GIOVANNI BATTISTA PIRANESI
Nacido en Mogliano di Mestre, entonces perteneciente a la República de Venecia, el 4 de octubre del año 1720, Giovanni Battista Piranesi inició su educación artística con su tío materno, el arquitecto Matteo Lucchesi, y con el también arquitecto Giovanni Antonio Scalfarotto. Con el grabador Carlo Zucchi tuvo la oportunidad de adiestrarse en el conocimiento de la perspectiva y del aguafuerte, y a su hermano Angelo Piranesi, monje cartujo, debe sus conocimientos de latín y de la antigua Roma. Desde muy joven sintió el deseo de ir a Roma, ciudad a la que acudió en el año 1740 al formar parte del séquito de Marco Foscarini, nuevo embajador veneciano ante el papa Benedetto XIV, en calidad de dibujante. La vida y la obra de Piranesi no parecen posibles lejos del ambiente romano. Alojado en el centro de la ciudad, el artista tendrá la oportunidad de conocer su grandeza arquitectónica clásica. Pronto comienza a sentir un gran interés por el grabado, que aprende en el taller del siciliano Giuseppe Vasi, discípulo de Filippo Juvara, y con su amigo y paisano, el también grabador Felice Polanzani. Sus primeras obras, unas pequeñas vistas de Roma, publicadas en el año 1748 con el título Prima Parte di Architetture e Prospettive, constituyen su iniciación en la técnica del aguafuerte, y en ellas plasmará ya sus grandiosos sueños de arquitecto, profesión que apenas llegó a ejercer (sólo se erigió un diseño suyo: la reconstrucción y decoración de la Iglesia de Santa María del Aventino, de la Orden de Malta), si bien sus estudios le permitieron dibujar con mayor facilidad. La fama que adquirió en Roma se debe fundamentalmente a las Vedute di Roma, colección con la que el Papa obsequiaba a los extranjeros que visitaban la ciudad. Los grabados de Piranesi, de gran formato y ordenados en libros, se exportaron rápidamente a Europa, a modo de souvenirs del Grand Tour, antecedente del moderno turismo cultural. Esas láminas influirían en la arquitectura palaciega, especialmente en las casas campestres inglesas. La serie Carceri d’Invenzione es un conjunto de grabados en los que crea unos inverosímiles espacios arquitectónicos formados por escaleras, bóvedas y arcos que se entrecruzan y se elevan hacia el infinito desafiando el orden lógico y creando vertiginosos abismos infernales. Con estas lúgubres escenografías carcelarias, Piranesi despliega toda su imaginación como arquitecto no realizado y demuestra estar más cerca de una sensibilidad romántica que del Neoclasicismo en el que se formó. La primera edición de Las Cárceles, compuesta por 14 láminas, se realizó en 1745, y quince años más tarde Piranesi decidió realizar una segunda, más completa y elaborada, conservada en el Museo de Bellas Artes de Valencia. Fallecido en Roma el 9 de noviembre de 1778, Piranesi será enterrado en la Iglesia de Santa María del Aventino; como hemos apuntado, su única intervención como arquitecto en su trayectoria artística. |