UNA RESTAURACIÓN EN VALENCIA DESCUBRIRÁ UN ARTESONADO Y UNA BÓVEDA DEL XVII

14/07/2020


 

 

La restauración de la casa natalicia de San Vicente Ferrer en Valencia (calle Pouet 1, junto a la calle del Mar) ha comenzado este mes de julio, y permitirá, entre otras mejoras, dejar al descubierto un techo artesonado y una bóveda del siglo XVII que permanecen ocultos.

Durante los trabajos de rehabilitación que se están llevando a cabo, se reformará también la cripta donde está ubicado el antiguo pozo. "Este lugar se habilitará como un pequeño oratorio en el que se colocará una imagen de San Vicente antigua y una reliquia del santo", ha indicado el dominico José Manuel Alcácer. Dado el tamaño de la estancia, la entrada será muy restringida.

Igualmente, está previsto acometer una serie de reformas en la sala de entrada, el zaguán donde se encuentran los azulejos de los siglos XVIII y XIX. En esta zona, "lo más llamativo será la apertura superior de la misma, mediante la supresión de un piso, y la habilitación de una galería que posibilitará ver el artesonado de la casa que se dejará al descubierto y se reiluminará".

En la capilla del nacimiento, por la que se accede desde la casa a la iglesia, también "se derribará la actual bóveda para dejar paso a una bóveda superior del siglo XVII, que es la original de la antigua iglesia", añade el Alcácer. En esta misma capilla, se restaurará el retablo y un cuadro del afamado pintor Vicente López.

Tanto el retablo del altar mayor de la iglesia como el resto de elementos de madera, recibirán un tratamiento contra los insectos xilófagos; por otra parte, el tejado del templo y el de la casa recayente a la calle del Mar se impermeabilizarán ante la existencia de goteras y humedades.

El actual edificio, conocido como Casa natalicia o "Pouet de sant Vicent", fue construido en 1953 por el arquitecto municipal Vicente Valls y Gadea, en el lugar donde antes se encontraba la casa natalicia del santo. En un principio, el gremio de boneteros, que lo tiene como patrón, se hizo cargo del mantenimiento de la casa. Con el tiempo pasó a depender al cercano convento de Predicadores de la Plaza de Tetuán.

"Fue en 1573 cuando el Ayuntamiento pidió a los Dominicos que le cedieran la propiedad por tratarse de la casa de santo más importante de la ciudad", explica Alcácer. "Así se hizo, con la condición de que se mantuviera permanente el culto a San Vicente", añade.

En 1915 un nuevo acuerdo entre los Dominicos y el Ayuntamiento estableció que hubiera presencia dominicana permanente en el lugar, donde en la actualidad reside una pequeña comunidad de cinco religiosos. Ahora, y tras haberse celebrado el VI centenario de la muerte del santo dominico, el Ayuntamiento, actual propietario del edificio, llevará a cabo las obras de restauración dirigidas por el arquitecto Carlos Campos, quien ya ha intervenido en las de San Nicolás y de los Santos Juanes.

Con estas intervenciones se pretende que la casa, se convierta en "un centro de devoción vicentina y de difusión de la cultura valenciana vinculada a san Vicente", señala José Manuel Alcácer. El actual edificio se inspira en un modelo cercano a la arquitectura gótica valenciana del cuatrocientos.

 

 

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