LUIS GORDILLO


 

 
 

Los chinos

1979
Acrílico sobre lienzo
Colección Fundación Obra Social Monte de Piedad de Madrid

 

Luis Gordillo (Sevilla, 1934), una de las figuras más influyentes del arte español en los últimos cuarenta años, es Premio Nacional de Artes Plásticas, Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes, Premio Velázquez e Hijo Predilecto de Andalucía, entre otros muchos reconocimientos. Ha desarrollado una dilatada carrera en el campo de la pintura que viene a aglutinar diversos lenguajes en una amplia variedad de planteamientos, informales o formales, abstractos o figurativos, desplegada en las obras a lo largo de casi seis décadas.

Su carrera artística comienza a mediados de los 50. Tras pasar por la Facultad de Derecho de la Universidad Hispalense y estudiar música, decide ser pintor y asiste durante dos años a la Escuela de Bellas Artes de Sevilla. En el verano de 1958 realiza su primer viaje a París, donde entra en contacto con el informalismo, conociendo posteriormente el pop art, estética que le ofreció nuevos caminos de expresión. En París no solo se cultiva  a fondo en museos, cine, lecturas... sino que vive un clima de libertad entonces difícil en España. Amplía sus conocimientos sobre la vanguardia del momento, especialmente el informalismo y el arte geométrico.

En 1959 vuelve a París, esta vez por dos años. Aunque anteriormente había conocido algunos desarrollos del informalismo, primero a partir de fotografías y luego en sus viajes, es durante esta segunda estancia donde ya se empapa de lo que era la tendencia dominante en ese momento. Es palpable la influencia en las obras que realiza entonces de artistas como Tàpies, Fautrier o Wols, pero sobre todo de Michaux o Tobey.

El viaje a París fue determinante en su carrera, realizando a su regreso, en 1962, su primera exposición en Sevilla, en concreto en el Club La Rábida. Volvería a exponer en Sevilla en 1967 en la famosa galería La Pasarela. Cuando abandona París, entra en crisis su postura estética e incluso su vocación artística. Por primera vez constata la situación crítica de la pintura, sentimiento que no le ha abandonado  a lo largo de su vida, pero que, sin embargo, se ha transformado en uno de sus resortes básicos. Cuando, en 1963, vuelve a pintar lo hace en clave de estética Pop, de la que  puede considerarse uno de los pioneros en España, bajo cuyos planteamientos crea la famosa serie "Cabezas" (1963-1966), de la cual sobresale Gran Cabeza (1965), un retrato magnificado de mujer-sonrisa (cartel, pared, arquitectura, puerta, ventana) posee algo de esfinge surreal (sin ser surrealista), algo de icono pop (sin ser pop-art), algo de acidez muy moderna y de armonía muy clásica.

Otro de los episodios que marcan la trayectoria artística de Luis Gordillo es su viaje a Londres, y que explica su época pop. En Londres conoce la obra de Hamilton y la de Hockney entre otros y, poco después, las nuevas propuestas norteamericanas, a través de la exposición Arte de España y América, donde Robert Rauschenberg, Jasper Johns y Larry Rivers despertaron aún más su interés por esa nueva figuración tan sugerente.

Una nueva influencia, esta vez geométrica (Peatones, Automovilistas), concluye esta gestación que Luis Gordillo considera su síntesis inicial (informalismo, Pop, geometría), dando paso a un estilo totalmente personal. En 1966 interviene en la primera exposición del grupo Nueva Figuración, organizada por el recientemente fallecido pintor y crítico de arte Juan Antonio Aguirre, en la que se plantea la posibilidad de abrir una salida al informalismo español a partir de un lenguaje de síntesis con base geométrica.

En 1970, después de una larga crisis -el propio Luis Gordillo dice que el "crisismo" es una buena definición para su obra- en la que sólo hace dibujos de trazo automático, empieza a pintar cuadros como La Pecera, Bañista Plein Soleil... llenos de color y con un elemento nuevo, la ironía. La crítica relaciona estos trabajos con el grupo, entonces emergente, de la Nueva Figuración Madrileña, constituido por pintores de una generación más joven, en alguno de los cuales ejerce una clara influencia: Carlos Alcolea, Chema Cobo...

 

 
 

Gran Cabeza

1965
Óleo sobre lienzo
Colección Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC)

 

En los 70, además de pintar, realiza una amplia labor de investigación experimental con diversos métodos de reproducción y transformación de imágenes, ya sean propias como la "1ª Serie Lábil", de creación plenamente fotográfica como las "Secuencias Edipianas", o procedentes de los medios de comunicación  y transformadas  a través del laboratorio de color, offset, fotocopias... como la dedicada a Peter Sellers. Fruto de esta investigación es la aparición en su pintura de nuevos tonos, más artificiales y ácidos, y la práctica de la monocromía.

