EMMET GOWIN
Emmet Gowin es uno de los fotógrafos más originales de los últimos cuarenta años y ocupa un lugar prominente dentro de la historia de la fotografía de la segunda mitad del siglo XX. Nace en 1941 en Danville, al sur de Virginia, en el seno de una familia religiosa: madre cuáquera y padre pastor metodista. En 1955 la familia se instala en Chincoteague Island, donde Gowin establece una relación con la naturaleza que despierta en él el deseo de ser artista. Dos años después comienza a experimentar con la cámara fotográfica de su padre. En 1961 se matricula en el Departamento de Arte Comercial del Richmond Professional Institute, donde destaca enseguida por su profunda comprensión de la fotografía. Durante su primera década como fotógrafo, Emmet Gowin trabajó con una Leica de 35 mm y con una cámara de fuelle de 4 x 5 pulgadas. En 1966 compone su propia cámara con piezas de antiguas cámaras Eastman 2D de 8 x 10 pulgadas; a comienzos de los años 70, la equipa con un objetivo gran angular Angulon y la convierte en su cámara preferida durante casi diez años: de esta mezcla resultaron unas imágenes circulares que sugieren una nueva mirada, secreta y misteriosa. Las primeras obras de Gowin recogen escenas de la vida cotidiana, donde tanto Edith Morris, su mujer -con la que se casó en el año 1964-, como su familia, cobran un papel protagonista. Aún así, será su esposa, desde los comienzos y hasta el final, el motivo principal más reiterado de sus obras. Descubriremos en estas fotografías una visión artística cimentada en la fuerza de la comunicación entre personas que se aman y respetan profundamente, así como una comprensión de la sexualidad como parte de la propia naturaleza, donde el cuerpo es aceptado en todos sus estados y funciones. |
En 1968 presenta su primera exposición individual, en el Dayton Art Institute donde un año antes comenzó a dar clases. Dos años después la revista británica Album es la primera que publica sus obras, y el Fogg Museum de Harvard la primera institución artística que adquiere sus fotografías. El gusto de Gowin por la naturaleza de su entorno comenzó a desarrollarse muy temprano. Influenciado por la educación profundamente religiosa que había recibido de sus padres, Emmet Gowin se alió desde niño con una comprensión del mundo donde, más que trascender hacia lo divino, era capaz de revelar la presencia de lo sagrado en la naturaleza. En los años 70, el artista inició un trabajo de documentación de paisajes, para el que realizó numerosos viajes por Europa, Asia y América. En 1973 Emmet Gowin comienza a trabajar como profesor del Programa de Artes Visuales de la Universidad de Princeton. Poco tiempo antes descubre la obra del artista William Blake, todo un referente intelectual de su obra. Dos años después recibe una beca de la John Simon Guggenheim Memorial Foundation. En 1976 la Light Gallery y Alfred A. Knopf, de Nueva York, publican su primera monografía, que supone un importante paso hacia el reconocimiento internacional de Gowin. En 1980 tuvo lugar una de las erupciones volcánicas más catastróficas del siglo XX y la mayor ocurrida en los Estados Unidos. Sucedió en el Monte Saint Helen´s, en Washington. Este acontecimiento resultó determinante en la orientación que tomaría la carrera de Emmet Gowin en el futuro. Con el fin de documentar esta devastación volcánica, Gowin decidió iniciarse en la fotografía aérea y descubrió su fascinación por un punto de vista que no había explorado hasta el momento. A partir de entonces llevó a cabo importantes trabajos de fotografía aérea en diversos países a lo largo de más de veinte años. A través de las imágenes del yacimiento arqueológico de Petra, que fotografía en 1982 por invitación de la reina Noor de Jordania -alumna de Gowin en Princeton-, el artista nos transmite su mirada personal. Muy lejos de verla como las ruinas de un antiguo reino, Emmet Gowin comparte con el espectador la percepción de una belleza que tiene la capacidad de despertar en nosotros una rica variedad de recuerdos y emociones. En cuanto a la técnica, esta serie significó un salto cualitativo en el proceso de impresión de la imagen que Gowin desarrolló, ya que por primera vez utilizaba alteraciones cromáticas. |
