LA OBRA DE LORENZO MERCADANTE EN FREGENAL DE LA SIERRA (BADAJOZ)

20/05/2023


 

 
 
 
 

 

No existen apenas datos acerca de la biografía de Laurent Marc'hadour, cuyo nombre se españolizó al llegar a nuestro país en Lorenzo Mercadante, al que numerosas veces se le añadía "de Bretaña" para remarcar su origen bretón. Probablemente se formó en Flandes, aunque igualmente pudo estar relacionado con el núcleo borgoñón liderado por Claus Sluter, sin descartar los conocimientos adquiridos en su tierra natal.

El largo peregrinaje que lo llevó a Sevilla le hizo pasar por Santiago de Compostela, donde llegó siguiendo desde el sur de Francia el Camino de Santiago. Desde la ciudad gallega hasta la capital hispalense hizo otra vez el Camino, pero ahora a la inversa y en la versión de la Ruta de la Plata, dejando testimonio de su labor escultórica en distintos puntos del recorrido, como las Vírgenes con Niño que se exponen en el Museo de Cáceres y en la Iglesia de Santa Catalina de Fregenal de la Sierra (Badajoz) y el sepulcro del prior Pero Vázquez en la Iglesia Prioral de Nuestra Señora del Mayor Dolor o Iglesia del Castillo de Aracena (Huelva). Además de esta estatua yacente, relacionada también con Miguel Florentín, en la Parroquia de Santa María de la Asunción de dicha localidad onubense se conservaba un Calvario, repolicromado en el Barroco y destruido en 1936, cuya ejecución se relaciona también con Mercadante o un miembro de su círculo.

Ya en Sevilla, Mercadante trabajó en la Catedral entre 1453 y 1467, realizando trabajos en el cimborrio, que se derrumbó décadas después, y las esculturas de Santiago el Menor, la Virgen de los Remedios, la Virgen de la Cinta y la Virgen del Madroño, esta última terminada en 1454, así como el sepulcro del cardenal Juan de Cervantes Bocanegra. En los últimos cuatro años, ayudado por colaboradores como Pedro Millán, se ocupó de la decoración escultórica de las portadas catedralicias del Nacimiento y del Bautismo.

Además de las ya citadas, se le atribuyen en Sevilla la Virgen con el Niño del Museo de Bellas Artes y el San Simón de la Parroquia de San Andrés. Otras obras andaluzas relacionadas son el Calvario de Carmona (Sevilla), el San Miguel de Sanlúcar la Mayor (Sevilla), las Vírgenes con el Niño de las localidades sevillanas de Santiponce y Bollullos de la Mitación, la Virgen de la Fuensanta de Córdoba y la Virgen del Pajarito de Jerez de la Frontera (Cádiz). Fuera de Andalucía nos encontramos con otro San Miguel en el MNAC (Barcelona), procedente también de Fregenal de la Sierra, o la Virgen de las Nieves de Santa Cruz de La Palma.

 

 
 
 
 

 

Desde Fregenal de la Sierra llega ahora a la Catedral de Badajoz, como pieza invitada de los meses de mayo y junio de 2023, la mencionada Virgen con Niño, encargada al artista por la cercanía y contacto entre Sevilla y dicha localidad extremeña. La obra se fecha hacia 1460. Es de terracota policromada y mide 130,6 x 48 x 35 cm. Procede del Convento de Santa Clara, aunque actualmente se conserva en la Iglesia de Santa Catalina, donde recibe culto una Piedad que también se adjudica a Mercadante. El citado San Miguel que ahora está en Barcelona se veneraba en la parroquia frexnense de Santa María.

La Virgen con el Niño se concibió para ser adosada a un muro o retablo, de ahí que no muestre su dorso trabajado. La sonrisa de María, el ligero movimiento de la imagen, la mirada dirigida hacia el espectador y la tierna comunicación que se establece entre Madre e Hijo con la caricia de las manos, dan vida a la escultura haciéndola cercana y provocando una mayor devoción. Así se producía un cambio desde el sobrio arte medieval hacia un estilo más amable, más naturalista y que conectaba con los fieles.

De hecho, el estilo de Mercadante influyó decisivamente en la escultura sevillana de finales del gótico y representa la transición al Renacimiento. Y aunque no fue el único artista extranjero asentado en la Sevilla de aquellos años, fue el gran responsable de la introducción de las nuevas corrientes que ya triunfaban en otras partes de Europa, creando además una escuela escultórica que continuaría por la senda que inició.

