APORTACIONES AL ESTUDIO DE LA ARQUITECTURA CIVIL DEL SIGLO XVIII
EN JEREZ DE LA FRONTERA: EL PALACIO DE VILLAPANÉS (I)

José Manuel Moreno Arana


 

El carácter predominantemente religioso del arte barroco en Andalucía ha motivado que se siga mostrando, con frecuencia, poca atención a un aspecto de gran interés como es el de la arquitectura civil, a pesar de ser una manifestación que refleja como pocas el modo de vida de la sociedad de su época (1).

Uno de los casos más destacados en el ámbito andaluz es el de Jerezde la Frontera. De manera especial, durante la segunda mitad del siglo XVIII, la bonanza económica, favorecida por la emergente industria bodeguera local, propiciará el florecimiento y desarrollo de una particular arquitectura doméstica. Modelos de este fenómeno son, entre otros ejemplos, los palacios de Bertemati, Domecq o Villapanés. A este último dedicamos las siguientes líneas, aportando nuevos datos sobre su construcción.

Así, para poder entender la génesis y evolución de este edificio, nos detendremos previamente en las figuras de sus promotores, la familia Panés. Luego, estudiaremos el proceso constructivo y llevaremos a cabo el conespondiente análisis fomal. Terminaremos acercándonos a la personalidad de uno de los arquitectos que intervinieron en la obra, Juan Díaz de la Guerra.

Aun con notorios avances recientes, son todavía escasas las publicaciones existentes sobre esta relevante vertiente del arte jerezano del setecientos. Con el objetivo de seguir ampliando nuestro conocimiento sobre el asunto, presentamos ahora este nuevo trabajo (2).

 

 

1. LOS PROMOTORES: LA FAMILIA PANÉS

Sus orígenes son italianos. El primero en ostentar el título de marqués de Villapanés, Juan Lorenzo Panés (3), era natural de Génova, debiendo de ser uno de los muchos comerciantes extranjeros que se instalan en la zona gaditana, atraídos por el intercambio mercantil con América. Sabemos que se casa con la sevillana Micaela María Viganego y Alemán. En Cádiz nacerá Tomás Panés, hijo de ambos y segundo marqués del citado título (4). Éste contraerá matrimonio en Jerez de la Frontera con Petronila Pavón de Fuentes y Verdugo, que era hija de los marqueses de Casa Pavón, Miguel Pavón y Francisca María de Fuentes y Verdugo. De esta unión nacerían dos hijos, Juan Lorenzo y Miguel Andrés (5).

El 14 de Junio del año 1729, Tomás Panés otorga poder para testar en Cádiz, de donde era vecino. Nombra como herederos a sus hijos, y entre sus albaceas designa como tales a su mujer y al que debió de ser un hombre de su confianza, Esteban Cesáreo Martínez Ramírez. En esta escritura declara que puso en ejecución dos mayorazgos fundados por su padre, Juan Lorenzo Panés, y destinados a sus hijos primogénito y segundogénito, respectivamente (6). Muere el 26 de Junio del año 1729 (7). Al año siguiente, a la edad de siete años, fallece el mayor de sus hijos, Juan Lorenzo, quedando como heredero de ambos mayorazgos, el menor, Miguel Andrés, que se convertiría por tanto en el tercer marqués de Villapanés (8). Su madre, Petronila Pavón, nombrada por dicho poder como su tutora, curadora y administradora de sus bienes, se casa en el año 1732 en segundas nupcias con el citado Esteban Cesáreo Martínez, quien consiguió, a través de un Real Despacho, obtener la dirección de la administración de todos los caudales quedados a la muerte de Tomás Panés (9). La pareja se instalará junto al joven marqués de manera definitiva en Jerez de la Frontera, de donde parece que eran ambos naturales.

La figura de Esteban Cesáreo Martínez Ramírez se presenta como clave para entender la primera fase constructiva del palacio, como veremos. Hemos logrado saber algo más sobre este interesante personaje gracias a cierto pleito formado contra él, a través de cual tenemos noticia de que mantenía "comercio, tratos y contratos y sumptuosas dependencias con todo genero de personas del comercio de esta ciudad, de las de Cádiz y El Puerto y de las demas de este Reyno y de otros dominios de la Europa y de las Indias" (10).

