RICHARD HAMILTON


 

 
 

Reaper

Hacia 1949
Aguafuerte y aguatinta sobre papel
17,1 x 24,7 cm

 

Nacido en el seno de una familia londinense de clase obrera, Richard Hamilton (1922-2011) fue uno de los más agudos observadores de imágenes procedentes de distintos ámbitos de la cultura contemporánea, desde el arte hasta los medios de comunicación o el mundo del consumo.

La obra de Hamilton disuelve las fronteras entre cultura popular y de élite en una profunda indagación que contesta un aparente aspecto lúdico e irónico. Siempre se consideró un artista figurativo, pero a lo largo de su carrera puso a prueba la vigencia de la pintura a través del diálogo con otros medios y disciplinas: fotografía, diseño, arquitectura, publicidad, grabado o imagen digital. Asimismo indagó en los géneros del retrato, la naturaleza muerta o el paisaje desde la apropiación de imágenes existentes y los vínculos establecidos con artistas tanto del pasado como contemporáneos.

En 1949, mientras estudiaba en la Slade School of Fine Arts de Londres, realizó la serie Variations on the Theme of a Reaper, grabados impregnados de influjo dadaísta que muestran su interés por lo mecánico y los diagramas científicos. Observó la morfología y funcionalidad de estas máquinas para convertirlas en un instrumento de indagación conceptual. Las segadoras sugieren un enlace entre el mundo orgánico (la tierra) e industrial (la agricultura mecanizada), que muestra su interés juvenil por la vinculación entre lo artificial y lo biológico.

Las inquietudes iniciales de Hamilton se plasmaron en el diseño de exposiciones. La primera de ellas fue Growth and Form. Concebida como un collage entre lo científico y lo artístico, presentaba una densa red de relaciones visuales, formales y espaciales: a las fotografías y diagramas de elementos naturales se yuxtaponían las estructuras reticulares del mobiliario expositivo, propias de la modernidad arquitectónica. La superposición de formas irregulares y biomórficas a otras, determinadas matemáticamente, desdibujaba la distinción entre forma artística y forma natural, entre apariencia y realidad.

La alteración de la materia orgánica fue una de las primeras cuestiones que el artista abordó desde una pintura inserta en los debates contemporáneos sobre la abstracción y la figuración. Estas obras desarrollan algunos de sus intereses por el crecimiento orgánico y en espiral y otras estructuras naturales, ya iniciados en Growth and Form. Por otra parte, sus continuos viajes en tren le llevaron a investigar en la pintura el movimiento y el punto de vista individual que se produce en ese medio de transporte, clave en la percepción visual moderna. Se percató de que, desde su ventanilla, los objetos cercanos parecían moverse en sentido contrario a la marcha, mientras los lejanos parecían hacerlo en el mismo sentido. Esta paradoja dio lugar a Trainsition, título que remite a la palabra "transición" y a la expresión "el tren donde montado voy" ("Train sit I on").

En la exposición Man, Machine and Motion, Hamilton reflejó su fascinación por el modo en que los medios de transporte trastocan toda visión y vivencia del mundo. Estaba integrada por fotografías y copias fotográficas de dibujos montadas en marcos reticulares y dispuestas a distintas alturas en función de su naturaleza "acuática", "terrestre", "aérea" o "interplanetaria". La muestra se insertaba así en el debate sobre el papel de la cuadrícula en la cultura contemporánea, estudiada desde disciplinas diversas como la ingeniería, la teoría del arte o el urbanismo. A pesar de ese aspecto racionalista del montaje, había una poética surrealista subyacente.

El papel de la sensualidad en el diseño y la publicidad fue el elemento central del primer acercamiento de Hamilton a la cultura popular. La relación entre consumo y placer visual queda sugerida en las curvas de los automóviles americanos (como Hommage à Chrysler Corp.), o permite asociar, en Hers is a Lush Situation, los labios de un icono del cine como Voluptua. Su enfoque sobre la cultura pop es sofisticado y objetivo, sobrio y al tiempo sensual, pero lejano de la ironía de Roy Lichtenstein o Andy Warhol.

En los años 1957-1963, Hamilton enumeró las características del arte pop: popular (creado para un público masivo), transitorio (solución a corto plazo), prescindible (se olvida fácilmente), de bajo coste, producido de manera masiva, joven (dirigido a los jóvenes), ingenioso, sexy, efectista, glamuroso y un gran negocio.

