SINE LABE CONCEPTA - GIOVANNI BATTISTA TIEPOLO

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

   

 

Máximo representante de la escuela veneciana de pintura durante el siglo XVIII, Giovanni Battista Tiepolo (Venecia, 1696 - Madrid, 1770) es un artista mucho más celebrado por sus frescos, encargados por los magnates de muchas ciudades italianas y de las grandes cortes europeas, que por sus cuadros de caballete, los cuales también derrochan gran originalidad e interés.

La Inmaculada Concepción (hacia 1769), actualmente en el madrileño Museo del Prado, fue pintada para el Convento de San Pascual Bailón de Aranjuez (Madrid) con motivo de la estancia del pintor en nuestro país tras recibir el encargo de redecorar el Palacio Real, afectado por un incendio.

Al igual que todos los lienzos de Tiepolo, se halla muy influído por la vocación fresquista del autor, de ahí que, como bien han apreciado los estudiosos del veneciano, esté tratado desde un ángulo que para este tipo de obras resulta novedoso, en escorzo de planos en declive, desde distancias absidiales.

La Virgen, concebida como una divinidad altiva e impasible, parece asomarse a la Tierra desde el globo con la media luna que le sirve de escabel. Sus plantas pisan al dragón, símbolo del pecado, y a sus pies se sitúan atributos marianos como las puras azucenas y el espejo, cuyo significado ya ha sido comentado.

Sobre María se dispone el Espíritu Santo en forma de paloma y la aureola de doce estrellas, representativa del papel de la Virgen en la Iglesia fundamentada por los doce Apóstoles. Los ángeles, símbolos de la creación espiritual, se distancian con soltura de espacios, creando un movido juego escenográfico.

 

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