En 1747, al cumplir 20 años de edad, Miguel Andrés Panés y Pavón tomará de todos sus bienes por escritura otorgada a su favor por su madre y Esteban Cesáreo Martínez. En dicho documento se informa de que ya era viudo de Manuela María Dávila y Aguilera (11). El 29 de Septiembre del año siguiente vuelve, no obstante, a casarse. En esta ocasión se une con Ana GonzálezQuijano de Vizarrón, hija de Francisco Quijano, caballero de la orden de Calatrava, y Clara Yizarrón y Polo. Con motivo de este matrimonio se hace inventario de todas las propiedades que el marqués había gozado hasta entonces, reflejando la documentación un extraordinario patrimonio (12). Esta nueva unión tampoco fue muy duradera. En el año 1752 los marqueses emiten un poder recíproco para testar. Por é1 sabemos que habían logrado tener dos hijos, Miguel María y Adulfa, siendo el varón, que apenas contaba con algo más de un año, el mayor. El 6 de Octubre de dicho año fallece la madre (13). El 5 de Enero del año 1776, muere Miguel Andrés Panés. Su testamento (14), otorgado un día antes, es crucial para el estudio histórico-artístico de su casa, como veremos. Resulta interesante mencionar que en dicho documento se nombra como albacea a Juan Dávila Mirabal, otro acaudalado personaje que fue asimismo impulsor de otro de los más importantes ejemplos de arquitectura doméstica de la época en Jerez, el hoy conocido como Palacio Bertemati (15).

Nos detendremos, finalmente, en su hijo, Miguel María Panés González de Quijano. De él poseemos una pequeña biografía del historiador decimonónico local Parada y Barreto (16). El cuarto marqués de Villapanés, hombre culto e ilustrado, fue miembro y primer director de la Sociedad Económica del Amigos del País de Jerez (17), entidad que llegó a tener, por cierto, su sede en el siglo XIX en el propio palacio de Villapanés (18). Antonio Ponz le dedicó grandes elogios por sus iniciativas socio-económicas, ya que mantenía un telar donde ocupaba a niñas pobres, y culturales, pues estableció en su propia casa una biblioteca pública (19). El núcleo fundamental de la misma fue adquirido por Panés a otro cultivado aristócrata de la comarca, el porfirense marqués de la Cañada, tras la muerte de éste en el año 1779 (20), y de ella se dice que llegó a comprender "sobre los doce mil volúmenes" y que incluía "gran multitud de preciosidades bibliográficas" (21). Con todo, tras fallecer en el año 1828, esta valiosa colección desapareció en extrañas circunstancias, al parecer, en un naufragio cuando era trasladada, por decisión testamentaria, a la patria de sus ancestros, Génova (22).

 

 

2. EL PROCESO CONSTRUCTIVO (I)

Sancho Corbacho llamó en su día la atención sobre la clara unión de dos casas en una sola que refleja la planta del edificio, suponiendo que dicha anexión se produjo en el último cuarto del siglo XVIII (23). Será, sin embargo, Aroca Vicenti quien confirme documentalmente en época reciente esta teoría, aunque adelantando el inicio de dicha actuación al año 1766 (24). Este último autor fechó igualmente la zona más antigua, teniendo en cuenta la decoración que presentan algunas de sus partes, en la primera mitad del siglo (25). Resumidamente, este es el estado de la cuestión hasta el presente y que ahora nos proponemos completar con nueva documentación.

Tras su traslado a Jerez, junto al joven Miguel Andrés, Petronila y Esteban deciden la construcción de unas casas "con bodegas, almasenes y otras oficinas que sirviesen de Abitación a El Menor y fazilitar la mejor recaudazion de los frulos pertenecienles a sus maiorazgos" (26). Para ello, fue necesario obtener licencia de la Real Justicia gaditana, donde se llevaban a cabo los autos originados por la testamentaría de Tomás Panés. El 3 de Julio del año 1744 se concede la aprobación del alcalde mayor de Cádiz, Matías Ladrón de Guevara, para comenzar a construir el nuevo edificio. Para ello fue necesario incluso entregar una planta del mismo (27).

