RESTAURACIÓN DE CONCEPCIÓN MORENO GALINDO PARA SEVILLA

14/08/2025


 

 

Se trata del llamado paño de Jesús caído camino del Calvario, un paño o frontal rectangular de terciopelo de seda de color carmesí con unas medidas de 270 x 380 cm, con una frontalera lisa rematada en su borde inferior por doble franja de flecos (seda roja e hilo metálico con enrejado). En el centro se dispone una representación de Jesús Nazareno en una de sus caídas, en seda con ligadura de raso, lo que lo sitúa cronológicamente no antes del último tercio del siglo XVI. La cruz, nimbo, corona de espinas y cordón están realizados con hilos metálicos dorados. Las cartelas con los símbolos de la Pasión están elaboradas con hilos metálicos dorados y sedas de colores. Tanto el Cristo como las cartelas se perfilan con punto de hábito utilizadas para acentuar el volumen.

Este paño entró a formar parte de la colección textil del templo metropolitano hispalense en 1985, cuando la Asociación de Amigos de la Catedral de Sevilla lo adquirió al pintor Alfredo Grosso, quien lo había comprado en 1941 a las religiosas del convento sevillano de Santa Inés. Su ejecución se puede situar cronológicamente entre las últimas décadas del siglo XVI y las primeras del XVII. En la exposición de 1922 sobre Juan de Valdés Leal se expuso como un paño de terciopelo bordado de imaginería, aunque la figura principal del Nazareno es en realidad una seda pintada, con algunas zonas resaltadas con hilo de cobre. En sus cuatro esquinas se sitúan cartelas con los símbolos de la Pasión.

Esta obra presentaba un estado de conservación pésimo con problemas importantes de degradación de la composición de la seda constituyente de todos sus estratos. Debido a su especial técnica de ejecución, se ha tomado como criterio específico la recuperación del color original en la seda aplicada como protección, con tintes históricos similares a los utilizados en su origen. El soporte de terciopelo manifestaba graves patologías, como deformaciones (algunas irreversibles), importantes roturas, separación de costuras y deformaciones. La importante pérdida de la urdimbre del pelo de terciopelo aporta a la obra una tonalidad anaranjada que deriva del tejido base, y visualmente muy alejada de su original color carmesí. Paralelamente a la intervención, se ha realizado un interesante estudio histórico-artístico, así como investigaciones relacionadas con los tintes históricos, antes mencionados, y la aplicación de tratamiento específico para ralentizar la caída del pelo.

Esta restauración, llevada a cabo por la sevillana Concepción Moreno Galindo (especialista en recuperación de textiles históricos, conservadora-restauradora de Bienes Culturales y doctora en Bellas Artes) y estudiada por el profesor Antonio Joaquín Santos Márquez, ha permitido recuperar su estabilidad material. Tras la intervención el paño puede contemplarse temporalmente en la capilla de San Laureano de la Catedral de Sevilla.

 

 

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