UNA APROXIMACIÓN A LA ICONOGRAFÍA DE JESÚS CAMINO DEL CALVARIO

José María Carrasco Sala (06/11/2016)


 

 
 
Nuestro Padre Jesús del Gran Poder (Sevilla)

 

Un escultor de una obra sacra, antes de empezar el trabajo físico de gubia y maza, hace un trabajo de análisis de lo que pretende representar, el sentido que le quiere dar y el fin que va a tener; siendo el culto devocional a la imagen, en este caso, el objetivo del artista.

Hay dos interpretaciones de la iconografía del Nazareno o Jesús con la cruz a cuestas: una es la recogida en el evangelio de san Juan (19, 17) "Jesús cargó con la cruz y sin ayuda de nadie la subía hasta el Calvario"; por otro lado, según los sinópticos (Mateo 27, 32; Marcos 15, 21 y Lucas 23, 26), aparece la figura de Simón de Cirene, que regresaba del campo y pasaba en aquel momento por el trayecto llamado "calle de la Amargura", donde fue obligado por los romanos a ayudar a Jesús a cargar la cruz hasta el monte Calvario.

Partiendo de que la ayuda del Cirineo no sea recogida por san Juan, creemos que, quizás de una forma física y real, no estuviera presente Simón, ya que la ley romana no permitía que nadie ayudara a llevar la cruz y fuese ésta cargada exclusivamente por el reo. Al hacer lo contrario, Simón hubiera ido contra la ley romana, que era bajo la que condenaron a Jesús; de hecho, historiadores como Salomon Reinach consideran un fraude este suceso, ya que era a todas luces ilegal y los soldados romanos no iban a ir contra su propia ley.

Este hecho del Cirineo que aparece en los sinópticos quizás sea la fórmula utilizada para ilustrar la parábola de Jesús: "Si alguno quiere venir en pos de mí niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame" (Mt 16, 24 y Mc 8, 34). Por otro lado, en el evangelio de San Marcos (15, 21) podemos leer "Al paso alquilaron a un hombre que venía de una granja llamado Simón Cirineo, padre de Alejandro y de Rufino, obligándole a que llevase la cruz de Jesús" de donde sacamos que es posible, aun siendo obligado a ello, que Simón de Cirene fuese también pagado y cargase él solo con la cruz.

Unos argumentos señalan que, tras ser Jesús maltratado por sus verdugos, los azotes provocaron que su cuerpo humano se quedara sin fuerzas para cargar la cruz durante el "camino de la Amargura", y aun siendo delito el hecho de obligar a una persona a llevar la cruz de un condenado, ello no hubiera sido considerado en este caso por Pilato motivo de castigo, dado que el pretor, de haberse producido, debería haber paralizado la ejecución de Cristo. Esta falta de fuerza es avalada por las narraciones de que Jesús cayó tres veces al suelo.

 

 
     
     
Jesús con la Cruz al Hombro (Sevilla)
 
Cristo de las Tres Caídas (Sevilla)

 

El camino del Nazareno fue de 1.000 pasos romanos hasta el Gólgota, algo menos de 900 metros. Sabemos que en Roma era habitual que los condenados a muerte fueran completamente desnudos, pero esta costumbre se modifica en Palestina por respeto a la tradicional modestia judía. De igual modo sabemos que se los vestía de morado, así como que Herodes mandó a Jesús vestir de blanco tachándolo por loco antes de la sentencia.

En su obra Vida y misterio de Jesús de Nazaret, el teólogo e historiador José Luis Martín Descalzo escribió:

 

"Era ya casi el medio día cuando Pilato, después de firmar la sentencia de muerte, se encaminó a sus habitaciones, dio orden al tributo de que todo se hiciese según costumbre, y redactó personalmente lo que debía escribirse en la tablilla <Jesús Nazareno, Rey de los Judíos>".

 

De esta cita observamos cómo la tablilla donde se escribió "I.N.R.I." (Escrita en hebreo, griego y latín) se hizo según los deseos de Pilato y tal y como marcaba la costumbre. Hay constancia que estas tablillas eran utilizadas por los romanos en las entradas triunfales después de una victoria bélica, las cuales se le colocaban al cuello a los reos para que el pueblo supiera quienes eran. Estas tablillas solían ser de madera de pino y sus medidas estaban establecidas en 70 cm de longitud por 30 cm de altura. Tenían dos perforaciones en su parte superior, de las cuales, mediante una cuerda, se colgaban al cuello de los condenados. Este hecho nos deja la posibilidad de poder representar a Jesús con esta tabla colgada al cuello.

