BICENTENARIO DE RAMÓN ÁLVAREZ
VIRGEN DE LA SALETA

09/01/2025


 

 
 
Foto: Cofradía de la Virgen de la Saleta (Zamora)

 

En el siglo XIX se mantienen los modelos iconográficos de la imaginería católica, tanto para culto público como para la devoción privada: imágenes de Cristo, de la Virgen y de los santos. A ello hay que sumar nuevas advocaciones marianas como las de Nuestra Señora de la Saleta y la Virgen de Lourdes, o el impulso de otras anteriores como es el caso del Sagrado Corazón de María o de María Auxiliadora.

Respecto a Nuestra Señora de la Saleta, así se denomina en castellano a Notre-Dame de La Salette, recordándose la aparición de la Virgen a dos niños, durante la mañana del 19 de septiembre de 1846, en el pueblo de La Salette-Fallavaux (Isère, Francia). Los niños, llamados Mélanie y Maximin, eran dos jóvenes pastores que se encontraban paseando el rebaño de ovejas del granjero para el cual trabajaban, y su relato es similar a cientos de otros relatos milagrosos cristianos registrados desde la Edad Media, en donde un pastor o campesino, o bien un grupo de ellos, tienen un encuentro con algún personaje de orden divino el cual les advierte de una catástrofe futura o del descubrimiento de una talla divina con la intención de renovar la fe entre los fieles.

 

 
 
Foto: Cofradía de la Virgen de la Saleta (Zamora)

 

Con la Virgen de la Saleta para Zamora, Ramón Álvarez realizaría, probablemente, en 1870 su creación mariana más popular. La devoción se difundió por España en la segunda mitad del siglo XIX, y es posible que a la ciudad de Zamora llegase de la mano del obispo Bernardo Conde y Corral, fundándose en la capital cofradía en la iglesia de la Concepción.

Pocos fueron los encargos del escultor que constan por escrito, y este es de los conservados el único que nos describe el proceso de construcción de las imágenes, especificando, entre otros detalles, que son imágenes de vestir labradas por separado, teniendo completamente talladas solamente la cabeza, el rostro y el cuello hasta la cintura, las manos y los pies. Asimismo, se dispone que tanto la Virgen, que viene a medir 170 cm de altura, como los niños, llevarían "ojos de cristal, pelo tallado y dentadura fingida con las capas correspondientes de pintura y encarnación".

En 2016, gracias a una donación privada, el grupo fue restaurado por Francisco Javier Casaseca, quien le devolvió los colores y las articulaciones originales tras desafortunadas intervenciones anteriores, que ocultaron los valores cromáticos y volumétricos primitivos del conjunto y alteraron la postura original de la Virgen. A raíz de los trabajos se descubrió la firma autógrafa en las tres figuras del escultor, que puso de manifiesto en ellas su condición de profesor de dibujo.

 

 
 
Foto: Cofradía de la Virgen de la Saleta (Zamora)

 

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FUENTES

RIVERA DE LAS HERAS, José Ángel. "El grupo escultórico de la Virgen de la Saleta", en http://www.saletazamora.com.

MORENO CHÁVEZ, José Alberto. "Las profetisas: movilización socio-política y liderazgo laico femenino en el catolicismo popular moderno", en Nuevo Mundo, Mundos Nuevos, París, Ecole des Hautes Études en Sciences Sociales, 2012.

RINCÓN GARCÍA, Wifredo. "Aproximación a la escultura religiosa del siglo XIX en España", en Estudios de escultura en Europa. Materiales del Congreso Internacional de Escultura Religiosa "La luz de Dios y su imagen", Crevillent (Alicante), Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, 2017.

https://www.lahornacina.com/curiosidadeszamora4.htm

 

 
 
Foto: Cofradía de la Virgen de la Saleta (Zamora)

 

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