LA RELIGIOSIDAD POPULAR ANTE LAS CATÁSTROFES SÍSMICAS

Texto y fotografías de Manuel Antonio Bernabé Belmonte


 

 

En las últimas semanas se han producido diversos movimientos sísmicos en la comarca alicantina de la Vega Baja del Segura (1). Estos terremotos, cuya magnitud ha oscilado entre 2,8 y 3,4, han reabierto las grietas del temor ante una sacudida de mayor alcance. El más destacado de ellos sucedió el pasado día 5 de Agosto, festividad de San Emigdio patrón protector contra los terremotos. (2) Aspecto éste último, cuanto menos, curioso. 

Según afirman los expertos, los últimos movimientos sísmicos son normales. La zona del Levante peninsular sufre al cabo del año una veintena de terremotos de baja intensidad entre 1,5 y 4 grados en la escala de Richter. Si bien es cierto que los últimos acontecimientos y sobre todo su corta frecuencia en el tiempo han provocado una cierta alarma entre la población, sobre todo cuando la historia ha marcado duramente a algunas poblaciones de esta comarca del sur de la Comunidad Valenciana.

Uno de estos casos es el del municipio alicantino de Almoradí, que en el terremoto del año 1829 (uno de los más fuertes acaecidos en tierras levantinas y cuya magnitud fue de 6,6 grados en la escala de Richter), y según las noticias publicadas ese mismo año por un rotativo llamado Gaceta de Madrid, "apenas ha quedado en este pueblo edificio en pie, y los de la huerta, inhabitables todos, por ruinosos". (3)

De igual forma otros municipios sufrieron muertes y desperfectos en edificios. Esta terrible desgracia sísmica ocurrió de forma concreta el 21 de Marzo de 1829. Empero, desde finales de 1828 y los primeros meses del fatídico año se produjeron cerca de 73 días de sacudidas. (4) 

El obispo de la Diócesis de Orihuela (5), por aquel entonces D. Félix Herrero y Valverde, queda enterado de todo lo acontecido en los territorios afectados de su feligresía y se producen los primeros testimonios de fervor y piedad popular para que remitieran dichas sacudidas y el lógico duelo por los muertos. Comienzan así las rogativas (6) dirigidas a Dios por la intercesión de San Emigdio. Asimismo, el Obispo recibió a sacerdotes que le explicaban la grave situación por la que pasaba la población y dos días después del gran terremoto, el Prelado orcelitano visitó las zonas perjudicadas y tomó decisiones tales como: llevar a Orihuela a personas heridas gravemente para ser curadas en el hospital y recoger a niños huérfanos y encomendarlos a órdenes religiosas y personas de la aristocracia local. E igualmente el Excmo. y Rvdo. D. Félix Herrero escribió al rey para que llevara a cabo aquellas acciones oportunas para paliar el dolor y la necesidad del pueblo. (7)

 

 

Desde ese fatídico día 21 de Marzo de 1829, se irán produciendo en multitud de pueblos y ciudades de la diócesis rogativas a San Emigdio. Almoradí, Catral, Torrevieja son algunos ejemplos documentados.

Así mismo, y debido al auge que este santo tendrá en toda la comarca del Bajo Segura, se imprimirán novenas, grabados, oraciones que junto a las indulgencias otorgadas por los prelados ofrecían a la piedad popular una forma de seguridad y protección ante los terremotos.

De esta forma y hasta nuestros días se siguen sucediendo estas manifestaciones públicas de la fe. Dichas celebraciones, envueltas en cánticos penitenciales y procesiones con la imagen del citado San Emigdio, tienen lugar el día 21 de Marzo, conmemoración de la fatal fecha. Tan sólo las localidades de Almoradí y Catral siguen llevando a cabo tan secular tradición. (8) 

Con tal motivo y ante las recientes y seguidas sacudidas de la tierra, la Parroquia de San Andrés de Almoradí tomó la iniciativa de llevar a cabo una rogativa el pasado día 20 de Agosto ante la alarma social que dichos movimientos sísmicos han causado. La venerada imagen de San Emigdio (9) fue sacada en procesión por las calles de la localidad entre el fervor, el temor y los ruegos de cientos de fieles.

Así mismo, el pueblo de Catral, otra de las localidades en las que se le rinde veneración a San Emigdio y a cuya intercesión le deben el haber salvado sus casas y sus vidas en el año 1829 (10), el 6 de Agosto y tras el movimiento registrado el día 5 de 3,4 grados, celebró una misa en acción de gracias y petición para que dichos temblores cesaran. El altar del santo en dicho municipio fue recibiendo las oraciones y ruegos en forma de velas y flores, cátedra desde la que tan bien se explica la piedad popular.


NOTAS BIBLIOGRÁFICAS Y EXPLICATIVAS

(1) Vega Baja del Segura o Bajo Segura: comarca alicantina cuya capital es Orihuela y en la que se sitúan geográficamente municipios como Torrevieja, Almoradí, Callosa de Segura, Catral...

(2) San Emigdio, nacido en Tréveris (Alemania) fue Obispo de Ascoli (Italia) y sufrió martirio el día 5 de Agosto del 303 o 304 d.C. Convertido del paganismo, y ante la oposición de su familia, fue llevado al tempo de Júpiter. Allí rezó una oración en voz alta que hizo que se destruyera el templo ante un gran movimiento similar a un terremoto.

(3) RODRÍGUEZ DE LA TORRE, Fernando. Los Terremotos alicantinos de 1829. Edición del Instituto de Estudios Alicantinos. Alicante, 1984, pp. 55; 212.

(4) RODRÍGUEZ DE LA TORRE, Fernando. Los terremotos... p. 33.

(5) Desde 1959 Diócesis de Orihuela-Alicante.

(6) Las rogativas son oraciones públicas hechas a Dios para conseguir remedio en una grave necesidad. Consisten en eucaristías y procesiones con carácter de penitencia y búsqueda de propiciación de alguna gracia como la lluvia, cese de epidemias o terremotos y cualquier otro infortunio que sufriese una población o colectivo humano.

(7) RODRÍGUEZ DE LA TORRE, Fernando. Los terremotos... pp. 119-122.

(8) ZAMORA GÓMEZ, José Antonio. "Nuestra tradición más enigmática". Publicado en la Revista ¡Hosanna! Semana Santa de Catral 2008., pp. 60-62.

(9) La imagen de San Emigdio fue realizada en el año 1942 por el prolífico escultor e imaginero José María Ponsoda Bravo (Barcelona, 1883 - Valencia, 1963).

(10) En dicha población, a pesar de la proximidad al municipio de Almoradí (epicentro del seísmo) fueron escasos los daños que se registraron.

 

 

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