RAFAEL


 

 

Rafael Sanzio (Urbino, 1483 - Roma, 1520) llegó a Roma procedente de Florencia, probablemente en el otoño de 1508. Según Vasari el joven artista fue llamado a la corte de Julio II (1503-1513) por mediación del arquitecto Bramante, que procedía, como él, de Urbino y que, en ese momento, era el responsable de las obras de San Pedro. A la muerte de Bramante, le nombraron director de las obras, haciéndose cargo también del cuidado de las colecciones pontificias y de las excavaciones arqueológicas.

En Roma, Rafael, también conocido como Rafael de Urbino por su lugar de nacimiento, fue contratado para participar en la decoración de los apartamentos privados del pontífice, situados en el ala norte de los palacios vaticanos, iniciando su trabajo por la estancia conocida con el nombre de la Segnatura.

La estrepitosa novedad de su lenguaje, unida a la innovadora forma de su narración fue tal, que las decoraciones realizadas poco tiempo antes por otros artistas fueron destruidas, y el proyecto se adjudicó en su totalidad a Rafael. El estudio y la realización de los frescos de la Estancia de la Segnatura se prolongaron durante tres años, de 1508 a 1511; a ella siguieron las Estancias de Heliodoro (1511-1514); la del Incendio de Borgo (1514-1517), y la de Constantino, ejecutada por sus discípulos tras su muerte, en 1520, y concluida en 1524.

Los brillantes resultados de su labor en El Vaticano, además del éxito obtenido con los retratos y con las pinturas devocionales, incrementaron la ya sólida y dilatada fama del pintor, contribuyendo a un aumento más que significativo del número de encargos. Esta circunstancia le obligó a organizar un taller donde los ayudantes y los colaboradores fueran capaces de dar una respuesta a la sobrecarga de tareas y peticiones.

Entre sus discípulos más aventajados destacan Giulio Romano y Giovan Francesco Penni, herederos del material de trabajo empleado por Rafael, especialmente de los dibujos y de los cartones tanto de los proyectos en curso como de los que quedaron sin iniciar tras el fallecimiento del maestro.

La presencia de estos colaboradores empezó a ser más evidente aproximadamente a partir del año 1514, y especialmente desde la Estancia del Incendio. Su contribución, sin embargo, sigue siendo bastante discutida y difícil de perfilar, especialmente en el periodo comprendido entre 1516 y 1520.

Rafael, durante esos años, fue el responsable directo de los procesos creativos; en ellos se valió de los dibujos, que aumentaron considerablemente, y que sirvieron de idea inicial y final a unos ayudantes encargados de materializarlos. Sanzio, por su parte, supervisaba desde los preliminares más elementales hasta las fases más delicadas confiando a veces, a sus colaboradores, una parte de los mismos.

 

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