El origen milenario del Cristianismo tiene en los símbolos una apoyatura imprescindible que mana de la Biblia y que se renueva cada año en la conmemoración de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. Para entender las raíces y devociones populares, como la Semana Santa y su vivencia en Castilla y en Valladolid en particular, es una ocasión propicia partir de los orígenes en cuanto a símbolos e iconografía de la Pasión.

Como en la heráldica nobiliaria también se atribuyeron a Cristo, a lo largo de la Edad Media, el Renacimiento y hasta el Barroco, el uso de emblemas o armas heráldicas, el Signa Christi o Arma Christi, que reflejaba simbólicamente la Pasión en diversos instrumentos según el relato de los Evangelios.

En función del ámbito cultural o época histórica, estos signos o símbolos de Pasión variaron y se escogerán con preferencia unos elementos sobre otros, pero siempre permanece un conjunto mínimo formado por la cruz y el inri, la corona de espinas, el pilar o columna de la Flagelación, la vara con la esponja, la escalera, la lanza, los clavos y el velo de la Verónica. A ellos habría que sumar las cinco llagas de Cristo en manos, pies y costado (sustituido éste a veces por el Corazón Atravesado) y que da lugar a la representación del Varón de Dolores mostrando las Llagas de la Pasión y por otro motivo a la representación de la Sindone o Sábana Santa.

En algunos casos, como ocurre en la visión de la Misa de San Gregorio, éstos aumentan hasta una veintena a añadir a las ya citadas, incluyendo las cabezas de las figuras de la Pasión, San Pedro, Caifás y Judas Iscariote, soldados, hachas, linterna y antorchas, la bolsa del dinero, el gallo, la mano o guante de hierro de la bofetada, la oreja de Malco, la espada del huerto, los dados, la túnica inconsútil, tenazas y martillo, palangana y aguamanil del Lavatorio, la espada de dolor o cuchillos de la Dolorosa...

Es en el siglo XVI cuando San Felipe Neri renueva la visita o peregrinación a los Siete Altares o Basílicas Mayores de Roma, iniciándose una devoción piadosa que hacen los católicos del Jueves al Viernes Santo visitando los Monumentos o Iglesias en donde reposa el Santísimo Sacramento, adornado convenientemente con flores y velas a modo de sepultura o mesa de la Última Cena y en conmemoración de la Pasión.

Con esta exposición de 40 piezas se inicia, en 2015, un ciclo expositivo y didáctico sobre la Pasión y Resurrección de Cristo en la ciudad de Valladolid: la presente Signa Christi. Símbolos y Emblemas de la Pasión en Valladolid; que tendrá su complemento, el próximo año 2016, con los ámbitos en donde se desarrolló tal acontecimiento a través de la Via Christi o Vía Sacra de Jerusalén, que se transforma con el tiempo en las conocidas 14 estaciones del Via Crucis cristiano. El término de este ciclo llega en 2017 con la imagen verdadera de Cristo: Vera Icon que subraya la búsqueda del Adonai, de Jesús más allá de su Pasión y Muerte con la Resurrección. Como corolario a esta trilogía pasionista no podía faltar la iconografía mariana de la Pasión como Stabat Mater, punto final en 2018 a este ciclo simbólico y religioso de la Semana Santa vallisoletana.