EL ANTIGUO MISTERIO DE LA SENTENCIA DE JEREZ DE LA FRONTERA

Antonio de la Rosa Mateos


 

En la Madrugada del Viernes Santo del año 2005 vimos el estreno del nuevo misterio de la Sentencia de la Hermandad de la Yedra de Jerez de la Frontera, ejecutado por el escultor e imaginero sevillano José Antonio Navarro Arteaga. Un misterio digno de elogios, que no dejó indiferente a ningún cofrade y que ha sido fruto de conversación de numerosas tertulias. Sin duda, una novedad de la que se ha hablado mucho, una obra de imaginería acorde al siglo XXI, y merecedora de diferentes estudios en otro momento.

En este artículo voy a hablar del que ha sido sustituido, el antiguo misterio de la Sentencia, que fue adquirido a finales de la década de los años 30 a la Hermandad de la Macarena de Sevilla. No es fácil a ciencia cierta indicar la autoría de las figuras que llegaron a nuestra ciudad. Si entráramos en antecedentes, todo hace indicar que las tallas son obra del escultor e imaginero Emilio Pizarrro de la Cruz, del año 1898. Pero, ¿realizó Pizarro tallas nuevas para la corporación sevillana o su intervención trató de una profunda restauración?

 

 

Cuéllar Contreras, en su artículo publicado en el Boletín de las Cofradías de Sevilla, nº 198, del año 1976, titulado: "Paso para el Santísimo Cristo de la Sentencia en 1681 obra del maestro escultor Cristóbal Pérez", señala: "El 15 de junio de 1681, la Hermandad de la Macarena contrata con el escultor Cristóbal Pérez la hechura de un nuevo paso de misterio. Se concertó entonces cinco figuras de judíos- además de las siete que tenía la cofradía - y dieciséis niños con ocho tarjetas o cartelas... Todas las figuras de madera tallada, con sus piernas y muslos y para ser entregadas poco antes de la Semana Santa de 1682".

González de León describe en su libro Historia crítica y descriptiva de las cofradías de penitencia..., de 1852, el misterio: "En el primero es en el que va figurado el tribunal de Pilatos, el cual va sentado bajo dosel, todo de madera tallada y dorada: delante están seis ministros del tribunal, cada uno sentado en un sillón. En medio de estos está el Señor con las manos atadas, y dos judíos armados que lo tienen preso, y a los lados del trono de Pilatos, dos criados, el uno con la palangana, y el otro con el jarro y la toalla para lavarse las manos Pilatos".

Para la Semana Santa del año 1859 se restauraron las figuras del misterio y se estrenan las nuevas andas, todo ello obra del escultor valenciano, afincado en Sevilla, Vicente Hernández Couquet. En el famoso libro Glorias religiosas de Sevilla, escrito por Bermejo en 1882, referente al misterio cita: "Los judíos son de talla y de distinto autor, pero no son esculturas despreciables, aunque algo exageradas en sus formas".

Hasta finales del siglo XIX, con diferentes reformas, llegó el misterio ideado por Cristóbal Pérez en los mejores años del barroco hispalense. En el año 1898, Emilio Pizarro empezó a reformar las figuras de los judíos con la probable intervención del pintor Virgilio Mattoni como director artístico. Al artista se le encomendó que restaurase siete figuras del paso de misterio que estaban en mal estado y que hiciese otras siete hasta llegar a las catorce que debían componer la escena de la Sentencia. Pizarro renovó todas las figuras del misterio a excepción del Señor, si bien existe la sospecha de que aprovechó algunas de las cabezas que tallara Cristóbal Pérez, como bien dice el profesor Bernales Ballesteros en Esperanza Macarena en el XXV Aniversario de su Coronación Canónica.

Pérez Porto, en su estudio Relación e historia de las Cofradías de Sevilla, señala: "eran de varios autores", lo que indica la hipótesis de que Pizarro conserva algunas cabezas talladas por Cristóbal Pérez y restauradas por Hernández Couquet. Por lo que existe la duda, y más cuando se comparan algunas fotografías anteriores a 1898, en las que se pueden apreciar las caras de los soldados romanos, las cuales puede decirse que son las que conocemos.

 

 

Por su parte, Juan Carrero en sus Anales... dice: "8-4-1898... El escultor Emilio Pizarro de la Cruz también arregla las figuras de su grupo escultórico, quitándoles el aspecto caricaturesco que tenían y adaptándoles el ropaje a la época romana". Y así llegaría el misterio hasta 1929, año en el que se sustituyó por el de Lastrucci.

La Hermandad de la Yedra de Jerez de la Frontera, teniendo conocimiento de que este misterio ya no se utilizaba en Sevilla, decide en cabildo de oficiales celebrado el día 22 de Octubre del año 1939, según se refleja en el libro de actas de la Cofradía, adquirir dichas figuras y que sea el señor secretario don José Moreno de la Calle el encargado de realizar las gestiones oportunas. En el siguiente cabildo de oficiales, realizado el 10 de Diciembre, el señor secretario pone en conocimiento del mismo lo siguiente: "que cumpliendo acuerdo de la reunión anterior, se trasladó a Sevilla en unión de los señores del Pino Barea, Román García, Moreno Alonso y Fernández Aranda, estuvieron examinando las ocho figuras que componen el Misterio de la Sentencia y como los citados señores la encontrasen en condiciones para adquirirlas se convino en que en un próximo viaje, el secretario Sr. Moreno de la Calle quedaba facultado para su adquisición por el estimase oportuno, de acuerdo con estas atribuciones el día 26 de octubre próximo pasado me trasladé nuevamente a Sevilla y puesto al habla con los vendedores, después de un detenido estudio deje configurado el mencionado Misterio de la Sentencia en la cantidad de 1.250 pesetas, cuya cantidad pagué en el acto y cuyo recibo pongo a la disposición de todos".

Las ocho figuras vinieron a Jerez de la Frontera en un camión propiedad del Marqués de Domecq, y sería en el año 1941 cuando procesionaron por primera vez. Señalar que, por problemas de espacio, en el paso sólo saldrían seis imágenes. Dos de los acusadores sentados, al no ser utilizados, fueron vendidos al venirse la Cofradía del convento de Madre de Dios, como así lo refleja el libro de actas con fecha de 1 de Agosto del año 1972: "Se notifica por el Señor Mayordomo que las dos figuras antiguas del paso de misterio se han quedado con ellas anticuarios y a cambio se ha efectuado un donativo". Aunque se perdió la pista de dichas figuras, existen referencias que indican que se encuentran en la localidad malagueña de Marbella.

Sin duda, un misterio con mucha historia del que la cofradía jerezana ha decidido no desprenderse, con gran acierto para el patrimonio de nuestras corporaciones y en suma para la Semana Santa de Jerez de la Frontera.

 

Nota de La Hornacina: Antonio de la Rosa Mateos es integrante del Centro de Estudios
Históricos Jerezano. Artículo publicado en Jerez Información (08/02/09).

 

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