ALEJO FERNÁNDEZ


 

 
     
Flagelación
 
Virgen de los Navegantes

 

Figura de capital importancia en la pintura andaluza del siglo XVI, el estilo de Alejo Fernández supone una magistral fusión entre la huella italiana, con grandes y aparatosas arquitecturas clásicas, y el gusto por el detalle tan propio de la escuela flamenca. A pesar de su nombre y apellido, hablamos de un artista alemán que castellanizó su identidad al tomar el apellido de su mujer. Su actividad primeriza en Córdoba comienza a documentarse hacia 1475.

El arte de Alejo Fernández, que se trasladó a Sevilla en 1508 por los encargos efectuados desde el Cabildo Catedralicio, representa la introducción del espíritu renacentista en la pintura sevillana, con obras como La Anunciación, el retablo de Maese Rodrigo de Santaella (Monasterio de Santa María de Jesús, hacia 1520), la Virgen de la Rosa, el retablo de Marchena (hacia 1522) o el prodigioso retablo de la Virgen de los Navegantes (1531-1536). Fuera del ámbito andaluz encontramos La Flagelación en el Museo del Prado o el tríptico de La Santa Cena en la Basílica del Pilar de Zaragoza.

Falleció en 1530, dejando a su muerte un encomiable prestigio y una larga estela de seguidores, caso de su colaborador Pedro Fernández de Guadalupe, así como otros pintores de mayor o menor renombre como Cristóbal de Mayorga, Juan de Zamora, Cristóbal de Morales y el llamado Maestro de Moguer.

 

 
     
Detalles del retablo de Maese Rodrigo

 

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