MES DE JUNIO
SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

 
 

 

Según el calendario eclesiástico, junio es el Mes de Jesús y, especialmente, del Sagrado Corazón de Jesús, de ahí que hayamos querido comenzar este especial sobre escultura cristífera con esta iconografía.

Los simulacros del Sagrado Corazón de Cristo, tal y como hoy los conocemos, tienen su origen en 1675 con la visión de Santa Margarita María de Alacoque, en la que aparecía Jesús mostrándole las llagas de la Crucifixión y ostentando en su desnudo torso un corazón llameante y coronado de espinas, del que brotaba sangre y la cruz del sacrificio, como símbolo del desprecio humano hacia el amor de Cristo.

En el siglo XIX esta iconografía se difundió notablemente, hasta el punto de constituirse, durante la centuria siguiente y hasta nuestros días, como una de las representaciones de Jesucristo más extendidas entre los templos del orbe cristiano; la mayoría, no obstante, sin interés artístico por su carácter seriado.

No es el caso de la presente obra, titular de una cofradía de gloria que se halla establecida en la sevillana Parroquia de la Inmaculada Concepción. Se trata de una efigie labrada entre 1943 y 1944 por el escultor umbreteño Antonio Illanes en madera de ciprés, ricamente policromada y estofada. Es, sin duda alguna, una de las creaciones más interesantes de dicho imaginero y está concebida siguiendo la referida aparición de la santa visionaria, quien llegó a ser conocida como la Confidente del Corazón de Jesús.

Imagen de gran prestancia y cercanía con el fiel que la contempla, fue restaurada en el año 1992 por los escultores Adolfo Castillo y José Pérez Delgado, discípulos ambos de Antonio Castillo Lastrucci.

 

Fotografía de Manuel Agüera Ostos

 

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