150 ANIVERSARIO DE GUSTAV KLIMT
RETRATO DE JOSEF PEMBAUR

Jane Rogoyska y Patrick Bade. Con información de Jesús Abades


 

 

Los retratos masculinos son muy infrecuentes en la obra de Gustav Klimt. Valga como ejemplo que, en los últimos años de su vida, el pintor solo aceptara encargos para pintar retratos de mujeres hermosas. Por todo ello, parece casi imposible que el decididamente poco atractivo Josef Pembaur (1875-1950), prestigioso profesor de música, pianista y compositor austríaco, fuese retratado por Klimt.

Pembaur fue homenajeado por la creación de la sociedad que llevó su nombre, cuyos miembros se reunían cada jueves en la taberna vienesa Löwenbräu. Precisamente sus contactos con la Sociedad Pembaur fueron el motivo por el que Klimt pintó en 1890 este pequeño retrato (mide 69 x 55 cm), conservado en el Tiroler Landesmuseum Ferdinandeum de Innsbruck, ciudad natal del compositor. La técnica empleada es el óleo sobre lienzo.

Como varios de los retratos pintados por Klimt durante este periodo, da la impresión de haber sido ejecutado tomando como base una fotografía y no el propio modelo real. Al igual que en sus decoraciones para los antepechos situados en la escalera del Kunsthistorische Museum de Viena, realizadas en la misma fecha, Klimt coloca la figura, de marcado acento tridimensional, contra un fondo decorativo muy plano.

Quizás la característica más interesante de esta obra es el singular marco que rodea al retratado y forma parte integrante del conjunto. En este marco vemos también el resultado de los estudios llevados a cabo por Klimt sobre las ánforas de la Antigua Grecia conservadas en el Kunsthistorische Museum para los murales que realizó con destino a la mencionada entidad museística.

Por primera vez, Klimt pinta el trípode sagrado de Delfos (lugar donde se sentaba la pitonisa para hacer sus predicciones), motivo que conocería en una jarra roja de la cultura ática (siglo V antes de Cristo) y que le dejaría maravillado, hasta el punto de recrearlo más tarde en otras de sus obras, caso de la portada de Ver Sacrum, la revista de la Secession vienesa, u otro de sus escasos retratos masculinos, el del actor Josef Lewinsky.

 

FUENTES: ROGOYSKA, Jane y BADE, Patrick. Gustav Klimt, Londres, 2010, pp. 64-65.

 

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