CAUTIVO PERPETUO

Alejandro Cerezo


 

 

Aunque el lector no lo sepa, no le culpo por ello; pero Nuestro Padre Jesús Cautivo, el Señor de Málaga, sale el próximo 14 de noviembre en procesión triunfal por la ciudad. Y es que su Hermandad fue fundada en 1934, y cumple en este año sus tres cuartos de siglo. Numerosas carambolas del destino (y determinados hechos que no son achacables a lo azaroso, por qué no decirlo), han dado lugar a que la salida extraordinaria del mayor icono devocional de la provincia malagueña se haya visto mutilada de la promoción y divulgación que merece.

Conviene primero hacer un repaso histórico para que el lector se entere del peso específico de Jesús Cautivo en la corporación creada hace 75 años. También sería recomendable esto para más de un hermano de la popular cofradía del barrio de la Trinidad que, veladamente, comete la torpeza de minusvalorar la influencia del Señor de Málaga en la entidad, sabe nadie con qué ilusos objetivos.

Fundada en el año 1934, bajo el título de, como bien se ha precisado hasta lo machacón, Hermandad de María Santísima de la Trinidad, es lo suyo añadir, para no mentir por omisión, que esta corporación nace destinada al culto interno, siendo reorganizada en 1937 tras la Guerra Civil, incorporando la advocación de Nuestro Padre Jesús Cautivo y con la voluntad entonces de hacer Estación de Penitencia. Procesión que efectúa por primera vez en el año 1940, y con la sola imagen del llamado Señor de la Túnica Blanca. Al año siguiente, ya sí, saldría tras Él, María Santísima de la Trinidad, icono fundacional de la Hermandad, salvada de la Contienda Civil, pero que sin embargo no logró superar los cambios de gusto de finales de los sesenta, que le hizo ser sustituida por otra imagen, la actual, adquirida en el taller de Francisco Buiza en 1968. Aún con esta talla, la Virgen de la Trinidad lucía el blanco como color característico de su vestimenta.

Con esta síntesis histórica, de entrada, lo primero que raramente puede explicarse es el cartel conmemorativo de los 75 años de la fundación. En él, inundado su enmarque en tonos malva (color aplicado a la Virgen de la Trinidad hace no más de treinta años), a un lado aparece en pequeño formato y en tonos sepia, que en lenguaje cartelístico significa “antes”, la imagen original de la Dolorosa y la actual talla del Cautivo (¿?); al otro lado, en color, símbolo del “ahora”, y ocupando la mitad del cartel completo, la actual efigie mariana de Francisco Buiza. ¿Qué celebramos? Dejémoslo para personas competentes en Mass Media.

 

 

Para colmo, para una vez que la clase política es unánime, resulta que, también por una vez, la Iglesia no quiere mezclar la religión con la política, que eso sí que es novedad. Definitivamente, El Cautivo está gafado: le ofrece el pleno del Consistorio (formado por los partidos PP, PSOE e IU) el nombramiento de Alcalde Perpetuo, y la Cofradía, ante la recomendación del Obispo de la Diócesis malagueña, dice que no. Explicaciones, las de siempre: "laicismo imperante, sociedad en que vivimos, pérdida de valores, quién sabe si un día le quitan el nombramiento"... como si hubieran dicho que no. La realidad a día de hoy es que se regalan Medallas de la Ciudad como churros, pero el Cautivo no tiene nada.

Así, es fácil colegir que distintos medios de comunicación; el mundo capillita (que en su mayoría tiende a minusvalorar, por mero esnobismo, todo lo que huela a túnica blanca); y la propia Corporación no sólo no han estado a la altura -algo comprensible ante tamaño icono de la Provincia de Málaga-, sino que además poco parecen haberlo intentado. Poca publicidad en los medios, y en algunos casos tendenciosamente manipulada; recorrido idéntico apenas sin variación para ida y vuelta de la Catedral; una nueva banda propia de cornetas que se estrenará sin saberse si su repertorio y calidad acústica darán la talla; otra de música propia con evidentes altibajos que a nadie escapan; ausencia de carteles exclusivos para la ocasión... terreno abonado para lo que en casos normales pudieran presagiar una respuesta inquietante por parte del público.

Afortunadamente, será El Cautivo la imagen que vaya sobre el trono. Esa figura de Jesucristo, que según reza su himno popular es "el de la mirada Santa; el que dio vista a los Ciegos; el que anduvo sobre el agua". Pero que también es el Señor de muchos no creyentes; el Cristo que preside las floristerías, los talleres mecánicos -entre almanaques pornográficos-, alerones de camiones, puestos de mercado y sacristías. El Señor que está en las Maternidades, los Hospitales y en la capilla del Cementerio. La imagen de Jesús Cautivo es, en fin, la que tabica para siempre la lápida de nuestros seres queridos. El Cautivo se teje con toda Málaga una túnica blanca cada vez que sale, y así será el sábado. Nadie quiere darle una alegría para no perder nunca esa expresión de Cordero agraviado que nos regala; nadie le desata las manos porque le necesitamos Cautivo.

El Cautivo no es Alcalde Perpetuo porque eso sería degradarle.

 

 

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