ARTE EN EL VIA CRUCIS MAGNO. SEVILLA 2013 - ESTACIÓN I
SAGRADA ORACIÓN DE JESÚS EN EL HUERTO

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

Comenzamos con este capítulo un repaso artístico de las esculturas procesionales convocadas al Magno Via Crucis
que se celebrará el próximo 17 de febrero en Sevilla con motivo de la declaración de 2013 como Año de la Fe
por el papa Benedicto XVI. Las obras pertenecen a catorce hermandades de la famosa Semana Santa hispalense.

 

 

Gracias a la labor historiadora de Jesús Miguel Palomero Páramo, consta documentalmente que, en 1675, se estaba labrando una nueva imagen de Jesús Orando en el Huerto para la cofradía sevillana de Montesión.

El realismo dramático del escultor hispalense Pedro Roldán (1624-1699), tan del gusto popular de la época, encuentra uno de sus mejores cauces de expresión en esta obra que, arrodillada, levanta la cabeza y dirige su mirada atormentada al cielo. Muestra el gesto implorante, las cejas enarcadas y los brazos extendidos, en actitud de súplica, con el fin de rogar al Padre la fortaleza necesaria para afrontar el inminente sacrificio. Las compactas masas de la barba, los afilados perfiles del rostro y la efectista teatralidad de su semblante la acercan a otras obras documentadas de uno de los talleres escultóricos más prolíficos de Sevilla, caso del Cristo del Perdón de Medina Sidonia (Cádiz) o el Atado a la Columna de Lucena (Córdoba). La fuerte tensión psíquica a la que está sometido se manifiesta en el sudor de sangre que corre por la frente y las mejillas.

La obra roldanesca tiene como precedente procesional un grupo formado por las hechuras de Cristo, el ángel y los apóstoles Juan, Pedro y Santiago, concertado en 1578 con el escultor abulense Jerónimo Hernández. El contrato fue descubierto en 1929 por el historiador Celestino López Martínez. Frente al romanismo estilístico de Hernández, la actual hechura roldanesca revela la impronta típica del barroco dinámico de las postrimerías del siglo XVII, aportado a la escuela sevillana por el artista flamenco José de Arce, con cuyo Cristo de las Penas para la cofradía sevillana de la Estrella muestra también la presente obra numerosos puntos de contacto.

El Señor de Montesión, labrado en madera policromada al óleo, mide 136 cm de altura. La talla ha sufrido varias intervenciones que han alterado su aspecto original: en el año 1832, manos anónimas sustituyeron el primitivo cabello natural por otro realizado en pasta y estopa, y en 1942 se realiza en el taller de Antonio Castillo Lastrucci un cuerpo anatomizado y articulado que sustituye al primitivo candelero; dicho cuerpo fue posteriormente retallado y encarnado por Francisco Buiza (1976), quien también retoca la parte posterior de la cabellera. En 1993 fue restaurado por Juan Manuel Miñarro, discípulo del anterior, y entre los años 1994 y 1995 por el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), donde refuerzan la peana, eliminan repintes, adaptan un nuevo sistema de articulaciones, reintegran las piezas de madera perdidas y las lagunas pictóricas, limpian la policromía y aplican una capa general de protección a la imagen.

Acompañan al Cristo en el paso San Pedro, Santiago y San Juan Evangelista durmiendo bajo un olivo, así como un ángel confortando al Redentor. En 1914 la composición del misterio fue reformada por el orfebre y diseñador Antonio Amiáns y Austria, quien dio la vuelta al conjunto para situar en primer término la figura del ángel que, antaño, aparecía al fondo y de frente, en tanto el Cristo pasaba a orientarse de cara al espectador, adelantando su posición desde el centro del paso, quedando atrás los apóstoles.

Los tres apóstoles que procesionan actualmente fueron tallados en madera de pino por el taller de Castillo Lastrucci (1947-1950) para sustituir a los destruidos en 1936, realizados por Vicente Hernández Couquet (1855). Han sido restaurados por Francisco Buiza (1981), Ricardo Rivera (1986) y Juan Manuel Miñarro (1999-2000). Las tres piezas perdidas en el incendio intencionado de la Guerra Civil reemplazaron seguramente los apóstoles tallados junto al Cristo en el obrador de Roldán (hacia 1675-1680).

Mención especial merece la figura del ángel confortador o Egudiel, una obra anónima sevillana del último tercio del siglo XVII, relacionada por algunos autores con la escultora Luisa Roldán (La Roldana), hija de Pedro Roldán. Esta efigie, de talla completa aunque revestida con túnica blanca, mide 110 cm de altura y ha sufrido, entre otras, tres intervenciones de importancia: en el año 1955 por Luis Ortega Bru, quien le hizo una nube y nuevas alas -las anteriores eran de Joaquín Gómez (1921)- debido a un accidente ocurrido en la procesión del año 1954; en el año 1987 por Luis Ángel Ortega León, quien labró nueva nube y sustituyó el antiguo armazón por un nuevo cuerpo anatomizado, y entre los años 1995 y 1996 por el IAPH. Porta el cáliz de la Pasión en su mano izquierda y una cruz de orfebrería -símbolo del triunfo de Jesús sobre la muerte- en la derecha.

Respecto a las andas procesionales -de estilo neobarroco-, la canastilla fue tallada en el obrador de Herrera y Feria -autores del diseño- por Manuel Guzmán Bejarano (1955), siendo los respiraderos obra de Antonio Vega Sánchez y Antonio Martín Fernández. Éste último se encargó de labrar las esquinas en el año 1986. El paso lleva relieves de Francisco Buiza y figuras de Ricardo Rivera. El dorado es de Manuel Calvo Carmona (1986).

Entre sus enseres, el Cristo posee dos piezas especialmente valiosas: tres potencias de oro de ley, cinceladas por los Hermanos Delgado (2000), y túnica y mantolín bordados por Esperanza Elena Caro.

 

Fotografía de Roberto Villarrica para www.fotoscofrades.com

 

FUENTES: Con información del Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH); LÓPEZ MARTÍNEZ, Celestino. Desde Jerónimo Hernández hasta Martínez Montañés, Sevilla, 1929, pp. 230-232; PALOMERO PÁRAMO, Jesús Miguel. "La Semana Santa de Sevilla, paso a paso", publicado en ABC, Sevilla, 1994, p. 145; SÁNCHEZ LÓPEZ, Juan Antonio. "Pontificia, Real, Ilustre y Antigua Hermandad Dominica y Archicofradía de Nazarenos de la Sagrada Oración de Nuestro Señor Jesucristo en el Huerto, Santísimo Cristo de la Salud, María Santísima del Rosario en sus Misterios Dolorosos Coronada y Santo Domingo de Guzmán", publicado en De Jerusalén a Sevilla. La Pasión de Jesús, tomo III, Sevilla, 2005, pp. 109-118.

 

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