La imagen de Nuestra Señora de la Soledad es una pieza anónima de procedencia levantina que recibe culto particular en la localidad granadina de Guadix. Catalogada como una obra anónima de principios del siglo XIX, su restauración por parte del artista cordobés Sebastián Montes Carpio ha consistido en la consolidación de la talla, saneando las fisuras que presentaba; la incorporación de unos nuevos brazos articulados, provistos del sistema de rotación de bola; la limpieza y posterior reintegración de las partes anatomizadas y policromadas, dotándolas de una mayor riqueza en matices; la colocación de nuevos elementos postizos (pestañas superiores de pelo natural y lágrimas de cristal), pues no conservaba los primitivos, y el reemplazo de corchos por un terreno rocoso tallado en madera en la peana, que también ha sido decorada con una imitación de carey.