Por desgracia, no nos ha sido posible localizar dichos autos, por lo que aún quedan en el aire importantes cuestiones relacionadas con esta primera fase arquitectónica, como las propias trazas originales y la identidad del arquitecto autor de las mismas y encargado de la dirección de las obras. Sí podemos decir que las dimensiones del complejo arquitectónico proyectado obligaron a un proceso previo de compra de diferentes casas colindantes o próximas (28). Parece que el núcleo original lo constituía precisamente la vivienda del propio Martínez, situada en la calle Empedrada, que éste vende a su hijastro el 13 de Noviembre del año 1744 (29). Con anterioridad se habían adquirido otras aledañas (30): el 1 de Julio del año 1736 se compra una situada a las espaldas, en la calle Hoyanca (31); el 12 de Febrero del año 1743 le es cedida a Petronila Pavón otra en la misma calle (32); y el 27 de Abril de 1743 es comprada una nueva casa también contigua en la calle Empedrada (33). No obstante, es importante destacar que el proyecto incluía no sólo las casas principales del marqués, sino que además, justo enfrente de estas, en la citada calle Empedrada y haciendo esquina a la de Cazón, se concibe una nueva construcción dedicada a "bodegas, almacenes, caballerias y demas oficinas" (34). Para ello se compran otra serie de tres inmuebles por escrituras fechadas el 25 de Septiembre de 1743 (35), 19 de Noviembre del año 1743 (36) y 19 de Diciembre de 1745 (37). El 28 de Diciembre del año 1745, mediante escritura ante notario, el matrimonio Martínez-Pavón declara que todas las casas citadas forman parte de la "fabrica proyectada, pues con la cituacion que ocupaban todas las dichas siete fincas se ha reedificado, labrado y esta labrando de nuevo la dicha obra delineada" (38). Es esta declaración el primer testimonio que tenemos del inicio de las obras.

Que las obras continuaban en curso al siguiente año lo sabemos porque el 11 de Agosto de 1746 se hace un aprecio y se evalúa lo que quedaba para su conclusión en 82.210 reales y 2 octavos de Plata (39). Todavía el 4 de Septiembre de 1746 existe una nueva declaración de Esteban Cesáreo Martínez y Petronila Pavón por la que da por agregada a dicha "fábrica" unas últimas casas. Se informa de que eran de su propiedad, que se hallaban arruinadas en la calle Empedrada y que sobre ella se había labrado una bodega con un almacén de granos encima y otro de aceite con diez tinajas de 500 arrobas de capacidad. Esta construcción, apreciada en 36.813 reales de vellón, se apunta que "viene a estar en medio de las oficinas, caballerizas y almacenes que hacen frente a las casas principales labradas de nuevo para los vinculos y mayorasgos de que es poseedor el dicho Marques de Villapanes" (40). Por otro lado, el 16 de diciembre de ese año, el alcalde mayor de Cádiz, no considerando suficientes las anteriores declaraciones, manda hacer escritura de donación a favor del mayorazgo del Marqués de Villapanés de las casas "fabricadas de nuevo" (41). Igualmente ordena que se haga escritura de obligación para acabat las obras (42). El 7 de Abril de 1747 se otorga la donación, indicando que se hace "por el mucho amor y voluntad que yo la dicha Doña Petronila como a mi unico y lexitimo hijo le tengo, y yo el dicho don Estevan por averle reputado educado y querido como a tal y por otras justas causas que a ello nos muebe de cuia prueba le relevamos". El documento nos informa asimismo de que la obra se estaba por esas fechas concluyendo y que los inmuebles estaban tasados en un valor global de 135.136 reales y 26 maravedís (43). Del mismo modo, ese mismo día Esteban Cesáreo Martínez Ramírez como "Curador Adbona y adlitem de Don Miguel Andres Panes y Pabon Marques de Villapanes" se obliga a concluir la edificación, ateniéndose a lo expuesto en el mencionado aprecio del año anterior (44).

