ANTONIO MUÑOZ DEGRAÍN
Con información de José Luis Díez
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Los Amantes de Teruel 1884 |
Formado inicialmente, por decisión paterna, en los estudios de arquitectura, que abandonó pronto por los de pintura, Antonio Muñoz Degraín (Valencia, 1840 - Málaga, 1924) fue alumno de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia desde los doce años de edad. En la academia valenciana tuvo como maestro al pintor Rafael Montesinos, aunque él siempre se proclamó autodidacta, y como compañero a Francisco Domingo Marqués, quien le retrataría años más tarde en su estudio. Artista de carácter vehemente y exaltado, como la gran mayoría de pintores españoles de su tiempo fue un asiduo participante de las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes desde 1862 hasta 1915, siendo galardonado en 1861 con una mención de honor y con una tercera medalla en 1864, así como segundos premios en 1867 y 1871. En el año 1881 Muñoz Degraín obtuvo la primera medalla con la obra Otelo y Desdémona, cuyo boceto se conserva en el Museo de Bellas Artes de Valencia. Este galardón le permitió obtener la pensión del Gobierno para el deseado viaje a Roma, ciudad en la que realizó, no solo la que fue su gran obra maestra sino también una de las piezas capitales de la pintura española de todo el siglo XIX, Los Amantes de Teruel, espléndida escena a caballo entre el género literario y la gran pintura de Historia que fue enviada desde la capital de Italia y con la que obtuvo la primera medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes del año 1884. |
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Última Escena de Hamlet 1884 |
Fue titular de la Cátedra de Pintura de la Escuela de Bellas Artes de Málaga, donde tuvo como alumno a Pablo Picasso. En esta ciudad andaluza, a la que consideró siempre como su ciudad de adopción, había acudido en el año 1870 llamado por el pintor Bernardo Ferrandis para decorar el Teatro Cervantes, se estableció y en ella se casó. Más tarde, obtuvo la Cátedra de Paisaje de la Real Academia de San Fernando de Madrid y fue nombrado Director en el año 1901. También fue Presidente del Círculo de Bellas Artes de Madrid. Artista de fecundísima producción y desprendida generosidad, Muñoz Degraín cultivó todos los géneros de la pintura, mostrando una especial predilección por los pasajes literarios, las dramáticas escenas de inundaciones, los asuntos orientalistas -viajero infatigable, Oriente Próximo fue uno de sus destinos predilectos- y el género histórico, aunque siempre se le ha considerado como un atrevido y personal paisajista gracias a su innovador y peculiar uso del color desde sus obras más juveniles, por el cual sacrificó hasta el rigor del dibujo. En su madurez los tonos, siempre fogosos, ardientes y gozosos, llegan a ser estridentes y violentos. Con ellos concibe sus visiones llenas de fantasía e imaginación, envueltas en una verdadera orgía cromática, de una audacia a la que pocos artistas de su época llegaron a atreverse. Ya anciano hizo muy importantes donaciones de obras suyas a los museos de Málaga y Valencia, sus dos ciudades más queridas. |
FUENTES: DÍEZ, José Luis. "Antonio Muñoz Degraín", ficha sobre el autor publicada en El Mundo Literario en la Pintura del Siglo XIX del Museo del Prado, Madrid, 1994, p. 239. |