proyectos: uno de Juan Talavera, otro de Juan J. Romero Aranda, y el tercero de Enrique García Cañas, que fue el elegido. Las obras se iniciaron en 1924, siendo el contratista el ingeniero Alberto Levenfield Spencer. Durante el transcurso de las obras el proyecto original fue sometido a diversas modificaciones. Concluida la construcción, se inauguró el balneario el 16 de julio del año 1926, manteniendose su uso ininterrumpido hasta 1939.

Entre 1939 y 1943 fue ocupado por una escuela de flechas navales. Desde 1943 a 1957 recuperó su uso original dependiente de la Diputación Provincial, pero en el último año esta decidió sacarlo a subasta siendo adjudicado a un particular que mantuvo su explotación hasta 1975. Este mismo año se realiza un proyecto para su adecuación a Palacio de Congresos. Desde la paralización de este proyecto el edificio entró en un proceso de degradación continua que llevó al Ayuntamiento de la ciudad a declarar su estado de ruina total en 1987. Recientemente ha sido restaurado, ubicándose el Centro Andaluz de Arqueología Subacuática, dependiente de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

El Balneario de Nuestra Señora de la Palma y del Real ha constituido desde su construcción un importante equipamiento de la ciudad y sobre todo del barrio de la Viña. Asienta con delicadeza sobre la arena sus pilotes -unos pilares de sección cuadrada con ochavos en los ángulos, que permiten el libre tránsito de los usuarios de la playa bajo el edificio-, aplicando una planta semicircular tangente a la muralla de la ciudad, que se respeta totalmente. Sus brazos se abren al paisaje de poniente de la Caleta, al modo de los balnearios ingleses. Es uno de los hitos más importantes del borde del casco antiguo y su imagen está fuertemente arraigada en la ciudad.

 

FUENTES: Con información del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH); JIMÉNEZ MATA Juan y Julio MALO DE MOLINA. Guía de Arquitectura de Cádiz, Cádiz, 1995; ALONSO DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, Juan y Lorenzo. Cádiz: Guía Artística y Monumental, Cádiz, 1995; HERNANDEZ DIAZ, José. Informes y Propuestas sobre Monumentos Andaluces, Sevilla, 1988.

 

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