No tenemos constancia de cuándo llegaron a su fin estas obras, aunque en principio habría que presumir que varios años más tarde ya habrían finalizado. Tampoco, por otro lado, podemos proponer por ahora, como ya hemos apuntado, la intervención de ningún arquitecto concreto en ellas. Sólo podríamos suponer la participación de alguno de los maestros de obras que por esas fechas trabajan en la ciudad. Podrían citarse, así, nombres de arquitectos que debieron de gozar de cierto prestigio en la época, tales como Ignacio Diaz de los Reyes (45), Domingo Mendoviña (46), Miguel Ojeda Matamoros (47), Pedro de Cos (48) o Juan de Pina (49), además de otros probablemente menos importantes (50). Resulta curioso que éste último fuera suegro del arquitecto que veremos al frente de las obras del palacio en su segunda fase constructiva y que se encargara además de apreciar los bienes inmuebles dentro del inventario que se realiza en 1748 con motivo del matrimonio entre Miguel Andrés Panés y Ana González Quijano de Vizarrón (51). Sugerentes lazos de unión pero insuficientes, por ahora, para atribuirle con cierto fundamento la autoría del proyecto primitivo.

 

 

2. EL PROCESO CONSTRUCTIVO (II)

Una nueva etapa en la historia del edificio llegará en el año 1766, como ya adelantamos líneas atrás. En efecto, en las actas capitulares de aquel año hallamos una petición del marqués (52) al Cabildo, en la que expone "...que por quitar a la vista de las casas de su morada la imperfeccion, que causan a la Obra, y aún a la vista del publico otras casas de su propiedad, que el terremoto (el famoso de 1755) puso en terminos de ser preciso derribarlas, está inclinado á disponer sé incorpore el sitio de éstas en aquellas si consigue de la grandeza de V S. el permiso de que la Pared, que hase frentte a la calle, llamada de la Hoyanca, se retire por linea recta, tomando de dicha calle lo que sé demuestra en el Plan, que presenta; En cuia Licencia, nada sé periudica al trafico de carretas, y coches por quedarle a la entrada siete varas, y media de latitud, las que ván por pasos aumentando, como manifiesta el dícho plan, ebitando tambien por este medio siga el muladar, que esta hecho contra la Pared de la dicha calle..." (53).

Este memorial, leído en el cabildo del 30 de Junio, se acompaña de un "plano diseño" donde queda reflejada, dentro de su contexto urbano inmediato, la situación del antiguo edificio, el solar sobre el que había proyectado su ampliación y el trozo de calle que solicitaba (54). El dibujo no se encuentra firmado, aunque se haya supuesto que fuera realizado por el propio maestro mayor de la ciudad, Pedro de Cos (55), quien únicamente fue el encargado de reconocer y medir la anchura que tendría la calle Hoyanca tras la actuación propuesta.

La "dilixencia" se lleva a cabo el 3 de Julio. Dentro del expediente se afirma que: "...se hallo que el frente y fachada de las casas que esta construiendo contiguas a la de su principal abittación y da vista a la plazoletta que nombran de la Cruz bieja en funcion de la corta porcion de sitio que se le consede tiene trese varas y media tercia de esquina a esquina, quedando la calle que llaman de la Hoyanca con la anchura de ocho varas menos media tercia expresando el mencionado maestro mayor de obras que de haserse la obra en la disposicion que demuestra el Plan y reconocimiento hecho bien lejos de seguirse perjuicio a el Comun ni a tersero queda hermoseada la fachada y la calle de la Hoyanca con la anchura que corcesponde para el transito de dos coches a un mismo tiempo" (56).

Queda claro, por tanto, que la ampliación estaba iniciada ya cuando se pide dicho terreno. Al estarse levantando la nueva casa se vio el gran defecto que ocasionaba el hecho de que la fachada derecha se encontrase sensiblemente sesgada respecto a la contraria, de ahí la decisión de quitar un pedazo de calle pala atenuar la desigualdad. Con ello, además, se conseguía una nueva fachada principal hacia la plazuela de la Cruz Vieja con la suficiente anchura para alcanzar la deseada monumentalidad (57). Actuaciones urbanísticas con semejante objetivo estético se llevarán también a cabo en la construcción del Palacio Bertemati y el Palacio Domecq (58).