Desde 1986 Emmet Gowin ha dedicado especial atención, a través de la fotografía aérea, a los territorios devastados por la acción humana en el medio y lejano Oeste de los Estados Unidos y en otros países como la antigua Checoslovaquia. Gowin ha documentado los círculos de irrigación en Kansas, que consumen millones de litros de agua a pesar de no tenerla; los desiertos de Nevada, que asemejan un paisaje lunar por la acción de las pruebas nucleares, o las minas de carbón a cielo abierto y las centrales térmicas de Checoslovaquia, que contaminan un enorme territorio periférico. Lejos de emitir un juicio sobre la degradación ambiental provocada por la explotación humana, Emmet Gowin reivindica la capacidad del arte para redimir nuestra acción destructora. Sus fotografías aéreas resultan sorprendentes por su capacidad de ofrecer al mismo tiempo una visión descriptiva y abstracta del paisaje. A Gowin siempre le han fascinado los insectos y la biología tropical. Con el propósito de hacer una exhaustiva catalogación de mariposas nocturnas, viajó a Latinoamérica, donde trabajó durante varios años. Emmet Gowin siempre viajaba con su mujer, sin embargo Edith Morris no acudió esta vez a tierras tropicales. En pleno trabajo, fotografiando y catalogando mariposas, se encontró en la cartera una imagen recortada de su esposa, un papel con su silueta, que el artista decidió incorporar en sus fotografías dando lugar a una serie de creaciones originales, elaboradas con técnicas novedosas hasta el momento en la carrera del artista. La creación de una extensa obra original no le impidió ejercer además un influyente magisterio desde Princeton, donde ha formado a varias generaciones de artistas. En 2009 se jubiló tras 36 años como docente. Tres años después la Fundación Mapfre invita a Emmet Gowin y a su mujer Edith Morris a visitar España con el fin de realizar una nueva serie de fotografías aéreas de la provincia de Granada. |
Exposición Emmet Gowin hasta el 1 de septiembre de 2013 en la Sala Azca de la Fundación Mapfre (Avenida General Perón, nº 40, Madrid). Esta muestra, la más amplia retrospectiva de Gowin realizada hasta la fecha, permite un acercamiento a las diferentes etapas de su trabajo, a través de las cuales el espectador podrá contemplar la visión del fotógrafo sobre la realidad, desde lo más íntimo hasta lo más universal.
Tal y como él mismo dijo en 2009: "Hay cosas en vuestra vida que solo vosotros veréis, historias que solo vosotros oiréis. Si no las contáis o las escribís, si no hacéis la foto, esas cosas no serán vistas ni oídas". La Fundación Mapfre ofrece la oportunidad de acceder, por primera vez en España, al legado del artista norteamericano. Además ha publicado un catálogo -en español y en inglés, siendo hasta la fecha la más completa publicación del fotógrafo hasta la fecha, incluyendo desde sus primeras creaciones hasta las últimas obras, algunas de ellas inéditas- con la totalidad de las obras de la muestra, acompañadas por una selección de textos que permiten una profunda comprensión de la trayectoria y el significado de la fotografía de Emmet Gowin: se ha realizado una cuidada selección de escritos, entre los que se encuentran una biografía, un ensayo de Keith Davis, conservador jefe de fotografía del Nelson-Atkins Museum of Art, y otro de Carlos Gollonet, comisario de la exposición; así como un texto manuscrito por el propio Gowin al inicio de su carrera como artista, y el discurso de despedida que el mismo ofreció en la Universidad de Princeton en el año 2009, antes de retirarse. Horario de la exposición: lunes, de 14:00 a 21:00 horas; martes a sábado, de 10:00 a 21:00 horas; domingos y festivos, de 12:00 a 20:00 horas. |
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