JUAN DE ROELAS - 400 AÑOS
LA TRINIDAD, LA INMACULADA Y VARIOS SANTOS
02/08/2025
La figura del pintor Juan de Roelas, de cuyo fallecimiento se cumplen 400 años en 2025, ocupa un lugar
de relevancia como impulsor de una incipiente pero clara evolución de la pintura sevillana
de su época hacia formas naturalistas, mucho
más barrocas que las impuestas por el rígido
Francisco Pacheco. |
La vida de Juan de Roelas es poco conocida debido a la escasez de datos documentales. Solo recientemente se ha llegado a conocer su origen flamenco. De la documentación existente se desprende que nació en Flandes, hacia 1570, y que está en Valladolid junto a su padre a finales del siglo XVI, donde trabaja al servicio del Duque de Lerma. Se ordena sacerdote y en el año 1603 marcha a Olivares (Sevilla) para trasladarse después a la capital hispalense, donde compatibilizó su trabajo como pintor con el ejercicio de la capellanía en la Iglesia del Divino Salvador. En 1616 se trasladó a Madrid, con la aspiración de ser nombrado pintor de cámara del rey. Tras realizar unos trabajos para el Duque de Medina Sidonia en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), en 1619, Roelas retorna a Sevilla. En 1621 se encuentra de nuevo en Olivares como capellán, falleciendo allí cuatro años después. Su formación inicial puede suponerse que fue adquirida en su Flandes natal y completada en Italia. No existe ningún documento que acredite estos dos supuestos, aunque lo evidencia su estilo pictórico, por el que se intuye su presencia en Venecia en los años juveniles, debido a los grafismos procedentes de los maestros venecianos activos a finales del XVI, caso de Tintoretto,Veronés y los Bassano. En este lienzo de Roelas, titulado La Trinidad, la Inmaculada y varios santos, se muestra a un grupo de bienaventurados que rinde tributo a la Virgen María en presencia de Jesucristo, Dios Padre y el Espíritu Santo. Esta pintura se conserva en la iglesia del Sagrado Corazón de Sevilla y su ejecución se adjudica a Roelas hacia 1610-1615, fecha de apogeo de la exaltación concepcionista. La composición se resuelve con una aparatosa y amplia gloria celestial en la que, entre vaporosas nubes repleta de querubines y ángeles músicos, se sitúa la Virgen a la izquierda, en el centro Jesucristo, Dios Padre y la paloma del Espíritu Santo, y a la derecha los santos Juanes, san Leandro, san Hermenegildo, claramente identificable por tener el hacha de su martirio clavada en la cabeza, y un clérigo arrodillado que sin fundamento se identificó con Roelas; para otros era san Cayetano o san Ignacio de Loyola, aunque quizás sea el donante al que se le ha añadido una aureola de santidad. Completa la escena un dilatado paisaje intensamente iluminado con construcciones y accidentes geográficos descritos con cierto detallismo. |
FUENTES FERNÁNDEZ ROJAS, Matilde. "Iconografía de san Hermenegildo en la pintura sevillana (siglos XVI al XVIII)", en Anuario de Historia de la Iglesia andaluza, vol. 18, Centro de Estudios Teológicos de Sevilla, 2025, pp. 286-287. |
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