Hay hilos invisibles que cruzan el tiempo y lo transforman. Chillida lo supo bien: su atenta mirada se encontró con la escultura del Barroco en el tratamiento del vacío, la materia y el gesto. Mediante una producción de una poética profunda y silenciosa, su investigación giró en torno a aspectos tradicionalmente asociados a la metafísica: materia, espacio y tiempo. En dicha búsqueda de lo desconocido, intuitiva y rumiante, de alcanzar la esencia última de las cosas, juega un papel destacado su concepción de lo espiritual y lo místico en relación con el modo de expresar lo inexpresable.

Este verano, el Museo Nacional de Escultura (MNE) propone con la exposición Chillida. Mística y materia un recorrido por estas afinidades silenciosas: el hierro y la madera, lo barroco y lo contemporáneo o la mística de Santa Teresa y el peso sereno de la tierra. A través de visitas, danzas y ceremonias ancestrales te invitamos a transitar este cruce de caminos y descubrir lo que ocurre cuando una talla de Juan de Juni se refleja en el hierro tensionado.

Las obras del donostiarra dialogan con una selección de piezas del MNE en la que figuran autores como Gregorio Fernández, Pedro de Mena, Luis Meléndez o Juan de Juni.

Las composiciones helicoidales y tensionadas de Juni evocan los gestos danzarines de las primeras esculturas en hierro de Chillida. Pero esta unión también se refleja en el vacío, entre doloroso y místico, que padecen las figuras religiosas del barroco español. La experiencia levitante de Teresa de Jesús es revivida en las piezas de Chillida que, cuestionando las leyes de la física, sugieren un éxtasis ascensional. Sus homenajes a Juan de la Cruz recuerdan a los dibujos del poeta sobre el Monte de perfección. Y sus lurras -"tierras"-, que ofrecen al artista una dimensión espiritual cálida y cercana funcionan cual bodegones contemporáneos, en una suerte de vanitas que incide en el carácter más tangible y orgánico de la existencia. Pero esto no es todo: la exposición se completa con la instalación de tres piezas de acero y granito de Chillida en los patios y el jardín del Colegio de San Gregorio.

Eduardo Chillida (Donostia-San Sebastián, 1924-2002), uno de los principales artistas españoles e internacionales de la segunda mitad del siglo XX, abordó desde el arte su investigación en torno a aspectos tradicionalmente asociados a la metafísica: materia, espacio y tiempo. En esta búsqueda de lo desconocido juega un papel destacado su concepción de lo espiritual y lo místico, en relación con el modo de expresar lo inexpresable.

La exposición Chillida. Mística y materia, que se enmarca dentro de la conmemoración del centenario del nacimiento del artista impulsada por la Fundación Eduardo Chillida-Pilar Belzunce, ahonda en aspectos fundamentales de la obra y pensamiento del escultor vasco: la ontología de la materia, el espacio interior, la levitación o la poesía mística son algunos de ellos. Podrá visitarse hasta el próximo 14 de septiembre en el Palacio de Villena dentro del siguiente horario: martes a sábados, de 10:30 a 14:00 y de 16:00 a 19:30 horas; domingos y festivos, de 10:30 a 14:00 horas.