Lorenzo Mercadante fue un escultor e imaginero de gran versatilidad. Trabajó magistralmente la terracota, el alabastro y la madera, consiguiendo gran naturalidad y un suave modelado. De Flandes se impregnó del realismo naturalista, y de Borgoña aprendió el dibujo, el modelado, la composición y la estética de sus realizaciones, introduciendo en el arte hispalense las características del movimiento eyckiano, llamado así por los hermanos Van Eyck, de indudable modernidad.

Es de lamentar que, por falta o desconocimiento de la documentación, no se tenga certeza absoluta de la realización por Mercadante de otras obras que tradicionalmente se le asignan, si bien en los últimos años la labor investigadora no ha cesado y los especialistas han estimado realizadas por Mercadante obras como el citado San Miguel de Sanlúcar la Mayor, dos tallas francesas de Santiago Apóstol o la Virgen del Buen Fin que se veneraba en Villamartín (Cádiz) y salió a subasta en 2019 a través de la casa sevillana Isbilya.

 

 
 
 
 

 

En su obra "Historia desconocida de Sevilla" (2023), recientemente editada por Almuzara, Emilio Carrillo destaca de las obras de Lorenzo Mercadante no solo su calidad técnica, sino la simbología y el lenguaje de los signos propios de los movimientos esotéricos de la época.

El sepulcro del cardenal Cervantes, por ejemplo, es una espectacular manifestación al respecto, una magna muestra de los conocimientos iniciáticos del escultor y, muy posiblemente, del esculpido, como constata minuciosamente Juan Sánchez Gallego en su "Guía esotérica de la Catedral de Sevilla". Consta que el propio Cervantes, hombre culto y uno de los principales impulsores de la construcción de la Catedral hispalense, fue quien, poco antes de su muerte, trajo a Mercadante a Sevilla para llevar a cabo su sepultura, dispuesta en la capilla catedralicia de San Hermenegildo. El escultor extranjero no dudó en firmar la obra, dejando constancia de su origen geográfico: "Lorenzo Mercadante de Bretaña entalló este bulto". La figura del prelado revestido de pontifical, cuyo retrato fue obtenido posiblemente del natural o por medio de mascarilla cadavérica, revela pormenores de gran pericia técnica, y el alabastro está labrado con detalles primorosos.

Esos conocimientos pudo haberlos adquirido Mercadante de su Bretaña natal, enclave céltico por excelencia donde operaban diferentes escuelas ligadas a las tradiciones iluminadas de Merlín, Arturo y sus caballeros, y que perfeccionó en el largo peregrinaje mencionado que lo trajo a Sevilla.

Según Carrillo, en la portada catedralicia del Nacimiento puede observarse la representación de la Alquimia en la inaudita figura de una mujer junto al Portal con sonrisa altisonante y socarrona. Los contenidos esotéricos del quehacer artístico de Mercadante se vuelven a observar en la Virgen del Madroño, también en la Catedral hispalense: María, con semejanzas a la sacerdotisa del arcano II del Tarot, muestra el pecho izquierdo al aire y lo sujeta con su mano derecha en actitud, como la Isis egipcia, de derramar la Leche de la Sabiduría sobre el Niño o neófito, que sostiene en la izquierda con su misma mano, haciendo con la derecha el llamado "signo de la liebre" (animal desconfiado por naturaleza y que, para esconderse, se entierra), utilizado iniciáticamente para advertir la existencia de algún secreto que se puede descubrir siguiendo el mismo camino que el del ocultamiento. Los amables rostros de ambas figuras, así como las ondulaciones de los largos y oscuros cabellos de María, tienen grandes semejanzas con los de la Virgen con el Niño de Fregenal de la Sierra que ahora se exhibe en Badajoz, pese a que en este caso la cabeza de la Señora esté parcialmente tapada con un velo.

La Virgen del Madroño presenta también un ángel arrodillado que ofrece al Niño un cesto de esos frutos y señala entre sus ropas la letra hebrea Geth, de valor numeral 8, que es la firma secreta de Mercadante y que enlaza con el protagonismo que dicho dígito ostenta en todo el recinto catedralicio de Sevilla.

 


 

 
 
 
 

 

Fotografías de Pedro Castellanos

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com