 

 
 

Just what is it that makes today’s homes so different?

1992
Impresión digital sobre papel
17,6 x 26,7 cm

 

Marcel Duchamp fue un referente constante en su carrera. Durante los años 50, Richard Hamilton estudió con profusión su trabajo y tradujo al inglés las notas de la Caja Verde, en las que Duchamp recogió los detalles de su destacado proyecto, El Gran Vidrio. Cuando en el año 1966 organizó una exposición antológica sobre Duchamp en la Tate de Londres, Hamilton realizó una reconstrucción de esta obra, demasiado frágil para viajar desde Estados Unidos. La obra Five Tyres conecta con la poética duchampiana en su interés por marcar la huella de un objeto cotidiano y tecnológico como el neumático.

Para la muestra colectiva This is Tomorrow, Hamilton ideó, junto a otros artistas, la instalación The Funhouse, formada por imágenes procedentes del cine de Hollywood, la ciencia ficción y la publicidad, y aderezada con diversos estímulos sensoriales. El resultado bascula entre el entusiasmo y la crítica hacia el papel central de los medios de comunicación en el imaginario popular.

Para el cartel y el catálogo de This is Tomorrow, creó su célebre collage Just what is it that makes today’s homes so different, so appealing? (¿Qué es lo que hace que las casas de hoy sean tan diferentes, tan atractivas?). Aunaba su interés por el diseño y por el efecto de los interiores en la vida de la gente, su preocupación acerca del impacto de la televisión, y, sobre todo, atestiguaba la apropiación de las imágenes procedentes de los medios que, recontextualizadas, cobraban nuevos contenidos. Una grabadora, un culturista, una modelo en topless o el cartel de una novela barata señalaban el inicio del pop y su aproximación a la cultura visual de masas.

Hacia mediados de los 60, Hamilton investigó sobre los límites de las distintas formas de representación. Ensayó con la ampliación del detalle fotográfico hasta el punto en que la imagen deja de emitir un mensaje preciso al espectador. Al aplicar óleo sobre la zona seleccionada de cada fotografía, dio lugar a distintos grados de inteligibilidad de la escena. El doble deterioro o distorsión de la imagen (mediante la ampliación y la aplicación de pintura) desvela el grano de la foto y aproxima el resultado final a la abstracción.

Como materia de indagación plástica, el interior, doméstico o de otra naturaleza, se convirtió en un subgénero que Hamilton trabajó a lo largo de su carrera desde diversos puntos de vista. El artista afirmó en una ocasión que cada detalle de Las Meninas "es un testimonio de la historia de España", algo que se puede afirmar acerca de sus propios interiores en relación al mundo contemporáneo, transformados ya para siempre por la presencia de objetos como el teléfono o el televisor, dispuestos a invadir de información el espacio privado.

En su diseño para el álbum "The Beatles" ("Álbum Blanco"), concibió una cubierta monocroma con el único distintivo del nombre de la banda en relieve. Al numerar cada una de las copias de los cinco millones de discos editados, consiguió una elocuente crítica interna a la beatlemanía y al consumismo asociado a ese fenómeno de masas. En la serie Swingeing London 67, alteró una fotografía de Mick Jagger, esposado junto al galerista Robert Fraser, tras su detención por posesión de drogas. Al cambiar "Swinging London" por "Swingeing London" ("Londres Severo"), Hamilton aludía a la "severidad" de la condena.

Tras ver unos contactos fotográficos en los que Marilyn Monroe había tachado los que no correspondían a su imagen pública, Hamilton trasladó a la pintura esas marcas y recubrió con capas de color algunas de las imágenes. Indagaba así sobre el placer visual que el cine ofrece a la mirada masculina y sobre la confusión entre la persona y su representación orientada al consumo masivo. A partir de un fotograma de la película I'm Dreaming of a White Christmas, propone una investigación con óleo para producir desde un "positivo" a color un "negativo" a color sobre lienzo, siguiendo la idea duchampiana de que todo tiene un opuesto.

 

 
 

The Solomon R. Guggenheim

1965
Serigrafía sobre papel
55,9 x 55,9 cm

 

La exposición an Exhibit permitió a Richard Hamilton mostrar de manera más concisa sus preocupaciones estéticas y conceptuales. Fue concebida como "un juego", "una obra artística" y "un entorno" que pedía la interacción del público asistente, e investigaba sobre las relaciones entre visión y movimiento. Las obras presentes en la muestra, de una abstracción hermética, conseguían que el público no se centrara en el contenido temático, sino en la estructura expositiva. Los paneles de metacrilato generaban reflejos y creaban espacios indeterminados, similares a los que ofrecen el cine y la televisión.

