LA TORRE ARGENTINA DE ROMA

Con información de Antonio Monterroso


 

 

Varios textos romanos antiguos describen el asesinato de Julio César en la Curia del Teatro de Pompeyo de Roma en el año 44 antes de Cristo. Un hecho, fruto del complot de un grupo de senadores para eliminar al general, que desembocaría en la formación del segundo triunvirato y en el estallido final de las guerras civiles.

En 2012, 2.056 años después, un equipo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de España ha descubierto el punto exacto donde fue apuñalado el militar. Una estructura de hormigón de tres metros de ancho por más de dos de alto, colocada por orden de Augusto -hijo adoptivo y sucesor de Julio César- para condenar el asesinato de su padre, ha dado la clave a los científicos.

Este hallazgo confirma que el general fue apuñalado justo en el centro del fondo de la Curia de Pompeyo, mientras presidía, sentado en una silla, la reunión del Senado. Actualmente los restos de este edificio se encuentran ubicados en el área arqueológica de Torre Argentina (llamada en Roma Largo di Torre Argentina), situada en pleno centro histórico de la capital italiana.

En esta zona monumental de Largo Argentina, un área sacra situada en el Campo de Marte, salieron a la luz (a partir del año 1927) los restos de cuatro templos republicanos, no imponentes por su mole, pero venerables por su antigüedad e interesantes por su forma, pues resultan un buen ejemplo de las transformaciones artísticas sufridas en Roma a partir del siglo IV antes de Cristo por la influencia helenística y de la mezcla de los dos lenguajes arquitectónicos itálico y helenístico.

Para el historiador italiano Filippo Coarelli, autor del prestigioso estudio L'Area Sacra di Largo Argentina (1981), dicha tradición ecléctica consistía en que ciertos arquitectos, tomando al orden toscano la disposición de las columnas, la aplicaban a órdenes de edificios corintios y jónicos, colocando, en el lugar donde en el pronaos se avanzan las antas, columnas repartidas dos a dos, alineadas con los muros de la cella. Con ello se obtenía un sistema mixto que procedía de prácticas etruscas y griegas

 

 

Estos cuatro templos votivos, de diferentes plantas y tipologías, se situaban entre la Porticus Minucia Frumentaria y el gran pórtico del Teatro de Pompeyo. El más antiguo (el llamado Templo C, fechado entre finales del siglo IV y principios del siglo III antes de Cristo) era un períptero sine postico sobre podio de tufo con moldura superior de gola recta y decoración de terracota en la techumbre.

Le siguió a poca distancia el Templo A (levantado en torno al año 250 antes de Cristo), un períptero canónico transformado en iglesia en el Medievo (como podemos observar por unos fragmentos de las paredes que constituían los dos ábsides y los restos de pinturas al fresco), y al otro lado el Templo D (inicios del siglo II antes de Cristo), un templo de mayor tamaño que fue totalmente restaurado un siglo más tarde con la nueva planta pseudo períptera popularizada en el siglo I antes de Cristo.

Por último, en el año 101 antes de Cristo, se levantó el llamado Templo B, circular con columnata corintia circular de tufo, basas y capitales de travertino destinada a albergar una estatua colosal (imagen inferior) de la Fortuna del Día Presente (Fortuna Huiusce Diei), actualmente en los Museos Capitolinos. Esta nueva tholos fue levantada sobre un podio y provista de una escalera de acceso axial, motivos ambos inexistentes en el modelo griego primigenio y que también utilizará en la misma época de tránsito entre los siglos II y I antes de Cristo el pequeño templo circular de la Acrópolis de Tívoli.

Todos los templos están orientados hacia el este y fueron descubiertos, como el resto de esta área sagrada, casualmente en los años 20 del siglo pasado, durante unas excavaciones para construir un edificio. No resulta claro a quiénes estaban dedicados, así que se los denomina con las cuatro primeras letras del alfabeto.

En posición lateral con respecto al Templo A se ven unas columnas. Se trata de los restos de un grandioso porticado del siglo I antes de Cristo (Hecatostylon) que las fuentes históricas describen de 100 columnas, el cual se extendía rodeando totalmente el área. Detrás de los templos B y C se observan las ruinas del Teatro de la época de Pompeyo (segunda mitad del siglo I antes de Cristo). Completan el conjunto una torre medieval que se halla en la linde del área. El pequeño pórtico que se halla junto a ella es una reconstrucción del año 1932.

 

 
 

Cabeza de la estatua Fortuna Huiusce Diei

 

El Largo di Torre Argentina toma su nombre de la Torre y de la Casa-Palacio aún hoy existentes en la Vía del Sudario, en los alrededores de la Plaza del Burcardo, así denominada en alusión a Johannes Burckartd, maestro de ceremonias papal en 1500, originario de Argentoratum (actual Estrasburgo). En su centro se halla esta sugestiva zona arqueológica y, sobre el lado occidental, uno de los teatros más importantes de Roma, el llamado Teatro Argentina (mediados del siglo XVIII, con fachada de 1826), lugar de estreno de óperas tan importantes como El Barbero de Sevilla (1816), abucheada en su debut y ovacionada en su segunda representación.

En Torre Argentina los investigadores han comenzado a estudiar los restos del Hecatostylon para conocer qué vías de conexión se pueden establecer entre la arqueología, la historia del arte y el cine en estos espacios de la muerte de Julio César. También se pretende entender mejor ese sentido de clausura y lugar funesto que describen las fuentes clásicas, las cuales aluden a la clausura, años después del asesinato, de la Curia de Pompeyo, un lugar que pasaría a convertirse en una capilla-memoria.

Siempre se supo que Julio César fue asesinado en la Curia de Pompeyo el 15 de marzo del 44 antes de Cristo porque los textos clásicos así nos lo transmiten, pero hasta las investigaciones del CSIC no se había recuperado ningún testimonio material de este hecho tantas veces representado en la pintura historicista y en el cine. Se sabe, además, que el lugar donde Julio César presidió aquella sesión del Senado, y donde cayó apuñalado, se clausuró con la mencionada estructura rectangular, organizada conforme a cuatro muros que delimitan un relleno de hormigón. Lo que no se sabe todavía es si esta clausura supuso también que el edificio dejara de ser completamente accesible.

Tanto la Curia de Pompeyo como el Hecatostylon forman parte de un complejo monumental que alcanza los 54.000 metros cuadrados, construido por Pompeyo Magno, uno de los más grandes militares de la historia de Roma, para conmemorar sus triunfos militares en Oriente hacia el año 55 antes de Cristo. Los restos conservados, en su mayor parte, se remontan al periodo republicano, uno de los más antiguos de Roma.

 

 
 

Reconstrucción y planta

 

FUENTES: MATEOS CRUZ, Pedro. Santuarios, Oppida y Ciudades: Arquitectura Sacra en el Origen y Desarrollo Urbano del Mediterráneo Occidental, Madrid (CSIC), 2009, p. 258; GALLICO, Sonia. Roma y la Ciudad del Vaticano, Roma, 2007, pp. 104-105; PAVILO, F.C. El Color de Roma, p. 60.

 

Fotografía del CSIC y Skopas Minor

 

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