MANUEL JUAN CARRILLO MARCO

Texto y fotografías de José María Cámara Salmerón


 

Nadie desprendió el sol de tus ojos,
ni abrió inviernos en tu boca.

(M. Dato)

 

Manuel Juan Carrillo Marco nace en la Calle Presbítero Marco (actualmente, Calle Cartas) el 28 de Junio de 1915. Por aquel año, su padre, Manuel Carrillo García, también escultor, se había establecido temporalmente en Cieza con el fin de trabajar en la Basílica de la Asunción. Con el paso del tiempo, instalaría su taller de forma definitiva en la villa murciana, asentándose en la misma con su familia. Manuel Juan Carrillo Marco nació como fruto de la relación entre Manuel Carrillo García y Mercedes Marco. 

Manuel Juan pronto comenzó a entrar en contacto con la madera. Con tan sólo catorce años de edad, comenzó a ayudar a su padre en el tallado de obras, aprendiendo rápidamente el arte de la gubia. Sin embargo, el horror de la Guerra Civil frenó de lleno su increíble proyección, siendo destinado a tareas de cartografía militar por su perfecto dominio del dibujo.

Hay un hecho que marcó la trayectoria de nuestro artista: durante un tiempo, tuvo que ser ingresado en un hospital de Valladolid como consecuencia de unas fiebres; de esta manera, conoció al doctor, y a la vez escultor, José Cilleruelo, en cuyo taller entraría y tendría lugar su formación. Durante su estancia vallisoletana, realizaría varias visitas al Museo Nacional de Escultura que dejan en él una extensa huella, quedando influenciado de las obras de imagineros de la escuela castellana como Gregorio Fernández, Juan de Juni, Berruguete o Francisco del Rincón.

En 1941, Carrillo Marco regresa a Cieza. Con veintiséis años releva a su padre en el taller familiar, que pronto viviría su etapa más fecunda, ya que, al acabar la Guerra Civil, comienza una atareada y laboriosa labor encaminada a restaurar y crear nuevo patrimonio sacro para la Región de Murcia y otros territorios de España y Latinoamérica. 

En 1942 comienza a trabajar en su primera gran obra para la Semana Santa ciezana: el grupo de Jesús Resucitado, encargado por el gremio de panaderos con el fin de ser el titular de una cofradía de penitencia. Esta creación es la que catapulta a Manuel Juan, pues a partir de entonces le serían encargadas numerosas obras de gran envergadura para Cieza, caso de La Samaritana (sustituida posteriormente por una obra de José Planes Peñalver), El Santo Sepulcro, La Entrada de Jesús en Jerusalén, El Beso de Judas, etcétera.

Como hemos señalado anteriormente, también trabajó para otras poblaciones de la Región de Murcia y para zonas foráneas, realizando piezas como San Juan Bautista, Jesús Nazareno o el Señor de la Columna de Archena (Murcia); el Calvario y Jesús Nazareno de Lorca (Murcia); una Inmaculada concepción para la localidad murciana de Molina de Segura; Nuestra Señora del Rosario, Patrona del municipio murciano de La Unión; Jesús Nazareno de San Vicente del Raspeig (Alicante) y un sinfín de obras repartidas por la geografía española y latinoamericana.

Manuel Juan Carrillo Marco, que además de escultor fue tronista, pintor y músico, falleció el 5 de diciembre de 1988. Siempre en el recuerdo de los ciezanos estarás tú y tus obras.

 

 

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