Interpretación más o menos libre del Santiago Apóstol del Maestro Mateo (hacia 1168-1188) que preside el Pórtico de la Gloria de la Catedral de Santiago de Compostela. Tallado por el escultor e imaginero malagueño en madera de cedro con policromía al óleo, tiene una altura de 120 centímetros.

La obra ha sido presentada y bendecida en la Mezquita-Catedral de Córdoba, ha estado en la Catedral de Madrid y este fin de semana estará en la de Santiago, para finalmente partir al templo catedralicio de la ciudad estadounidense de San Agustín (Florida), donde será venerada de forma permanente.

Dicho recorrido obedece al "Camino de Mestizaje", iniciativa del Instituto NAUTA (Málaga) en colaboración con los cabildos de los anteriores templos, que han creado una "Alianza de Catedrales" cuyo objetivo es prolongar de alguna manera el legendario peregrinaje a Compostela hasta los territorios de América.

El artista reproduce los volúmenes y la silueta del santo del Pórtico de la Gloria, obra de transición del románico al gótico, reservando para su sello escultórico propio detalles como el rostro o el pergamino desplegado sobre su rodilla derecha, donde aparece la cartografía de 1525 que simboliza la unión entre España y América.

Santiago, sedente y con sus atributos de caminante, se halla en actitud de recibir a los peregrinos, como señor y titular de la Catedral de Santiago, meta y anticipo de la Jerusalén celeste. Los acoge con benéfico semblante, ofreciéndoles consuelo, descanso y la gloria eterna después del largo camino.

Otros detalles curiosos de esta última creación sacra de Juan Vega es llevar incorporado en su interior un fragmento pétreo de la Catedral de Santiago, a modo de reliquia, e incluir en el mapa del pergamino que porta el santo los nombres de los países fundadores de la mencionada "Alianza de Catedrales".