DECOR CARMELI - MADRID

Con información de Enrique Valdivieso y Matías Pérez Padrón


 

   

 

Pieter van Lint, mal llamado en nuestro país Pierre van Lint y Pedro van Lint, nació en Amberes en 1609 y murió en esta ciudad en 1690, después de una larga vida dedicada al ejercicio de la pintura. Se formó al lado del pintor Artus Wolffaert, alcanzando el grado de maestro pintor en su ciudad natal en 1632. Este mismo año emprendió viaje a Italia, donde permaneció durante ocho años, residiendo principalmente en Roma.

La estancia italiana de van Lint se reflejará claramente en su estilo y le proporcionará una personalidad original dentro del panorama de la pintura flamenca de su siglo. Esta personalidad se forjó en el ejercicio de copista y dibujante de esculturas y relieves clásicos, lo que le proporcionó un dibujo correcto y firme al tiempo que una concepción de las formas equilibrada y serena. Las fisonomías y actitudes de sus personajes son siempre sobrias y solemnes, presentando un clasicismo monumental que tiene grandes reminiscencias escultóricas. Estos caracteres se reflejan claramente en los frescos que realizó en una capilla de la romana Iglesia del Popolo (1632).

En el año 1640, van Lint regresó a Amberes, donde en adelante desarrolló su carrera pictórica en un estilo que reflejó fuertemente su experiencia italiana. En sus pinturas aparece siempre un repertorio de formas graves y serenas que le diferenciaron notablemente del movido universo pictórico creado por Rubens en Amberes. El estatismo de van Lint contrasta con la vitalidad de la pintura rubeniana, aunque en ocasiones se observa que copió detalles de Rubens a través de grabados que reproducían obras del gran maestro.

Todo lo anterior se manifiesta en el lienzo con el que cerramos el especial sobre iconografía carmelita de este año. Se trata de La Aparición de la Virgen con el Niño a los Carmelitas de Malinas, pieza de grandes dimensiones (292 x 207 cm) y cronología indeterminada que se conserva en el madrileño Museo Lázaro Galdiano. Retrata un milagro narrado desde el siglo XV, según el cual María, sedente y majestuosa, le entrega a un grupo de frailes el don más conforme con su carácter. Así, por ejemplo, uno de ellos recibe un ramo de lirios por su castidad, y otro un pan por su devoción al Santísimo Sacramento. Éste último, arrodillado, ocupa con la imagen mariana el eje principal de la escena y, en opinión de Matías Pérez Padrón (gran experto del artista flamenco), presenta, rejuvenecido, grandes similitudes con el Jacob de un lienzo londinense erróneamente atribuido hasta hace unas décadas a Pieter van Laer. Muchas obras de Pieter van Lint han sido también mal asignadas a pintores como Murillo.

Las pinturas de van Lint tuvieron una gran difusión en España, a donde llegaron exportadas desde Amberes por el célebre comerciante Willem Forchoudt, para quien el artista trabajó de 1665 a 1678. Al ser Sevilla el principal puerto de España donde desembarcaban las mercancías procedentes de Amberes, es lógico que muchas de sus obras se quedaran en la propia ciudad y en sus contornos, caso del municipio sevillano de Morón de la Frontera.

 

FUENTES: VALDIVIESO GONZÁLEZ, Enrique. "Nuevas obras de Pieter van Lint", artículo publicado en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA), tomo 45, Madrid, 1979, pp. 478-479, DÍAZ PADRÓN, Matías. "Un lienzo de Pierre van Lint atribuido a P. de Laer en Londres", artículo publicado en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA), tomo 52, Madrid, 1986, p. 481.

 

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