EL CORONIL

Sergio Cabaco y Jesús Abades (08/10/2008)


 

 

El Coronil es un municipio de la campiña de Sevilla que atesora un interesante y poco conocido conjunto de retablos y tallas religiosas, casi todos de los siglos XVIII y XIX. Se encuentran mayormente en la Parroquia de Nuestra Señora de Consolación, edificio de origen mudéjar con importantes reformas barrocas y neoclásicas.

Además de la iglesia parroquial, el patrimonio sacro de esta villa, tras el cierre de la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, se concentra en otros dos templos: la Capilla del Cristo de la Vera Cruz, antiguo convento carmelita, y la Capilla del Calvario, recinto moderno con restos de otra edificación más antigua.

 

   

 

Retablo Mayor

Obra neoclásica, fechable en torno al año 1800, que sustituye a uno anterior, barroco, labrado en 1715 por Antonio de Carvajal y reemplazado por los daños sufridos como consecuencia de un fuerte terremoto. En el primer cuerpo se veneran las esculturas de la Virgen de Consolación, San Roque -patrón de la villa- y San Sebastián, éstas dos últimas, al igual que el San Pedro y el San Pablo del segundo cuerpo, procedentes del retablo de Carvajal. El Crucificado, relacionable con el estilo de Juan Bautista Vázquez el Viejo, es de la segunda mitad del siglo XVI.

Virgen de Consolación

Interesante efigie mariana, catalogada a mediados del siglo XVI, aunque algunos autores consideran que pudo gubiarse en fecha posterior, hacia el año 1600. Su estilo recuerda las efigies marianas del flamenco Roque Balduque, especialmente en la disposición de la toca que cubre su cabellera y en la maternal actitud de la Señora, de ahí que podamos considerarla una obra de un seguidor del maestro. Preside el retablo mayor al ser titular del templo.

Divina Pastora

Procede de la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, actualmente cerrada al culto debido al desprendimiento parcial de su techumbre como consecuencia de su lamentable estado de conservación. De pequeño tamaño y venerada en el interior de una vitrina, pertenece al grupo de piezas sevillanas de las últimas décadas del Setecientos, influidas por el primoroso quehacer de Hita y Castillo y Cristóbal Ramos, a cuya mano la atribuye Montesinos.

 

   

 

Virgen de los Remedios

Patrona de la localidad. Como hemos comentado, dispone de ermita propia, hoy en día cerrada y reclamando una urgente restauración. Aunque se halla catalogada como imagen del XVIII, el hieratismo del semblante de la Virgen y la arcaica impronta de su rostro y manos nos llevan a estimar que la talla mariana pueda ser muy anterior, quizás de finales del gótico, siendo reformada en el Setecientos para repolicromarla y adaptarle ojos de cristal.

Altorrelieve de las Ánimas Benditas del Purgatorio

Obra dieciochesca de factura popular que preside un retablo tipo marco de estilo neoclásico. Representa el llamado Privilegio Sabatino, según el cual la Madre del Monte Carmelo haría salir del purgatorio, el primer sábado después de su fallecimiento, a todas las ánimas que hubiesen muerto llevando consigo el escapulario carmelitano, de ahí que María lo porte en su mano derecha. Preside la escena la Santísima Trinidad.

San José con el Niño

El santo aparece representado con el pequeño Jesús en brazos y la vara florecida en su mano derecha, atributo típico de la iconografía josefina. Repintado, suele fecharse a principios del siglo XIX, fecha en que se sabe fue ejecutado el retablo neoclásico donde recibe culto. En el banco, figura un pequeño Cristo Crucificado pintado sobre tabla que la historiografía local cataloga a mediados del siglo XVII.

 

   

 

Retablo de la Inmaculada Concepción

De estilo neoclásico (siglo XIX), tiene su elemento de mayor interés en el óleo sobre tabla situado en el ático, procedente del antiguo retablo mayor y atribuido a Juan de Zamora (1565). Otra pintura de igual procedencia y características se conserva actualmente en la sacristía del templo. La pequeña talla de la Inmaculada Concepción que lo preside, al igual que sus preseas, es de factura dieciochesca.

San Isidro Labrador

Procede de la Ermita de Nuestra Señora de los Remedios, donde recibía culto en uno de los retablos neoclásicos que siguen flanqueando, vacíos, el retablo mayor de la patrona, de carácter rococó pese a estar realizado hacia 1800. El santo, al igual que su retablo, es de principios del XIX y se halla representado con los elementos habituales de su iconografía: indumentaria bajomedieval de labriego y la aguijada para bueyes que fue encontrada en su tumba.

Virgen del Dulce Nombre

Bellísima imagen mariana de candelero para vestir, conservada en un retablo recompuesto con elementos del XVIII, centuria en la que también se halla catalogada esta obra. Sin embargo, la elegancia del gesto, la suavidad de sus facciones, el canon de impecable belleza femenina y la fineza en el modelado de la mascarilla y las manos, nos llevan a considerarla pieza relacionable con la producción de Juan de Astorga (1779-1849), escultor archidonés afincado en Sevilla, maestro del romanticismo en la imaginería andaluza.

