COBRES PINTADOS EN LA DIÓCESIS DE ZAMORA

25/05/2025


 

 

La muestra Cobres pintados en la Diócesis de Zamora. Exposición jubilar, auspiciada por la Delegación Episcopal de Cultura, Patrimonio y Sociedad de la Diócesis de Zamora y por la Fundación ZamorArte, se enmarca dentro del jubileo ordinario de 2025, el jubileo de la esperanza.

Además de celebrar el año jubilar que corresponde cada 25 años -según una tradición ininterrumpida, inaugurada por Bonifacio VIII en 1300-, se conmemora también la celebración del primer concilio ecuménico en Nicea, en el año 325, así como la clausura del último concilio ecuménico, el Vaticano II, en diciembre de 1965.

Este proyecto surge de una idea de José Ángel Rivera de las Heras, Doctor en Historia del Arte y Canónigo de la Catedral de Zamora, quien también ha realizado la selección de piezas.

Siendo una técnica común en los siglos XVI y XVII, el origen de este material como soporte de la pintura de caballete ha sido fijado por la mayoría de los expertos en la Italia renacentista, pero fueron los maestros flamencos del siglo XVII fundamentalmente quienes cultivaron este tipo de manifestaciones artísticas e incrementaron su producción estandarizada, satisfaciendo la demanda con un interesante sistema comercial. También en España se realizaron obras de este tipo, aunque son menos conocidas y reivindicadas.

 

 

Factores diversos, como la gran disponibilidad de estas láminas de cobre debido a su uso en la impresión de libros, su fácil preparación y transporte, así como su aparente durabilidad, hicieron que este soporte proliferase en la época. No obstante, una serie de inconvenientes derivados de la mera naturaleza del material (limitación en el formato de la obra, problemas de conservación, etcétera) hicieron que perdiera popularidad frente a otros, como la tela o la tabla. Desde el punto de vista de la conservación, las planchas metálicas ofrecían dureza, consistencia, durabilidad y estabilidad frente a los agentes externos de naturaleza biológica; sin embargo, eran vulnerables a los accidentes mecánicos, causa eventual de abolladuras, cuarteamientos y pérdidas de capa pictórica.

La Diócesis de Zamora conserva un destacado número de pinturas al óleo sobre lámina de cobre, individuales o formando una serie. Los cobres pintados no requieren una gran cantidad de capa pictórica, y los pigmentos, al no ser absorbidos por el soporte, mantienen mejor su intensidad y saturación, lo que producen unos colores esmaltados, vibrantes y agradables, tan característicos.

Las láminas de cobre suelen estar guarnecidas por marcos negros tallados en ébano o en otra madera ebonizada, lisos o rizados, como las características "flammenleisten" (secciones onduladas). Al ser obras de "gabinete", es decir, de pequeño y mediano formato, eran fácilmente transportables. Estaban destinadas habitualmente al uso doméstico y a ser expuestas en espacios recogidos. Es muy probable que algunos de los existentes en las iglesias parroquiales y en las comunidades religiosas fueran objeto de donaciones de particulares.

En cuanto a las representaciones iconográficas, abundan los temas narrativos del Antiguo Testamento y de los evangelios, tanto canónicos como apócrifos, y figuras hagiográficas. Muchas de ellas se inspiran en estampas de prestigiosos grabadores, que a su vez copian obras pictóricas de grandes maestros.  

 

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com