LA RESTAURACIÓN DE UN RETABLO TARDOMANIERISTA EN SILES (JAÉN)

Antonio Custodio López García (18/05/2015)


 

 
     
     
Estado inicial
 
Estado final

 

Pocos datos se conocen de esta obra, que aparece fechada en su entablamento en el año 1642 y que fue trasladada a la Parroquia de la Asunción de Nuestra Señora de Siles, en Jaén, durante los difíciles años de la posguerra, sin conocerse realmente su origen o procedencia.

Estilísticamente se trata de un retablo tardomanierista donde se refleja las enseñanzas de Vignola y de los modelos creados por El Greco en Toledo. Sobre un banco decorado con motivos marmorizados (añadido cuando se instaló este retablo en la capilla) se dispone el único cuerpo del retablo con la representación de la Inmaculada Concepción, coronada por dos ángeles y acompañada de los símbolos de las letanías en las paredes laterales. A ambos lados se disponen columnas pareadas de orden corintio, profusamente decoradas con estrías helicoidales y puntas de diamante en su fuste y erguidas sobre esbeltos pedestales con representaciones pictóricas (Evangelistas, San Ildefonso y el Beato Juan Duns Scoto). Finalmente, tras un grueso entablamento, aparece un pequeño ático con la representación de la Anunciación.

En un primer momento este conjunto presentaba un delicado estado de conservación marcado por un inadecuado montaje y numerosas puntas metálicas que mal aseguraban uniones de por si poco estables. También se habían añadido elementos que alteraban la estética y proporción original como la mesa de altar, el sotobanco y la cristalera central; mientras que otros elementos decorativos habían desaparecido. Por su parte, la policromía presentaba numerosos levantamientos y pérdidas; y se encontraba muy desgastada y oscurecida por la aplicación de diferentes pátinas, barnices y repintes.

 

   

 

La intervención de la obra corrió a cargo del restaurador iliturgitano Antonio Custodio López.

El primer paso para intervenir este retablo fue la aspiración y la fijación de la policromía para proceder posteriormente al desmontaje de cada uno de los elementos que lo componen.

Paralelamente se eliminaron aquellos añadidos que no pertenecían al conjunto original: la cristalera que ocultaba el marco de la Inmaculada, el sotobanco instalado para colocar un sagrario hoy desaparecido y la mesa de altar que pertenecía a otro retablo de la parroquia. Todas las piezas fueron identificadas y trasladadas a dependencias parroquiales para proceder a su tratamiento.

 

   

 

A nivel de soporte se eliminaron aquellas puntas metálicas del retablo (la mayor parte colocadas en fechas recientes) que no cumplían ningún tipo de función y se volvieron a encolar aquellas piezas inestables con APV y espigas de madera donde era necesario.

Por otro lado, algunas de las piezas desaparecidas fueron recuperadas mediante la talla o el uso de moldes. 

 

 

La limpieza fue especialmente reveladora a la hora de recuperar la belleza original de esta obra enmascarada por suciedad, barnices oscurecidos y repintes. La operación permitió reconocer la variedad de técnicas policromas empleadas (estofados sobre oro y plata, corlas, temples, etcétera), la combinación de colores y los numerosos desgastes que se efectuaron en el pasado por limpiezas inadecuadas.

 

 
 

 

Especialmente complicada fue la limpieza de la zona del banco del retablo, prácticamente realizada a punta de bisturí por la delicadeza de la pintura y la cantidad de barnices aplicados que ocultaban completamente las representaciones. Los repintes que presentaban los aletones y la zona del banco también fueron eliminados con el objetivo de recuperar los motivos florales primitivos.

 

   

 

 

El estucado y reintegración cromática de lagunas de policromía se limitó básicamente a las representaciones pictóricas y zonas puntuales que podían afectar a la lectura general de la obra.

Particularmente destacada fue la recuperación de la pintura central de la Inmaculada Concepción, con lagunas de gran extensión a lo largo de toda la obra.

 

 
 

 

Todo el conjunto se reubicó de nuevo en su capilla, recuperando su estética primitiva e insertando nuevos puntos de apoyo al muro realizados en madera y acero inoxidable.

 

 

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