No tenemos más noticias de las obras hasta diez años después, cuando se mencionan en el ya citado testamento de su promotor, fechado el 4 de Enero del año 1776. Un fragmento del documento expresa: "Al maestro de obras Juan Diaz que lo es de las obras de mi casa, mando que por una vez se le den cinquenta ducados, y a Alonso Moreno Aparejador de las mis obras quarenta ducados" (59). Lo primero que llama la atención es la larga duración de este periodo constructivo, que quizás pueda justificarse por la interrupción de las obras en algún momento o bien por haberse intervenido también sobre el sector más antiguo del edificio; posibilidad ésta última que trataremos en el próximo apartado, dedicado al análisis formal del palacio. En segundo lugar, creemos que esta documentación nos aporta el más que posible maestro encargado de la ampliación, el arquitecto jerezano Juan Diaz de la Guerra. El interesante hecho de distinguir entre "maestro de obras" y "aparejador" hace pensar además en una fundamentada autoría sobre las trazas de la construcción (60). Por último, el hablar en presente al referirse a ambos cargos parece reflejar con cierta claridad el estado aún inconcluso de la intervención, por lo que hay que admitir que, aunque la parte más importante del proyecto debió de estar ya levantada, probablemente tardaría éste algún tiempo más en completarse, llegando a su fin siendo ya marqués Miguel María Panés.

 


 

BIBLIOGRAFÍA

(1) Entre los pocos estudios que se dedican a este tema en la zona podemos citar dos trabajos basados en sendas tesis de licenciatura: FERNÁNDEZ MARTÑ, María Mercedes: Arquitectura Civil del Siglo XVIII en Lora del Río. Agrupación Cultural Amigos de Lora. Lora del Río, 1988; ARENILLAS, Juan Antonio: Arquitectura Civil en Marchena durante el Siglo XVIII. Ayuntaniento de Marchena. Marchena 1990.

(2) Las bases para su estudio las puso Antonio Sancho Corbacho en los capítulos conespondientes de: Jerez y los Puertos: Estudio Histórico Artístico. Instituto de Cultura Hispanica. Madrid, 1947 y Arquitectura Barroca Sevillana. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto Diego Velázquez. Madrid, 1952. Con posterioridad, destacan algunas aportaciones dentro de diferentes obras de Femando Aroca Vicenti: Estudios para la Arquitectura y Urbanismo en el Jerez del Siglo XVIII, San Femando, 1989; "La Historia del Arte en Jerez en los siglos XVIII, XIX y XX" en El Arte en Jerez. Diputación Provincial de Cádiz. Cádiz, 1999, pp. 116-120; Arquitectura y urbanismo del siglo XVIII en Jerez, Jerez de la Frontera, 2002, pp. 132-135. Una nueva fase en la investigación del tema la representan dos recientes artículos: MORENO ARANA, José Manuel: "Notas documentales para la Historia del Arte del siglo XVIII en Jerez", Revista de Historia de Jerez, nº 9, Centro de Estudios Históricos Jerezanos, Jerez de la Frontera, 2003, pp. 95-101 y AROCA VICENTI, F. "Arquitectura Civil Jerezana del Siglo XVIII. Revisión y Nuevos Datos". Laboratorio de Arte, Universidad de Sevilla, Departamento de Historia del Arte, nº 18, Sevilla, 2005, pp. 327-339.

(3) Lo obtiene en 1700 (GONZÁLEZ DÓRIA, Fernando: Diccionario Heráldico y Nobiliario de los Reinos de España. Bitácora. Madrid, 1987, p. 222).

(4) Archivo Histórico Municipal de Jerez de la Frontera (en adelante A.H.M.J.F.), sección Protocolos Notariales, escribano Francisco Javier Rodriguez oficio 2, legajo 2606 (años I7 58-17 63), 1762-XlI-27, f. 289v.

(5) lbidem, ff. 292v-293.

