EL GRECO. IV CENTENARIO (XXV)
LA ÚLTIMA CENA

Con información de José Álvarez Lopera


 

 

En este óleo sobre tabla (42,5 x 51 cm), realizado entre los años 1567 y 1570, Cristo ocupa el centro de un lado de una gran mesa cuadrada en torno a la cual están los apóstoles. La estancia tiene un pavimento ajedrezado en perspectiva y se ve un pesado cortinaje verde que baja del techo. La luz procede de la izquierda e ilumina toda la escena. La obra, no firmada, se hallaba en una colección particular de Milán y fue atribuida al pintor en la segunda mitad de los años 40 del pasado siglo XX, unos diez años antes de entrar en la Pinacoteca Nacional de Bolonia. La mayor parte de la crítica coincide en fechar el cuadro en la época veneciana.

Muchas son sus relaciones con otras primeras obras del artista: Cristo recuerda al Padre Eterno en la escena con Adán y Eva del Tríptico de Módena, otras figuras recuerdan los personajes de la Adoración de los Reyes del Museo Lázaro Galdiano (imagen inferior); es idéntica la factura a base de pinceladas vivaces y empapadas de luz. Se trata, también en este caso, de la obra de un pintor bizantino que avanza hacia la pintura occidental, italiana y veneciana en especial. Es probable que el joven Domenikos tuviera presentes temas análogos de Tiziano, Bassano y Tintoretto a través de grabados de Raimondi.

Según Álvarez Lopera, estamos lejos de conocer, con la suficiente profundidad y extensión, la producción veneciana del Greco -y por tanto de establecer una seriación correcta de las obras allí realizadas- pero es muy posible que debamos plantear un periodo inicial en el que habría trabajado por libre y sin contacto con ningún gran taller. La mayor parte de las obras adscribibles a este periodo, entre ellas la que nos ocupa, presenta una continuación de los procesos ya observados en las obras cretenses; es decir, el uso de motivos tomados de grabados ajenos para la construcción de escenas propias. Lo que cambia, durante los primeros tiempos en la ciudad de Venecia, es el dominio de los medios técnicos, no los procedimientos conceptuales.

Se desconoce el comitente de la Última Cena, probablemente privado dado su pequeño tamaño. La obra tiene unas innegables afinidades iconográficas con otras dos de Tintoretto sobre el mismo tema: una pintada en 1547 para el templo veneciano de San Marcuola -el pavimento, el escabel, la postura y la actitud de algunas figuras, sobre todo la que vuelve la espalda al espectador- y otra de 1559, hoy en la iglesia de Saint François Xavier de París pero hasta 1818 expuesta en la iglesia veneciana de San Felice, donde pudo haberla visto El Greco.

 

 

FUENTES: AA.VV. El Greco, vol. 5 de "Los Grandes Genios del Arte", Corriere della Sera, Milán, 2003, p. 82; ÁLVAREZ LOPERA, José. El Greco, Madrid, 2001, pp. 10-11.

 

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