 

 

 

 

Retablo del Cristo Yacente y la Dolorosa

Pieza de gran sentido pasionista y profusión decorativa, como corresponde a su etapa de ejecución (segundo tercio del Setecientos), que alberga en su parte inferior una urna con la imagen de Cristo Yacente, provista de brazos articulados para efectuar la ceremonia del Descendimiento de la Cruz. El camarín acristalado, como casi todos los de la iglesia, acoge la figura de la Dolorosa o Virgen de la Soledad, ataviada con prendas de luto ricamente bordadas en oro. A sus lados, pequeñas efigies de San Juan Evangelista y Santa María Magdalena, integrantes de la comitiva fúnebre de Cristo. Todas las figuras son del siglo XVIII.

Santa Teresa de Jesús

El conjunto de la Transverberación muestra el arrebato de la santa al ser traspasada su alma con el dardo de amor que le asesta un ángel. El clasicismo imperante en su fecha de ejecución (principios del siglo XIX), hace que el usual dinamismo barroco de la composición se modere y el rostro de Santa Teresa de Jesús muestre una expresividad más contenida. El retablo donde se venera es de la misma época.

Retablo de Jesús Nazareno

Elegante retablo barroco de principios del siglo XVIII, perteneciente a la Hermandad de Nuestro Padre Jesús Nazareno. En su remate, enmarcado por dos grandes volutas, se halla el escudo de la corporación. El Cristo, de factura popular para vestir, es probablemente coetáneo a la fábrica. El plano modelado del cabello se explica por el uso de peluca postiza durante muchos años. Posee un valioso ajuar de platería y bordados del siglo XVIII.

 

   

 

Retablo de San Francisco de Asís

Otro de los interesantes retablos dieciochescos que alberga el templo, en este caso dedicado al Poverello italiano. La imagen titular, de talla completa, es anterior a la fábrica y está fechada en la primera mitad del siglo XVII. Las esculturas que la flanquean, Santo Domingo y San Buenaventura, son de la misma época del retablo.

Retablo de la Virgen del Carmen

Junto al retablo de San Francisco de Asís se encuentra un retablo-camarín del Setecientos, de líneas más sencillas, presidido por una efigie de Nuestra Señora del Carmen, de gran finura de rasgos y estilizada silueta enfundada en el hábito de la Orden del Monte Carmelo. Dispuesta sobre una nube con cinco cabezas de querubines, muy apiñadas entre sí, la Virgen se halla realzada por una espléndida labor de policromía.

Retablo de la Virgen del Rosario

En torno a 1726 podemos fechar este retablo barroco, presidido por una bella imagen de candelero para vestir, fechada sólo unos años antes de la ejecución de su altar. El retablo incluye dos figuritas de bulto redondo que representan a San José con el Niño y a Santa Ana.

 

   

 

Cristo Crucificado

Pequeño Crucifijo de marfil que se conserva en el archivo parroquial del templo. Es obra de procedencia hispano-filipina, con las características desproporciones compositivas y el ligero arqueamiento del cadáver hacia el lado derecho. Podemos fecharla en el último tercio del siglo XVI. 

Cristo de la Vera Cruz

Existen discrepancias en torno a la cronología de este Crucificado, ya que hay quienes lo fechan en el siglo XVII, aventurándose algunos a relacionarlo con el círculo de Martínez Montañés, mientras otros, con más acierto desde nuestro punto de vista, lo sitúan en la primera mitad del XVIII. En todo caso, se trata de una pieza de notable interés, dotada de una poderosa anatomía, lo que no es óbice para que la composición del Varón resulte esbelta. El dramatismo del simulacro se acentúa por la sangrante policromía, intervenida en varias ocasiones, y el patético semblante, con los labios entreabiertos y los ojos arrugados y sin vida. Es titular de la cofradía de penitencia que lleva su nombre. En próximas fechas, será restaurado por el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

Virgen de los Dolores

Muy venerada en la localidad, esta Dolorosa de candelero para vestir se halla fechada en el siglo XVII, si bien su aspecto actual está bastante retocado por sucesivas restauraciones, destacando la efectuada por el imaginero carmonense Francisco Buiza Fernández. Es titular de la Cofradía del Cristo Cautivo, obra tallada en 1980 por Francisco Berlanga de Ávila (discípulo de Buiza), quien también restauró la Virgen.

 

FUENTES: RUIZ PÉREZ, Antonio: Historia de la Villa
de El Coronil: Análisis Geográfico, Histórico y Artístico
, 1998.

 

Nota de La Hornacina: Nuestro agradecimiento para Carlos Carrasco Schlatter,
Párroco de El Coronil, por la colaboración prestada.

 

Fotografía de la Virgen de los Dolores de http://es.geocities.com/elcoronil_tk/

 

Volver         Principal

www.lahornacina.com