DECOR CARMELI 2012

Juan Dobado Fernández


 

   

 

Según la tradición carmelita la Entrega del Escapulario a San Simón Stock tuvo lugar el 16 de julio de 1251, en un momento en que la Orden pedía la protección a su Patrona ante las dificultades que se presentaban. Simón Stock, General de la Orden en ese momento, recibe como respuesta de la Virgen del Carmen el escapulario, que a partir de ese momento se convertiría en el signo más conocido de la espiritualidad carmelitana.

Conocemos dos versiones del tema realizadas por Tiepolo, genial pintor veneciano del siglo XVIII. La primera, la más antigua (imagen superior), es la gran pintura conservada en la Pinacoteca de Brera (Milán). Se trata de una pintura de enormes proporciones (más de 6 m de anchura) que pertenece a su primera época (1721-1727). Fue encargada por el boticario Giacomo Tonini para una capilla de la iglesia veneciana de San Aponal. Llama la atención que la Virgen del Carmen no esté justo en el centro de la gran composición, lo cual se debe a que la luz incidía directamente en esa parte de la pintura, por lo que el artista desplazó el centro del grupo hacia la derecha junto con los tonos más claros que parten de la Virgen del Carmen, Santa Teresa arrodillada y San Simón Stock. La zona más oscura se reserva para las Ánimas del Purgatorio, que son liberadas por los ángeles para pasar al Paraíso. Al fondo se ven miembros de su cofradía carmelitana.

La presencia de las ánimas se refiere a la Bula Sabatina o privilegio mediante el cual la Virgen sacaría del Purgatorio a los que habían vestido el escapulario durante su vida el sábado siguiente a su muerte. Esta bula fue concedida por el papa Juan XXII en el año 1322 como consecuencia de una aparición de la Virgen a dicho pontífice. Desde este momento se difundió esta prenda mariana por todo el mundo cristiano hasta nuestros días. Entre las Ánimas del Purgatorio que aparecen en la obra de Brera vemos representantes de todos los estamentos sociales y religiosos, los cuales llevan el escapulario esperando ser llevados al cielo, así vemos un obispo en primer lugar, una reina y al fondo un pontífice, que identificamos por su tiara.

La otra gran pintura (imagen inferior) es la que centra la Scuola dei Carmini de Venecia. Forma parte de un gran conjunto de nueve telas pintadas por Tiepolo para la bóveda de la Sala Capitular. Pintada en 1747, aquí el maestro ofrece la grandeza de sus mejores composiciones. La Virgen del Carmen aparece llevada por una nube de ángeles, uno de ellos entrega el Escapulario a San Simón Stock, arrodillado. Un ángel le entrega el Escapulario del hábito justo detrás de él. Otro, a los pies de la Virgen, le hace entrega del Escapulario pequeño, no del grande del hábito, subrayando el mismo valor de ambos, ya que la sede es una Cofradía o Confraternidad que tenía en esta prenda su señal distintiva. El colorido es espectacular, dominando los blancos, azules, carmines y oros. La zona inferior derecha, donde están las Ánimas del Purgatorio, se reserva también a los ocres. Tiepolo ha sabido imprimir a la figura de la Virgen del Carmen, vestida de tonalidades concepcionistas, muy propias de la Orden en Italia, la grandiosidad y elegancia de las grandes Madonnas del arte italiano.

Estas no fueron las únicas obras con temas carmelitanos pintadas por Tiepolo (Venecia, 1696 - Madrid, 1770). Destaca el gran conjunto para los Carmelitas Descalzos de Venecia, la bóveda central con el Traslado de la Santa Casa y las capillas laterales donde descuella la bóveda con el Triunfo de Santa Teresa de Jesús. En otras ocasiones también pintó a la santa española en cuadros de caballete.

 

   

 

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