Cuando Hamilton pidió a numerosos artistas que lo retrataran con una cámara Polaroid, descubrió cómo en la elección de la escena, el contexto, el encuadre, el ángulo, la composición o las condiciones lumínicas, se reflejaba la sensibilidad de cada uno de los autores. Esto resultaba especialmente paradójico en un medio como la Polaroid, en el que mediaban unos pocos segundos entre la toma de la imagen y su revelado en papel.

En Fashion-Plate, el artista partió de fotografías de modelos en revistas ilustradas para realizar collages que reflexionaran sobre el género del retrato desde una perspectiva que miraba con ironía al cubismo. Cada rostro está formado por fragmentos fotográficos retocados con maquillaje y otros medios pictóricos. Si en su origen debían ser epítome de la belleza con fines publicitarios, ahora basculan entre lo glamuroso y lo grotesco. De ese modo, delataba la naturaleza artificial y construida de este tipo de imagen y anticipaba la práctica, hoy habitual, de retocar digitalmente las imágenes publicitarias.

De todas las Polaroids que le tomaron, Hamilton se sintió intrigado por la realizada por Francis Bacon, e imitó sobre ella las manchas propias del trabajo de este pintor. Dio lugar así a Portrait of the Artist by Francis Bacon, serie en la que ensayó una doble manipulación: por un lado, la alteración del aspecto original de la fotografía; y por otro, la emulación del gesto de otro artista. Dos décadas después, repitió el proceso de modificación pictórica de un retrato fotográfico mediante unos sencillos brochazos.

En la serie dedicada al edificio del Solomon R. Guggenheim Museum de Nueva York, diseñado por Frank Lloyd Wright, puede verse un desafío a las obras seriadas de otros artistas pop y, al tiempo, un homenaje al aspecto icónico y material de un edificio que se vincula a sus intereses por la espiral orgánica. El tratamiento del color y la textura del edificio y su conversión en objeto enlazan con su atención a las superficies pulidas y brillantes de los electrodomésticos.

Su fascinación por los diseños de la marca Braun surgió de sus visitas a la Escuela de Diseño de Ulm, heredera del espíritu de la Bauhaus. El rigor con que allí se estudiaban las formas, materiales y acabados convirtió a los productos Braun en la quintaesencia de un diseño industrial sobrio e imponente, objeto de culto para él. En 2008, sustituyó el logotipo de esta marca por su apellido en la serie Toaster Deluxe; algo similar al juego irónico por el que antes había convertido el logotipo del pastis francés "Ricard" en su nombre de pila, "Richard".

 

 
 

Balzac

2011
Inyección de tinta sobre lienzo
112 x 176 cm

 

En un inesperado giro escatológico, Richard Hamilton se inspiró en las postales que celebraban las virtudes laxantes de las aguas de la localidad francesa de Miers para un nuevo trabajo. Asoció esas imágenes de personas aliviándose al aire libre con un nuevo formato presente en las revistas de moda: el de la modelo en cuclillas, que permitía mostrar el cuerpo entero en una postura que combinaba a la vez provocación y recato. A ello unió la estética floral, propia de la publicidad de productos higiénicos y de cierta pintura tradicional. Trató así con irreverencia tanto el mundo del glamour como la sentimentalidad barata de determinadas imágenes estandarizadas de la pintura y la publicidad.

La instalación Lobby se presentó por primera vez en la Fruitmarket Gallery de Edimburgo, en el año 1988. Reproducía en diversos formatos y medios el vestíbulo de un hotel berlinés, desde los primeros dibujos hasta un colotipo y un gran óleo sobre lienzo. Lobby refleja el interés de la obra tardía de Hamilton por la recuperación y análisis de la perspectiva renacentista y por la creación de espacios impersonales y claustrofóbicos en un entorno, como el del vestíbulo, que debería ser acogedor.

Hamilton trató con herramientas informáticas las imágenes de diferentes espacios de una galería de arte y de su casa en el condado de Oxfordshire (Reino Unido). Aunque de aspecto hiperrealista, eran en realidad fotografías alteradas por medios digitales, con algunos elementos pintados. De esta manera, el artista creaba un juego de verosimilitud mediante la combinación de espacios reales y virtuales.

