VUELVEN LAS VISITAS NOCTURNAS AL MUSEO-PARROQUIA DE SAN NICOLÁS (VALENCIA)

18/08/2021


 

 

La Parroquia-Museo de San Nicolás (Valencia) vuelve a ofrecer su visita nocturna, que dará comienzo el próximo jueves 26 de agosto a las 20:30 horas. Tras la buena acogida del ciclo de visitas nocturnas el pasado año 2020, todo aquel que lo desee tiene la posibilidad de disfrutar de forma exclusiva de todo el encanto de la conocida popularmente como "Capilla Sixtina Valenciana", cuyos orígenes datan del siglo XIII.

La singularidad de esta visita reside en su intimidad, pues se realiza a puerta cerrada, en un grupo reducido de un máximo de 15 personas, tal y como marcan las medidas sanitarias actuales para la prevención de la pandemia por la COVID-19. Todo el recorrido se hace de forma unidireccional y manteniendo la distancia de seguridad, acompañado en todo momento por un guía especializado.

El recorrido empieza en el exterior del templo, donde se explican todos los detalles de las dos fachadas, la gótica y la neogótica. Para continuar, se accede al Aula Capitular (imagen inferior), el único lugar que se conserva plenamente gótico, del siglo XV. El público visitante puede ver en primera persona algunas de las más valiosas obras de arte del Renacimiento, como "La última cena" de Juan de Juanes (Joan de Joanes), o del Barroco, con obras pintadas por Pedro de Orrente.

Para concluir esta experiencia única, se visita la nave central del templo de San Nicolás, en la que, paso a paso, se explican las espléndidas pinturas al fresco de la bóveda, las capillas y los secretos de uno de los lugares más singulares y antiguos de Valencia.

Para disfrutar de esta visita es necesario hacer una reserva previa a través del teléfono de atención al público de la Parroquia-Museo de San Nicolás, 963913317, o por el correo electrónico visita@sannicolasvalencia.com.

 

 

El espacio que ocupa San Nicolás se considera sagrado prácticamente desde la fundación romana de la ciudad. Al parecer en esta zona ya se dedicó un templo a divinidades paganas y fue lugar de enterramiento fuera de los muros de la ciudad, según la costumbre romana. La primera edificación se hizo en tiempos del rey Jaime I, que hizo donación del lugar a los dominicos que le acompañaban. Años más tarde los dominicos fundaron el Convento de Santo Domingo (actual edificio de Capitanía General) y el templo quedó directamente vinculado a la diócesis de Valencia y al clero secular. Fue erigida como parroquia hacia 1242 y se engloba en las primeras doce parroquias cristianas de la ciudad de Valencia después de la restauración de la Diócesis en 1238.

Son los dominicos quienes dedican esta nueva parroquia a San Nicolás Obispo, patrón de la orden, pues su fundador, Santo Domingo de Guzmán, escribía por aquel entonces las Constituciones de la Orden de Predicadores en el Convento de San Nicolás de Bolonia. Más tarde, se dedicó un altar a San Pedro Mártir en el que, según las crónicas, se produjo un milagro que salvó la vida a un recién nacido, por lo que la devoción en Valencia por este santo creció hasta que acabó siendo cotitular del templo. Y aunque la iglesia mantiene, y como tales figuran en su altar mayor, la titularidad de San Nicolás de Bari y San Pedro Mártir, es popularmente conocida como San Nicolás. Más tarde, en pleno Siglo de Oro, San Nicolás se transforma plenamente en un edificio gótico y es ampliado hacia los pies.

Siglos más tarde vivirá la gran transformación barroca que tiene como resultado la adaptación arquitectónica del edificio y su redecoración con las excelentes pinturas al fresco que la decoran y que podemos apreciar actualmente en todo su esplendor. En el siglo XIX el entorno de la parroquia cambia sustancialmente, ya que se abre la plaza de San Nicolás dentro de la Reforma Interior llevada a cabo por el Ayuntamiento de Valencia. De esta época destaca la fachada sur neogótica que se abre a la plaza.

Durante la Guerra Civil de 1936-1939, sufrirá graves desperfectos: las capillas fueron destruidas y el templo saqueado y convertido en almacén. Tras este triste episodio, fue declarado en 1981 Monumento Histórico Artístico Nacional. Y en el siglo XXI comienza su restauración arquitectónica y pictórica bajo el mecenazgo de la Fundación Hortensia Herrero cuyo magnífico resultado nos permite contemplarlo en todo su esplendor.

La primitiva iglesia construida tras la reconquista comienza su transformación hacia el gótico entre 1419 y 1455. En esta última fecha el templo es ampliado hacia los pies ocupando el lugar donde se encontraba el cementerio parroquial o "fossar". También se construyó la bóveda de crucería en la nave central. De su pasado gótico también conserva la sencilla portada de los pies formada por un arco conopial, construida en la segunda mitad del siglo XV con arquivoltas abocinadas que descansan en delgadas columnas exentas de decoración. Sobre la misma un rosetón. Bajo el vértice del arco conopial encontramos un relieve con un plato de carne, alusivo a un milagro de San Nicolás. La decoración escultórica de la portada se ha perdido con el paso del tiempo.

Entre 1690 y 1693 se recubre el interior gótico con decoración barroca al gusto de la época, reforma atribuida al arquitecto Juan Bautista Pérez Castiel. Arcos y bóvedas se rellenan con estuco, dando como resultado una bóveda encamonada. Aristas, arcos y bóvedas góticos quedan así suavizados para recibir la decoración pictórica. Sobre la reforma arquitectónica se realizarán los frescos diseñados por Antonio Palomino -que realiza un complejo programa iconográfico, hábilmente adaptado al espacio arquitectónico- y ejecutados por su discípulo Dionís Vidal en 1700, quien recubrió las bóvedas góticas, pilares y muros con escenas de la vida de San Nicolás de Bari y de San Pedro Mártir, junto con alegorías de las Virtudes en arriesgados escorzos.

La puerta que da a la plaza de San Nicolás es una creación neogótica de 1864 realizada por Joaquín María Calvo Tomás, al igual que la fachada donde se enmarca. También es obra suya el pasadizo que recae a la calle Caballeros y que permite la entrada al templo por el lado contrario.

Situado a los pies de la iglesia, el campanario fue realizado entre 1658 y 1757. Dispone de tres cuerpos: el primero, construido en sillería, alcanza la altura del tejado de la iglesia y se corresponde con la antigua estructura gótica; un segundo cuerpo realizado en ladrillo; y un tercer cuerpo que aloja las campanas y que también está realizado con ladrillo. El cupulino o remate del campanario se terminó en 1757. Este remate lo forma un arco de medio punto en cada uno de sus lados, flanqueados por pares de pilastras toscanas. Se remata por una balaustrada y una linterna formada por dos cuerpos: el inferior cuadrado con contrafuertes y el superior octogonal. Las campanas desaparecieron durante la Guerra Civil a excepción de la conocida como Vicent (1755). El campanario fue restaurado en 2007 como lo recuerda una lápida conmemorativa situada en su base.

 

 

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