(6) Ibidem, ff. 293-294.

(7) Ibidem, f. 300. Fue enterrado en la Iglesia Conventual de San Francisco de Cádiz.

(8) lbidem, f. 304.

(9) Ibidem, f. 305. Consta que ambos eran parientes pues para su matrimonio se tuvo que conseguir "la dispensa de su Santidad del parentesco con tercero de quarto grado".

(10) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 2517 (años l747-1748), ff. 280 y 300. Se especifica que era hijo de Juan Martínez Dávila, caballero de la orden de Santiago, y Francisca Ramírez Pavón. Aparecen testimonios de diferentes personalidades jerezanas, entre ellas la del historiador y canónigo de la Iglesia Colegial de Jerez, Francisco de Messa Xinete, quien afirma que 1o conoció personalmente en Roma, donde sabemos que este clérigo completó sus estudios (REPETTO BETES, José Luis: La obra del templo de la Colegial de Jerez de la Frontera. Diputación Provincial de Cádiz. Cádiz, 1978, p. 212). Por otro lado, hemos podido averiguar que tuvo un hermano llamado Nicolas Martínez Ramírez, que ostentó el cargo de arcediano de Jerez y que además fue canónigo de la Catedral de Sevilla (A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 2468 (años 1741-1744), 1744-XI-13, f. 908v).

(11) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 2517 (años l747-1748), 1747-VIII-31, f. 218.

(12) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 25l7 (años 1747-l748), 1748-X-14, ff. 254-292.

(13) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 2551 (año 1752), 1752-X-4, ff. 186-187.

(14) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 2759 (año 1776), 1776-I-4, ff. 3-9.

(15) Sobre este palacio: MORENO ARANA, José Manuel: op. cit., pp. 96-100.

(16) PARADA Y BARRETO, Diego: Hombres ilustres de Jerez de la Frontera. Jerez, 1875, pp. 339-340. A pesar de su interés, hay que advertir que tiene graves errores, al ser en parte confundida su personalidad con la paterna. 

(17) Ibidem, p. 340. RUIZ LAGOS, Manuel: Historia de la Sociedad Económica de Amigos del País de Xerez de la Frontera. Centro de Estudios Históricos Jerezanos, Jerez de la Frontera, 1972, p. 7.

(18) BERTEMATI, Manuel: Memoria Histórico-Crítica de la Real Sociedad Económica Jerezana. Jerez de la Frontera, 1862, pp. 55-56.

(19) PONZ, Antonio: Viage de España. Tomo XVII, Madrid' 1793' p. 246.

(20) BUHIGAS CABRERA, José Ignacio y PEREZ FERNANDEZ, Enrique: "El marqués de la Cañada y su gabinete de antigüedades del siglo XVIII en El Puerto de Santa María", en La antigüedad como argumento. Historiografia de Arqueología e Historia Antigua en Andalucia. Sevilla, 1993, p. 216.

(21) PARADA Y BARRETO, D.: op. cit., p. 339.

(22) Idem.

(23) SANCHO CORBACHO, Antonio: Arquitectura... (op. cit.), p. 329-330.

(24) AROCA VICENTI,F.: Arquitectura... (op. cit.), p. 132-135.

(25) AROCA VICENTI, F.: "La Historia..." (op. cit.), p. 120.

(26) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 2517 (años l747-1748), 1747-IV-7, f. 76.

(27) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Baftolomé Palmero, oficio 2, legajo 2495 (años 1745-1746), 1745-XII-28, ff. 404v-405.

(28) Ya tuvimos ocasión de documentar un procedimiento similar motivado por semejante búsqueda de un solar capaz en la edificación de las casas que Juan Dávila Mirabal levantaría años más tarde (MORENO ARANA, J. M.: op. cit., pp. 97-98).

(29) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 2495 (años 1741-1744), 1744-XI-13, ff. 908-923.

(30) Se da noticia de todas estas adquisiciones en: A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 2495 (años 1745-1746), 1745-XII-28. ff. 403-405.

(31) Ibidem, f. 403. Eran propiedad de Mateo Moreno y Juana Benítez del Toro y fueron compradas por escritura ante Francisco Virués de Hinojosa.

