Hijo de una familia económicamente modesta, el escultor Miquel Blay i Fàbregas nació en Olot (Girona) el 4 de octubre del año 1866. Considerado uno de los escultores más destacados del panorama artístico español entre finales del siglo XIX y el primer tercio del XX, en la Escuela de Dibujo tuvo por maestro a Josep Berga i Boix, y durante ocho años trabajó en los talleres de "El Arte Cristiano" de su localidad natal.

Becado por la Diputación de Girona, y con el viaje pagado por el Ayuntamiento de Olot, en el año 1888 Miquel Blay fue a estudiar en París, concretamente a la academia de Henry Chapu. Desde entonces, París fue una ciudad a la que estuvo siempre muy vinculado.

Obtuvo el Diploma Honorífico de la Exposición de Bellas Artes de Barcelona de 1891, año en que, becado de nuevo por la Diputación gerundense, prosiguió sus estudios artísticos en Roma. Con Los Primeros Fríos logró, en el año 1892, la Medalla de Oro de la Exposición General de Bellas Artes de Madrid. En 1894 regresó en París, donde permaneció hasta el año 1906, cuando se instala en Madrid.

Miquel Blay fue reconocido y premiado tanto en España (donde obtuvo, entre otras, la Medalla de Primera Clase en la Exposición Nacional de Bellas Artes de 1892 y la Medalla de Honor de este certamen en 1908), como en el extranjero, consiguiendo en París, al igual que Benlliure, la Medalla de Honor en la Exposición Universal de 1900 (siendo nombrado Caballero de Honor de la Legión Francesa en el año 1901) y en Buenos Aires el Gran Premio en la Exposición Internacional de Arte de 1910.

Blay donó varias obras al Museo-Biblioteca de Olot, y en junio de 1909 el Ayuntamiento acordó declararlo Hijo Predilecto. Asimismo, le fue concedida la Gran Cruz de la Orden Civil de Alfonso XII y fue nombrado miembro de la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.

En Madrid, además de ser reconocido como un excelente escultor, Miquel Blay fue Profesor de la Escuela Superior de Pintura, Escultura y Grabado de Madrid y, de 1925 a 1932, Director de la Academia de España en Roma, ciudad en la que había completado su formación juvenil.

Fallecido el 22 de enero de 1936, Blay tiene obras en varios museos de Europa y América, así como monumentos; como la fuente monumental de la Plaza de España, el conjunto escultórico de la fachada del Palau de la Música Catalana, de Barcelona, y el monumento a Mariano Moreno, en Buenos Aires.

Destacan en sus creaciones la calidad, la elegancia, la sobriedad y la naturalidad, tanto en encargos oficiales y privados (retratos de miembros de la nobleza, de la burguesía y de su propio entorno), como en proyectos públicos de monumentos en España, en Francia y Latinoamérica, principalmente en Argentina, nación a la que tuvo un especial cariño y donde dejó su impronta en los años culminantes de su carrera. También llevó a cabo proyectos monumentales en Santiago de Chile, Montevideo, Panamá y San Juan de Puerto Rico.

Miguel Blay aportó valiosos y significativos ejemplos en las diversas corrientes de la escultura de su época. Lejos de caracterizaciones encorsetadas, evolucionó por los caminos de la expresión modernista, simbolista, realista y naturalista. El éxito de su carrera se debió a sus grandes dotes para la escultura, con bases muy solidas para el dibujo, y a una vida de esfuerzo y tenacidad dedicada por entero a su profesión. El otro gran escultor del momento, Mariano Benlliure, lo definió como "el príncipe de la elegancia y la corrección".

El Museo Nacional del Prado de Madrid (Paseo del Prado, s/n) celebra el 150 aniversario del nacimiento de Miquel Blay con la muestra Solidez y Belleza. Miguel Blay en el Museo del Prado, que exhibe varias obras significativas en su trayectoria artística. Del 19 de abril al 2 de octubre de 2016 los visitantes de la colección permanente tendrá la oportunidad única de contemplar, en las salas 60 y 47 del edificio Villanueva, varias de sus obras fundamentales. Junto a grupos escultóricos destacados como Al Ideal o Eclosión que obtuvieron el máximo galardón en las diversas Exposiciones Nacionales de Bellas Artes, en la muestra se presentan dibujos, varias medallas y una pequeña agenda de notas del año 1902, que mostrarán sus diversas etapas creativas. Como actividad paralela, un interesante ciclo de conferencias acompañará a la exposición. El horario es de lunes a sábado, de 10:00 a 20:00 horas; los domingos y días festivos, de 10:00 a 19:00 horas.