BENITO DE HITA Y CASTILLO. TRICENTENARIO (IX)
MISCELÁNEA

Autores Varios


 

 

Virgen de los Ángeles (Cádiz)

Obra atribuida a Benito de Hita y Castillo, realizada en Sevilla en 1743; año en torno al cual Cayetano de Acosta concertó con la Archicofradía de la Virgen de los Ángeles, ubicada en la Parroquia del Rosario, la hechura de un retablo de madera para albergar la imagen de su titular, cuya construcción se alargó hasta 1744. Dicho retablo fue desmontado en 1784 y reemplazado por otro marmóreo de Torcuato Benjumeda, donde actualmente se conserva esta talla mariana, cuya policromía corresponde al genovés afincado en Cádiz Francesco Maria Mortola; dorador, junto a su hermano Juan, del retablo de Acosta. Para Lorenzo de la Sierra, resulta extraño que la archicofradía encargase a Hita la imagen de su titular cuando había concertado el retablo con un escultor tan capaz como Cayetano de Acosta; no obstante, como la Virgen llegó a Cádiz, procedente de Sevilla, a comienzos del mismo año en que se inicia el retablo, podemos suponer que el encargo a Hita fue anterior a la elección del tallista. Por otro lado, sus rasgos formales coinciden con la producción de Hita. La figura de Miguel de Linares en un inventario de 1790 pudiera corresponder con un intermediario del escultor sevillano.

 

 

 

Virgen del Rosario y San José (Higuera de la Sierra)

Según Carrasco Terriza, la Virgen del Rosario de la Parroquia de San Sebastián es una escultura en madera policromada (143 cm) del círculo de Hita, fechable a mediados del siglo XVIII. Se alza sobre una nube con tres querubines y media luna. Viste traje jacinto y manto azul, ricamente estofados. Con el brazo izquierdo sostiene al Niño, que bendice con la diestra, mientras sustenta con la izquierda el orbe abrazado con las bandas de la salvación. En la mano derecha, María porta el signo de su advocación. Respecto a San José, semejante a dicha efigie mariana, aparece con el Niño desnudo y sostenido entre los brazos. El Santo Patriarca viste túnica verde, estofado sobre oro, y manto rojo, abierto en semicírculos en torno a los brazos. Lleva en su izquierda la vara florida; de plata como la diadema del santo y las potencias del Niño. Esta talla (125 cm), anterior a 1787, se enmarca en el estilo de Hita y de los modelos sevillanos de la segunda mitad del siglo XVIII. Al igual que las anteriores, se conserva en el templo higuereño dedicado al patrón San Sebastián una Inmaculada Concepción de la segunda mitad del siglo XVIII que sigue también el estilo de Benito de Hita y Castillo, creador de tres ejemplares muestras sobre el tema en Sevilla: la de la Magdalena, la de Santa Catalina y la de los Remedios, procedente también de Santa Catalina; todas ellas de tamaño natural en madera estofada y policromada, con movidos paños, rostros juveniles, estilizadas, de elegantes figuras y ritmos zigzagueantes. La de Higuera de la Sierra viste saya blanca y manto azul abierto, une las manos, dirige su mirada hacia el suelo, y se eleva sobre tres cabezas de querubines y media luna con las puntas hacia abajo.

 

 

San Gabriel Arcángel (Sevilla)

En la colección particular de Mariano Bellver Utrera, en Sevilla, se conserva una pareja de arcángeles que a juicio de Roda Peña pueden identificarse con San Miguel (187 cm) y San Gabriel (172 cm), y cuyos caracteres estilísticos y morfológicos permiten atribuirlos con seguridad a Hita. Ambas esculturas fueron concebidas en complementaria responsión de gestos corporales, muy posiblemente para integrarse en un retablo, de manera que sus espaldas, dada su invisibilidad para el espectador, se dejaron sin tallar. Se muestran erguidos sobre peanas de nubes, ofreciendo unas zigzagueantes y confrontadas siluetas como resultado de inclinar sus respectivas cabezas en direcciones opuestas, girando en sentido contrario sus torsos y adelantando cada uno la pierna inversa, que rotan flexionadas en trayectorias afrontadas. También se contraponen a la hora de disponer sus miembros superiores: San Gabriel eleva el antebrazo derecho con el dedo índice dirigido al cielo, mientras el brazo izquierdo desciende extendido hacia el frente, prácticamente en postura contraria a la de San Miguel. El estofado de las indumentarias resulta especialmente vistoso, predominando los ramilletes y guirnaldas de rosas con pétalos celestes, blancos y carmesíes sobre campo áureo en el de San Gabriel, utilizándose corladuras de plata en el envés de los tejidos. Las flotantes cabelleras de largas guedejas incurvadas de ambas criaturas angélicas, así como sus juveniles y hermosos rasgos faciales, de ojos pintados sobre la madera y labios sellados que nos regalan una complaciente sonrisa, nos remiten indefectiblemente a prototipos habituales en Hita.