Hamilton intentó brindar una pausa en el flujo de información que ofrecía la televisión mediante la ampliación de una imagen congelada. En Kent State, fuerza a ver, una y otra vez, la imagen de un estudiante gravemente herido por la policía durante unas protestas. Mediante esta estrategia de detención y "pigmentación" de un instante, denunciaba la indiferencia de los medios y la impasibilidad del espectador ante lo que ocurre en la pantalla de televisión. En períodos posteriores de su carrera, regresó a motivos políticos de actualidad, tales como el gobierno de Tony Blair o el uso de armas nucleares por parte de Israel.

El artista alude en estas obras a las diferentes partes en el conflicto de Irlanda del Norte: The Citizen nace de un reportaje televisivo acerca de presos del IRA que habían untado las paredes de sus celdas con heces en señal de protesta. La imagen del preso, con apariencia de "Cristo", sin afeitar y envuelto en una manta, produjo un particular impacto visual. The Subject muestra a un miembro de la Orden de Orange en uno de sus desfiles públicos ante un inquietante estallido lumínico que sugiere un contexto de violencia política urbana. The State muestra a un soldado británico patrullando dubitativo las calles, en sentido opuesto a un camino difuminado de incierto final, en referencia a la perplejidad del Estado en tal situación.

En su último periodo artístico, Hamilton modificó la naturaleza original de sus interiores mediante el añadido de nuevos elementos. Regresó al collage como estrategia y volvió a dialogar con la obra de Duchamp mediante la introducción de desnudos que, en los casos de Descending Nude o The Passage of the Bride, suponen referencias explícitas a obras duchampianas.

Entre sus últimos trabajos figura en una serie inspirada en el relato de Balzac La Obra Maestra Desconocida, la historia de un pintor empeñado en realizar un desnudo femenino perfecto, pero que sólo consigue plasmar una maraña ilegible de líneas, algo que se ha interpretado como un antecedente de la libertad formal del arte del siglo XX. Tras la mujer que posa tendida, Hamilton incorporó los autorretratos de Poussin, Courbet y Tiziano, estableciendo una genealogía de los artistas que mantuvieron un duelo irresuelto con la práctica de la pintura.

 

 
 

Interior

1964
Serigrafía sobre papel
49,5 x 63,8 cm

 

A través de una selección de más de 250 obras realizadas entre 1949 y 2011, la exposición Richard Hamilton (del 27 de junio al 13 octubre de 2014) ofrece en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía un exhaustivo recorrido retrospectivo por la obra de Richard Hamilton (Londres, 1922-2011), figura clave del Pop Art y uno de los artistas británicos más influyentes del siglo XX. En ella se muestra cómo este artista logró construir un incisivo y polifacético discurso iconográfico que, bajo su aspecto lúdico e irónico, planteaba una reflexión crítica, no exenta de un cierto componente de fascinación, sobre la sociedad de consumo y el imaginario mediático contemporáneo, al tiempo que exploraba y desbordaba los límites entre lo popular y lo culto, lo natural y lo artificial, lo figurativo y lo abstracto. La muestra, el último proyecto expositivo en el que participó directamente Hamilton, nos da cuenta de la gran variedad de medios, géneros y temáticas que este artista utilizó y abordó a lo largo de su carrera: desde la fotografía, el dibujo o el grabado hasta el diseño industrial, la publicidad o la manipulación digital de imágenes; desde el retrato y el autorretrato y los interiores hasta las indagaciones de carácter metalingüístico (en torno a, por ejemplo, las limitaciones de las diferentes formas de representación o la relación entre visión y movimiento), pasando por la crítica política o la reflexión sobre el consumismo y la cultura de masas. La exposición también analiza el papel que jugó en su práctica artística la apropiación y recontextualización de imágenes pre-existentes, así como el diálogo que en muchos de sus trabajos Hamilton estableció con la obra de otros creadores. Dividida en 14 apartados que, aunque con matices, siguen un cierto orden cronológico, en la muestra se pueden ver las obras más conocidas de Hamilton. Dirección y horario: Calle Santa Isabel 52, Madrid; lunes a sábado y festivos de 10:00 a 21:00 horas; domingo, de 10:00 a 14:15 horas.

 

 
 

The Passage of the Angel to the Virgin

2007
Montaje digital sobre lienzo
120 x 168 cm

 

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