En cuanto a la cruz, lo que solía cargar un condenado a crucifixión era el madero o el travesaño del mismo, dado que el vertical se dejaba siempre colocado y fijado en el Calvario. Este travesaño era de unos 35 kg de peso (la cruz entera pesaría unos 90 kg). Pensar que Jesús cargase con la cruz completa sería casi imposible dado el estado tan débil en el que se encontraba. Algunos investigadores han estudiado cómo fue llevado el madero: unos dicen que los brazos estarían atados desde la muñeca al antebrazo de forma fija; otros, por el contrario, piensan que Jesús tendría una soga de muñeca a muñeca, con suficiente holgura entre ambas para poder descansar entre ellas el madero, dejándolo caer sobre el hombro y cargándolo con las propias manos.

Según todo lo anterior, Jesús llevaría corona de espinas, túnica morada, letrero al cuello y las manos atadas, tanto como para dejar caer el madero en ellas como para que, con otra soga, un romano pudiera tirar de él.

 

 
 
Nuestro Padre Jesús Nazareno (Cádiz)

 

La primera representación de Jesús camino del Calvario data del año 350 y se encuentra tallada a modo de relieve en un sarcófago. Más tarde, en el siglo IX, aparece una muestra interesante de Jesús cargando la cruz que se encuentra en el Códex Aureus de El Escorial.

A partir del siglo XIII la Iglesia y su liturgia cambian al llegar San Francisco de Asís (1182-1226), produciéndose un incremento de la devoción a la humildad de Cristo y a sus dolores físicos y psíquicos. La piedad y el fervor religioso hacia el tema de Jesús con la cruz a cuestas fueron potenciados de manera firme en los últimos años de la Edad Media por la orden franciscana, que al recibir la custodia de los santos lugares, propagan y divulgan esta devoción. Surgía así la devoción al Vía Crucis, que dividido en estaciones marcaba el camino al santo sepulcro. Puntualizando que en un origen no fueron ni doce ni catorce, sino siete las estaciones.

En España las primeras manifestaciones religiosas que celebran la conmemoración de la Pasión de Jesús aparecen en el siglo XIII en Mallorca, donde se redactó la obra La tragedia de la Pasión, una de las primeras versiones dramáticas escritas en lengua romance.

Aunque aparece representada la figura de Jesús cargando la cruz en distintas obras, no es hasta la invención de la imprenta cuando se extiende de una manera sorprendente la iconografía del Nazareno, apareciendo grabados como los de Jerónimo Wiercix en su obra titulada Imágenes de la historia evangélica.

En la escultura, y bajo las nuevas doctrinas del Concilio Vaticano, es cuando la figura del Nazareno se extiende de una manera real por toda Andalucía.

Salvando este estudio histórico no es menos importante el análisis idealista de la figura de Jesús Nazareno. Cuando representamos a una figura mitad hombre mitad dios, podemos hacer válida cualquiera de la opciones y cargarlo a su vez de simbología como es el paso de la utilización de cruz plana o arbórea. Estéticamente los artistas han representado a Jesús con una cruz completa dado que este mismo símbolo es el que alude a los cristianos, la cual está a su vez cargada de devoción. La cruz es tomada como un símbolo de los pecados del hombre, apareciendo plana como testigo de que es realizada por manos humanas. Según los gustos barrocos esta cruz plana, cuando se le quiere dar más empaque, es recubierta con placas de carey y plata, sin dejar su forma geométrica. Aunque hoy muchos escultores realizan una cruz arbórea por un carácter estético, siempre que se representaba al Nazareno la cruz era plana, cambiándose el modelo por el gusto barroco.

 

 
     
     
Jesús de las Tres Caídas (Loja)
 
Nuestro Señor Jesús Nazareno (León)

 

Varias fotografías son de Ángel Pantoja, Martín Ortiz, Juan Antonio García Delgado y Sergio Cabaco

 

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El autor de este artículo, el artista José María Carrasco Sala, ha sido galardonado con la Medalla de Oro de los Reyes Católicos a su trayectoria. La concesión de este galardón que posee carácter europeo, se le entregará el próximo 25 de noviembre de 2016 en el Hotel Palace de Madrid, en una cena de gala con motivo del XX Aniversario del Foro Europa 2001 que coincide con el nombramiento del Ciudadano Europeo 2016. Se ve así reconocida la carrera profesional de este onubense de 42 años, que ha desarrollado su arte en los campos de la joyería, la orfebrería, el diseño y la pintura. Su formación se ha desarrollado en Huelva, Sevilla, Madrid y Florencia. Podemos contemplar obras suyas en Ámsterdam, Madrid, Gijón, Sevilla, Málaga, Jaén y, sobre todo, en Huelva, entre otras ciudades. Carrasco Sala, antiguo alumno de la Escuela de Artes de Sevilla y de la Universidad Hispalense, ha sido premiado anteriormente por el Ayuntamiento de Sevilla. Este galardón europeo viene a reforzar el reconocimiento que siempre ha tenido fuera de la ciudad de Huelva. Entre los galardonados con la Medalla de Oro de los Reyes Católicos se encuentran la escritora Carmen Posadas, el periodista Luis del Olmo, el ex-ministro Josep Piqué y el ex-presidente de la Generalitat de Cataluña, Artur Mas.

 

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