(32) Idem. La cesión y traspaso a su favor la hicieron Bartolomé López y Petronila Maria de Trujillo por escritura ante Tomás de Santiago.

(33) Idem. La compró a Jerónimo Enciso y Castillo, veinticuatro de Jerez, como apoderado de María de Trujillo, ante el escribano Ignacio de Buendía.

(34) Ibidem, f. 405. Creemos que se siguen conservando, aunque algo alteradas, estas construcciones hoy día en este mismo lugar, destacando la bodega situada en la calle Cazón. Debido a que nuestro objetivo en este artículo ha sido estudiar el palacio, no entraremos en el análisis de estos edificios. En cualquier caso, quede señalado su interés y su relación "auxiliar" con la propia casa de los Panés.

(35) Ibidem, ff. 403-404. Fue comprada ante Tomás de Santiago a Antonio de la Torre y hacían esquina "a la plazuela que está a la entrada de la calle Cazón".

(36) Ibidem, f. 404. Se compró a Isabel María Ramos, viuda de José Ramos de Villanueva, ante Diego Bartolomé Palmero.

(37) ldem. Se adquirió a Pedro de Medina y Juan Mateos de Aparicio, presbíteros, apoderados de los patronos y poseedores de una obra pía y patronato que fundó Catalina de Hoces por escritura de venta otorgada ante Diego Bartolomé Palmero.

(38) Ver nota 30.

(39) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 2517 (años 1747-1748), 1747-IV-7, f. 76.

(40) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bafolomé Palme¡o, oficio 2, 2495 (años 1745-1746), 1746-IX-4, ff. 300-301.

(41) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, 2517 (años 1747-1748), 1747-IV-7, f. 74.

(42) Ibidem, f. 76.

(43) Ibidem, f. 74v.

(44) Ibidem, f. 76.

(45) Hermano de Diego Antonio Díaz y maestro mayor de la Colegial jerezana desde el año l724 hasta 1748, fecha en la que muere (REPETTO BETES, José Luis: La obra del templo de la Colegial de Jerez de la Frontera. Diputación Provincial de Cádiz. Cádiz, 1978, pp. 184-185). En 173l realiza un proyecto para las obras de reforma de la iglesia de San Dionisio, por 1o que se ha supuesto que fue el autor de las mismas (GARCÍA PEÑA, Carlos: Arquitectura gótica religiosa en la provincia de Cádiz. Diócesis de Jerez. Universidad Complutense de Madrid. Madrid, 1990, pp. 416-417). Parece ser el autor de las trazas de la capilla del Sagrario de la parroquia de San Miguel en 1733. (AROCA VICENTI, F.: Arquitectura... (op. cit.), p. 189).

(46) Como prueba de su prestigio diremos que en 1749 fue llamado, junto a otros maestros, para reconocer los planos que se presentaron para realizar las bóvedas de la nave central de la Colegial, concurso que finalmente ganó Juan de Pina. En aquella ocasión aparece citado como maestro de obras de la familia de los Virués de Segovia, por 1o tanto pudo tener cierta fama como arquitecto civil (REPETTO BETES, José Luis: op. cit., p. 116). Al parecer pudo ser el encargado de terminar el Sagrario de San Miguel, inaugurado en l770. En el año 1774 dirigió la restauración de la bóveda principal de la iglesia de San Marcos (AROCA VICENTI,F.: Arquitectura... (op. cit.), pp. 190 y 222).

(47) Es también llamado en el año 1749 como miembro del jurado del concurso para las bóvedas de la Colegial. En ese momento era arquitecto de la iglesia conventual del Carmen (REPETTO BETES, J. L.: op. cit., p. ll6).