 

 

San Ramón Nonato (Teror)

La Basílica de Nuestra Señora del Pino de Teror posee un bello grupo de cinco obras sevillanas, constituido por los Santos Varones, San Ramón Nonato y los arcángeles Gabriel y Rafael. San Ramón, comisionado por Estanislao de Lugo-Viña, hombre de confianza del obispo Fray Valentín Morán, estaba ya en el templo en 1771, año en el que se anota que costó 1.200 reales. Su autor descolló en el panorama de la escultura andaluza del siglo XVIII, acercándose también a la transformación de tallas completas en obras de candelero, ayudado frecuentemente por sus hermanos Hermenegildo y Salvador. Las pautas de Hita, como podemos ver en esta obra, nos acercan a las propias de Pedro Roldán, Pedro Duque Cornejo y los hermanos Ribas. San José de Arimatea y Nicodemo, así como San Rafael y Gabriel (imágenes inferiores), fueron adquiridos igualmente en Sevilla. Todas ellas costaron 3.390 reales: 1.800 las esculturas, 20 las azucenas de San Gabriel, 1.200 el estofado, 2.200 los cajones donde vinieron, 80 reales de fletes desde Sevilla a Cádiz... (Sánchez Rodríguez, 2001). Algunas de estas piezas debieron de ser sometidas a intervenciones: en 1879, el herrero Sebastián Quintana compuso una de las alas de San Gabriel; asimismo, su compañero Rafael recibió retoques por parte de Arsenio de las Casas. Las cuatro poseen similar tamaño, en torno a 150 cm de altura. Los arcángeles fueron también asociados en su momento a la gubia de Hita. Es bien probable que los Santos Varones sean también suyos, si bien su factura grácil y afectada no alcanza las cotas que muestran aquellos personajes celestes.

 

 
     
     
Nicodemo (Teror)
 
San José de Arimatea (Teror)
     
     
 
     
     
San Rafael Arcángel (Teror)
 
San Gabriel Arcángel (Teror)

 

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Inmaculada Concepción (Higuera de la Sierra)

 

FUENTES: DE LA SIERRA FERNÁNDEZ, Lorenzo Alonso. "Novedades sobre la obra de Cayetano de Acosta en Cádiz", en Atrio nº 8-9, Sevilla, 1996, pp. 133-134; CONCEPCIÓN RODRÍGUEZ, José y María de los Reyes HERNÁNDEZ SOCORRO. "El patrimonio histórico de la Basílica del Pino de Teror", en Cuadernos de Patrimonio Histórico, nº 5, Las Palmas de Gran Canaria, 2005, pp. 74-76; RODA PEÑA, José. "Nuevas atribuciones al escultor Benito de Hita y Castillo en el tercer centenario de su nacimiento", en Laboratorio de Arte, nº 26, Sevilla, 2014, pp. 171-172; CARRASCO TERRIZA, Manuel Jesús. "La Parroquia de San Sebastián, de Higuera de la Sierra", en Actas XXII Jornadas de Patrimonio de la Comarca de la Sierra, Higuera de la Sierra (Huelva), Huelva, 2009, pp. 59-61 y 68; PAREJO DELGADO, María Josefa. "La iconografía de la Inmaculada Concepción en las parroquias sevillanas", en La Inmaculada Concepción en España: Religiosidad, Historia y Arte: Actas del Simposium (01-04/09/2005), tomo II, San Lorenzo de El Escorial, pp. 977-978.

 

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