ROQUE LÓPEZ

José Luis Melendreras Gimeno


 

Roque López viene a ser el gran canto de cisne de nuestra escultura barroca murciana del siglo XVIII. El último tercio de esta centuria y la primera decada de la siguiente, la ocupa dignamente nuestro artista.

Es el mejor discípulo que tuvo Francisco Salzillo. Junto a él se encontraban los hermanos del genial maestro, entre los cuales sobresalieron Ines y Patricio, el escultor caravaqueño José López y Juan Porcel, excelente ayudante del maestro y compañero en el taller de Salzillo de Roque López, que más tarde se iría a la corte para trabajar en la decoración escultórica del Palacio Real.

De la generación artística de Roque López, a caballo entre un barroco amanerado y degenerado, con gustos rococós y un neoclásicismo pujante, son el valenciano José Esteve Bonet; el murciano afincado en Madrid, Alfonso G. Bergaz; el aragonés Juan Adán, escultor cortesano; el escultor catalán Damián Campeny y el canario José Luján Pérez.

Su nacimiento fue una verdadera incógnita, creyendo que era de Mula. Así dejaron constancia de ello Baquero, Acaro Abad, Eulogio Saavedra y Pérez de Meca y Escobar hasta que la labor erudita e investigadora de Sánchez Maurandi dió como resultado final que nuestro artista había nacido en la Era Alta el 16 de agosto de 1747, hijo de José López y de Juana López, ambos moradores del mismo pueblo. Su carta de aprendizaje la hizo con su maestro Salzillo y duró ocho años, aunque en otra escritura se le titula: "maestro de escultor".

Según el padrón de Vecinos de 1802, vivía en la collación de San Pedro, en la calle Vinader nº 6. Su mujer se lla-maba Lucía Hérnandez y tenía un aprendiz: Antonio Barceló. Cinco años más tarde, en 1807, fallecía su mujer. Y en el año 1809 el mismo padrón recogía la siguiente nota: "Roque López (santero)". El escultor valenciano Pedro Juan Guissart lo denunció ante los tribunales de justicia al igual que otros compañeros suyos, por no ser individuo de la Academia de San Fernando, ni de San Carlos. Pero esta denuncia no prosperó, quedando todos en libertad. Lo mismo que Salzillo, fue escultor del Concejo Murciano. Falleció víctima de la epidemia de fiebre amarilla en 1811, registrado en el Libro 3º de Defunciones de San Pedro. De una lista de 360 de la parroquia, en el lugar nº 64 aparece: "Dn. Roque López, viudo", folio 168 del mencionado libro.

Sánchez Moreno señala que en la producción de Roque López se pueden apreciar menos delicadeza en la ejecución de brazos y manos (abultadas estas en las muñecas), y unos ojos alargados, un poco desorbitantes, a diferencia de los que ostentan las imágenes de Salzillo. Roque López siguió fielmente en Murcia y sus pueblos más notables el estilo de su genial maestro, también en razón de la misma exigencia de los que hacían los encargos. Donde se muestra quizás más original y acertado es en las obras de pequeño formato o de dimensiones reducidas como Niños Jesús, Pastorcillos, imagenes de urna, Crucifijos de celebración, etc. . .

Con Roque López comienza el Circulo Salzillesco yque más tarde siguieron sus aprendices y fieles colaboradores, cómo los artistas caravaqueños Marcos Laborda y Francisco Fernández Caro.

 

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