La serie "Peter Sellers", en homenaje al famoso actor británico, es especialmente destacable no solo porque participa de lo que ya Gordillo venía haciendo desde los años 60 y con más ahínco en los 70 a partir de la imagen encontrada en los medios de comunicación (él señala principalmente las revistas), sino sobre todo por una manera de exhibir que es también traslado de su estudio. En él va juntando, yuxtaponiendo, mezclando, entrelazando distintos elementos ya sean nuevos o provenientes de trabajos anteriores -e incluso futuros- en las partes u obras en sí mismas y en la pared donde se relacionan hasta componer un conjunto 

En los años 80, la pintura de Gordillo se vuelve más abstracta y compleja, menos colorista, y el autor llega a pensar en tender un puente con su abstracción informalista inicial. Aparecen series como "Duetos", "Gruyère" o "Situaciones Meándricas" -el mejor ejemplo de la introducción en la pintura de Gordillo de laberintos y líneas sinuosas que se desenvuelven como formas gástricas o intestinales- y al final de la década crea cuadros tan importantes como Cilindración de Fluidos y Alternancia en Timbres. El concepto de "situación meándrica" es básico en el desarrollo de su obra desde los 80 hasta la actualidad. Se basa en encontrar un recorrido para una mancha casi lineal y monocroma que se va extendiendo a lo largo del cuadro y en cuyo avance es esencial la idea de Gordillo sobre la diversidad  del automatismo.

Otro de los conceptos manejados por Gordillo es el de la termodinámica en la pintura -"calor-gesto" pictórico y el "frío-retención"-, y lo relaciona irónicamente con la obra de Jackson Pollock, titulando significativamente en los años 90 un cuadro como Blancanieves y el Pollock Feroz. Pero el trabajo de Gordillo, más que fijar la atención en obras concretas, reclama una visión aérea del desarrollo de su pintura, como el de una cuenca hidráulica en la que se inscribe un amplio dibujo líquido y dinámico. En la obra de Gordillo prima la idea de proceso abierto, desarrolla variaciones progresivas atendiendo a su peculiar sintaxis y rompe la unidad del cuadro transformándolo en una multiplicidad.

En los 90 predominan las obras de gran formato con cierto carácter mural y totalizador. La pérdida de simetría compositiva es bastante notoria en obras realizadas en el mismo período, donde la yuxtaposición de imágenes, bien de manera extensiva por alguno de los lados del cuadro, bien por superposición de unidades, ofrece una narración visual sincopada. El resultado es una variación original que supera la idea formal del díptico o políptico, recursos ambos utilizados también por Gordillo como expresión o deseo de rebasar límites.

La entrada en los 2000 viene caracterizándose por las nuevas experimentaciones en soportes y técnicas dando entrada a lo digital, creando Gordillo una nueva serie de cabezas en 2015. Tras las retrospectivas en el Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (1999) y en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (2007), entre 2016 y 2017 se celebra en el Centro de Arte Contemporáneo de Andalucía (CAAC) la exposición más importante que desde entonces se haya organizado sobre una visión en conjunto de la obra de Luis Gordillo.

Luis Gordillo está considerado como el "padre de la nueva figuración madrileña" -grupo en el que estaban artistas andaluces como Manolo Quejido, Guillermo Pérez Villalta o Carlos Alcolea-, así como uno de los más importantes pintores españoles de las últimas décadas. Su obra está presente en los principales museos nacionales e internacionales. Ha participado en Bienales como las de Venecia y Sâo Paulo, entre otras, así como en destacadas exposiciones en todo el territorio nacional y en el extranjero.

 

 
 

Sinfonía Bisagra o la seguridad social

1993
Acrílico sobre lienzo
Colección Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC)

 

La exposición Luis Gordillo. Confesión General, visitable hasta el 28 de febrero de 2017 en el CAAC (Monasterio de la Cartuja de Santa María de Las Cuevas, Sevilla; entradas por Avenida Américo Vespucio 2 y Camino de los Descubrimientos, s/n), es la primera retrospectiva de Luis Gordillo en su ciudad natal. La muestra está coproducida por las siguientes instituciones: el Patronato de la Alhambra y el Generalife, el Centro Guerrero, el centro Koldo Mitxelena Kulturenea de San Sebastián y el Centro Gallego de Arte Contemporáneo de Santiago de Compostela, lugares a los que viajará tras su clausura en Sevilla. Se trata de la exposición más importante realizada sobre Luis Gordillo tras las antológicas del MACBA (1999) y del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía (2007). En la muestra del CAAC se reúnen cerca de 200 piezas y se hace un recorrido por casi seis décadas y todas sus etapas creativas. Horario: martes a sábado, de 11:00 a 21:00 horas; domingo, de 10:00 a 15:30 horas.

 

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