El Museo Diocesano de Zamora, ubicado en la Iglesia de Santo Tomé, dedica su novena exposición temporal a la iconografía sacra de la Sagrada Familia. A lo largo de las trece piezas expuestas aparecen figuras bíblicas y extrabíblicas como San Joaquín y Santa Ana, el profeta Zacarías, Santa Isabel y San Juan Bautista, y la Virgen María, San José y Jesucristo, las cuales evocan plásticamente realidades humanas como el noviazgo, el matrimonio, los esposos, los hijos, los abuelos, los nietos y los parientes.

En total son trece obras de pintura y escultura, fechadas entre los siglos XIV y XX. Salvo tres de las pinturas, de propiedad particular, todas ellas proceden de iglesias y conventos pertenecientes a la Diócesis de Zamora. Una de las piezas más notables es la escultura en madera tallada, policromada y dorada que representa a Santa Ana con la Virgen y el Niño o Santa Ana Tríplex, de autor desconocido, catalogada en el siglo XIV y procedente de la iglesia de San Miguel del municipio zamorano de Malva.

En la muestra, que estará abierta durante este primer semestre del año, hasta el mes de junio, también destaca un sugestivo óleo sobre lienzo de Antonio Sarnelli (1748), titulado Trinidad con la Parentela de Jesús, procedente del monasterio zamorano de Santa María Real de las Dueñas (imagen superior), que representa a la Sagrada Familia junto a San Joaquín y Santa Ana, acompañados de Santa Isabel, San Zacarías y San Juanito. También aparecen Dios Padre y una paloma que simboliza el espíritu santo.

Las dos aportaciones de un coleccionista particular de Zamora son los óleos sobre lienzo Visitación (segunda mitad del siglo XVII), atribuido por el historiador de arte Enrique Valdivieso al pintor barroco Francisco Antolínez, y San José y la Virgen María buscando posada, del círculo del propio Antolínez, que representa, según José Ángel Rivera de las Heras, director del Museo Diocesano de Zamora, un tema que conecta con la triste actualidad de los sin techo y de las personas que tienen dificultad para encontrar un hogar.