DECOR CARMELI - VILLA DE MAZO

Texto y fotografías de José Guillermo Rodríguez Escudero


 

 

La preciosa talla se halla entronizada en la capilla del Carmen -colateral del lado de la Epístola- de la Parroquia de San Blas Obispo de la Villa de Mazo (La Palma) dentro de un retablo de madera barroco del siglo XVIII.

La Virgen aparece inventariada por primera vez en febrero de 1706. Fue donada, junto con la imagen de San Juan Bautista, por el presbítero Pedro Acosta Van de Walle, y realizada, según Pérez Morera, por el artífice isleño Bernardo Manuel de Silva (1655-1721). Veremos que otros investigadores, como Hernández Perera o Negrín Delgado, opinan por el contrario que esta obra participa de las características propias de la estatuaria barroca flamenca de la segunda mitad del siglo XVII.

La obra artística de Silva, maestro de maestros, se caracteriza por las influencias flamenca, sevillana y portuguesa. Para Pérez Morera, la imagen de la Virgen se "inscribe dentro del tipo mariano de inspiración flamenca". En su obra sobre la saga de los Silva de Santa Cruz de La Palma, el mentado profesor palmero -profundo investigador de las piezas flamencas en la Isla, así como de la magnífica obra del polifacético Bernardo Manuel- concluye que la Virgen del Carmen -escultura en madera policromada de 93 cm- ha salido de la gubia de este artista. La influencia de la imaginería del antiguo reino de Flandes, cuyos modelos contemplaría desde su infancia, queda reflejada en sus excepcionales representaciones marianas. Los débitos flamencos se manifiestan"especialmente en el tipo de rostro, que presenta como característica común dulce expresión ensimismada y abstraída; frente amplia y abombada, ojos semiabiertos, pintados al temple, cejas finas y curvas, labios pequeños, labios pequeños, barbilla prominente y redondeada y cabello partido en raya a la mitad que cae en suaves ondulaciones".

Dentro de la iconografía mariana de Silva se encuentran también la Virgen del Rosario de la Iglesia de San Andrés, la Virgen del Socorro de su ermita homónima en Breña Alta, la Inmaculada de la Iglesia de San Francisco de la capital palmera y la Inmaculada de la Parroquia de San José de la Villa de Breña Baja. La afinidad entre ellas y con la Virgen del Carmen -siempre según Pérez Morera- se aprecia a simple vista si comparamos el rostro, la suave y elegante caída de los pliegues, el tipo de calzado y los motivos de los estofados, el acabado posterior, manto cruzado de forma diagonal desde el hombro izquierdo hasta la altura de la cintura, que cae por la espalda en pliegues paralelos y rectilíneos, etcétera.

Son piezas que, según Pérez Morera, "presentan idénticas características formales, de ahí la supuesta filiación flamenca que se les ha querido dar". El investigador profundiza también en que los estofados de los vestidos, por ejemplo entre la Virgen del Socorro (1700) y la del Carmen (1706), son idénticos en la obra de Silva, "a base de motivos florales compuestos de trifolias, gruesos roleos y orlas punteadas en oro".

De apariencia juvenil y ataviada con el hábito marrón y el manto blanco de la orden de los Carmelitas, portando originalmente en sus brazos al Niño y en su mano -tal vez- el escapulario, la bella escultura mariana responde al tipo iconográfico creado por esa Orden Monástica, con la que se pretendía inculcar a la Virgen en razón de su linaje, y difundido por la institución de cofradías bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen o de las Almas del Purgatorio. La gravedad de su majestuosa figura -escribe Negrín- "viene subrayada por las calidades de los paños, que, con indudable verismo reflejan la pesadez de sus gruesos ropajes cayendo en someros pliegues de perfil redondeado y trazado rectilíneo, sólo quebrados en los bordes de la falda, y traslucen el movimiento descrito por su cuerpo colocado en contraposto". Efectivamente, este dinamismo está más acentuado con el vuelo del manto de remates ondulados y la proyección de los brazos hacia delante. Al mismo contribuye el ladeamiento de la cabeza hacia la derecha. Otra característica es la expresión serena y abstraída de su semblante.

 

 

FUENTES: Archivo Parroquial de San Blas, Libro de Visitas, ff. 30 v. y 60; Libro de la Cofradía
de N.S. del Carmen
, ff. 1-12; Libro de Inventarios, s.f. NEGRÍN DELGADO, Constanza. "Escultura",
en Arte Flamenco en La Palma, 1985; PÉREZ MORERA, Jesús: Bernardo Manuel de Silva, 1994.

 

Quinta Entrega en este

 

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