JURAJ JULIJE KLOVIĆ


 

 
 
Autorretrato

 

Considerado por muchos expertos como el mejor miniaturista e iluminador del Renacimiento, el croata Juraj Julije Klović (Grižane, 1498 - Roma, 1578), más conocido a nivel internacional como Giorgio Giulio Clovio, gozó en vida de la notoriedad y el respeto que todo reputado artista merece. Pese a residir en Italia desde muy joven, su fama siempre estuvo conectada a su país natal, ya que era llamado por las gentes "El Croata", y firmó algunas de sus miniaturas con el sobrenombre de Julio Clovio de Croazia.

Frecuentemente, Klović es mencionado también como uno de los más grandes pintores de miniaturas de todos los tiempos. Decían de él que con el pincel hacía tantos detalles fascinantes, que apenas podía percibirlos el ojo humano. Según la tradición, su destreza era tan asombrosa que hasta era capaz de pintar la Última Cena de Cristo con la uña de un dedo.

Muchos libros de oración, de horas, leccionarios y breviarios encargados por los grandes dignatarios de su tiempo fueron iluminados por su mano. Tanto ahora como entonces, son apreciados como pequeños grandes tesoros de acceso bastante restringido; de hecho son poco frecuentes los préstamos de estas obras, la mayoría celosamente custodiadas hoy día en los más prestigiosos museos y bibliotecas del mundo.

 

 
 
Cristo Resucitado

 

Nacido en la región noroeste de Croacia, en la zona septentrional del Adriático, Klović se marchó con 18 años de edad a Italia, donde entró al servicio del cardenal Domenico y, posteriormente, del cardenal Grimani. Pronto marchó a Hungría para ponerse a las órdenes del rey Luis II.

Tras un breve periodo en el que ejerció como clérigo, cambiando su nombre de Juraj a Julije, decidió volver a Italia, concretamente a Roma, bajo la protección de un nuevo patrón: el poderoso cardenal Alejandro Farnesio, en cuya corte tuvo contacto con los principales artistas de la época (Miguel Ángel, Vasari y Brueghel, entre otros), los cuales también gozaban del favor de Farnesio.

De hecho, fue el propio Juraj Julije Klović quien recomendó al cardenal Farnesio a un joven Dominikos Theotokópulos (El Greco), tras quedar admirado por su trabajo. El pintor cretense inmortalizó a Klović en dos ocasiones: un retrato con el famoso Breviario Farnesio en sus manos, y en el cuadro La Purificación en el Templo, en el que, junto a Klović, aparecían los famosos artistas Miguel Ángel, Tiziano y Rafael.

 

 
 
Breviario Farnese

 

Lamentablemente, muchas de las creaciones de Juraj Julije Klović (conocido también como el "Miguel Ángel de la miniatura" por su arte tan refinado) se han perdido. Aunque se sabe que su actividad profesional fue más temprana, las primeras obras documentadas del artista croata datan de 1526. Desconocemos pues, por el momento, los trabajos anteriores a dicha fecha.

Admirado en todas las cortes europeas, especialmente en España (existe una carta en la que se disculpa ante Felipe II por ser demasiado anciano y no poder responder a su invitación para trabajar en El Escorial, y en la que promete aportar varias miniaturas, luego modelos para los artistas que trabajaron en el monasterio), la precisión y el detallismo de Klović fueron tales que, sin las reproducciones facsímil aumentadas diez veces que se suelen exponer junto a los originales, pasarían desapercibidos el sinfín de los detalles pintados.

Uno de sus primeros encargos importantes conocidos es el Evangelarium Grimani, conservado en la Biblioteca Nazionale Marciana de Venecia. Llamado así por haber sido realizado para dicho cardenal italiano, se halla iluminado con representaciones de los cuatro evangelistas y escenas de la vida de Cristo. Tanto las figuras de los personajes, como las siglas y los frisos lujosamente decorados que lo adornan, revelan la influencia de Venecia y Roma, si bien algunos detalles remiten también a Durero.

 

 
 
Virgen con el Niño Dormido

 

Otra pieza magna es el Libro de Horas de Stuart de Rothesay, un códice actualmente custodiado en la British Library de Londres con el que comienza una brillante serie de iluminaciones, culminada con su pieza maestra: el Officium Virginis, propiedad de la Pierpoint Morgan Library de Nueva York. La pieza neoyorquina, conocida también como Breviario Farnese por haber sido llevado a cabo para el célebre cardenal, contiene 28 miniaturas con escenas del Antiguo y Nuevo Testamento, de considerable tamaño dentro de las limitaciones de su espacio; dos miniaturas de temas litúrgicos, y una opulenta decoración en los márgenes y en los marcos. Sus miniaturas vienen a ser una especie de epítome que Klović realiza de la pintura manierista de su tiempo.

Otro ejemplo es Jesús ante la Tumba de Lázaro, composición de 4,5 x 7 cm en la reflejó minuciosamente los detalles del paisaje y los rostros de una muchedumbre que rodea a la figura de Cristo. 

Por último, citar el Rylands Latin, un códice de Juraj Julije Klović que ahora posee la John Rylands Library of Manchester; el bello Misal Colonna; un Cristo Resucitado perteneciente a una colección privada de Valencia; una Sagrada familia con Santa Isabel y San Juan Bautista conservada en la Fundación Lázaro Galdiano de Madrid, así como diversas pinturas y dibujos sobre papel conservados en los principales museos europeos: el Museo del Louvre, el British Museum, la Galería de los Uffizi y la Colección Real del Castillo de Windsor.

 

 
 
Gloria in Excelsis Deo

 

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