(48) Ostentó el puesto de maestro mayor de la ciudad desde la década de los cincuenta del siglo XVIII. En 1750 se hace cargo de las obras de la capilla del sagrario de la parroquia de San Marcos. Consta su intervención en fechas posteriores en la terminación del edificio municipal de la Panadería, que acaba en el año 1768, y en la construcción de la Casa de los Diezmos en el año 1778, cuyas trazas se le atribuyen (AROCA VICENTI, F.: Arquitectura... (op. cit.), pp. 70-71, 220-221; SERRANO PINTEÑO, Javier: "Un edificio del siglo XVIII en Jerez: la Casa de los Diezmos", Revista de Historia de Jerez, nº 7, Centro de Estudios Históricos Jerezanos, 2001, pp. 77-78).

(49) Nació en el año 1701. Fue maestro mayor de la Colegial desde en el año 1749 hasta su muerte en 1778. Un año antes llevó a cabo la restauración y reforma de la torre del primer templo jerezano. Fue el autor de 1as bóvedas de la nave principal. En 1762 realiza la portada de la llamada "Casa del Abad", anexa a dicho campanario (REPETTO BETES, J. L.: op. cit., pp. 129 y 186-189).

(50) El catastro de Ensenada recoge los nombres de otros maestros activos a mediados del siglo XVIII en Jerez: Andrés Delgado, Francisco Diosdado, Matías de Mendoza, Alonso Jiménez, Alonso de Vargas, Juan Jiménez, Juan de Medina, Pedro Diosdado, Juan de Paz, Pedro lnfmzón, Andrés Díaz, Antonio Pérez, Lucas Palomino, Juan Pérez, Antonio Pío de Carmona, Francisco Matías González, Miguel de Arduña, Pedro de Medina y el propio Juan Díaz (A.H.M.J.F., sección Archivo Histórico Reservado, cajón 18, expediente 34, ff. 351v-353).

(51) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 2517 (aios 1747-1748), 1748-X-14, f. 254v.

(52) Hay que recordar que nos referimos a Miguel Andrés Panés y no a su hijo Miguel María como se había supuesto: AROCA VICENTI, F.: "La Historia..." (op. cit.), p. 120.

(53) A.H.M.J.F., sección Actas Capitulares, año 1766, f. 312.

(54) Se conserva dentro de1 expediente creado al efecto: A.H.M.J.F., sección Actas Capitulares, año 1766, f. 327.

(55) AROCA VICENTI, F.: Arquitectura... (op. cit.), Jerez, 2002, p. 133.

(56) A.H.M.J.F., sección Actas Capitulares, año 1766, f. 327.

(57) AROCA VICENTI, F.: Arquitectura... (op. cit.), Jerez, 2002, p. 133.

(58) Ya es conocido el caso de la construcción del antiguo palacio del marqués de Montana, que ocupó a partir del año 1774 un amplio terreno público en el llamado "Llano de San Sebastián", tras lograr vencer el primer rechazo del Ayuntamiento en el año 1773 y la opinión contraria de vecinos y de una parte de los caballeros veinticuatro. En el expediente formado a consecuencia de esta petición se apunta a favor del nuevo edificio el hecho de que serviría para embellecer una zona que estaba próxima a uno de los principales accesos de la ciudad (AROCA VICENTI, F.: Estudios... (op. cit.), pp. 29-39). Pero la edihcación de la casa de Juan Dávila Mirabal conllevó igualmente una reordenación urbanística previa de su entomo en el año 1768, en este caso a través del cierre de una callejuela que discurría por parte del solar donde posteriormente se levantaría el palacio y la apertura de una nueva tras el mismo. La solicitud fue presentada en el cabildo del 19 de Agosto de aquel año, después del correspondiente reconocimiento y medida del maestro mayor de la ciudad, llevados a cabo el 21 de Agosto, se concede el permiso el 2 de Septiembre, reconociendo el Cabildo jerezano "la hermosura que dará a la plaza del Arroyo con la obra que ha de hacer" (A.H.M.J.F., Sección Actas Capitulares, año 1768, ff. 234, 245v y 388-390).

(59) A.H.M.J.F., sección Protocolos Notariales, escribano Diego Bartolomé Palmero, oficio 2, legajo 2759 (año 1776), 1776-I-4, f. 7v.

(60) No nos consta ninguna noticia más sobre la actividad del citado aparejador, Alonso Moreno.

 

Fotografía a color de Xitro

 

Segunda entrega en este

 

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