Con motivo del Día Internacional de los Museos, el MUSAN (Museo del Santo Ángel de Sevilla) presenta las nuevas donaciones recibidas para ser expuestas en los fondos de esta excepcional colección de arte sacro. Unas donaciones que proceden de particulares con alguna afinidad hacia la iglesia y la comunidad de carmelitas descalzos del Santo Ángel.

Entre las donaciones destacan poderosamente las obras de Pedro Atanasio Bocanegra (Granada, 1638-1689) y José María Rodríguez de Losada (Sevilla, 1826 - Jerez de la Frontera, 1896). La obra del primero, procedente de una colección particular granadina, es una Virgen con el Niño que podemos fechar en la década de 1670, etapa de plenitud del discípulo de Alonso Cano. Representa a la Virgen sentada sobre unas gradas con las piernas cruzadas, jugando con su Hijo, al que sostiene entre sus piernas mientras el niño le acaricia la barbilla. Bocanegra hace uso de espléndidas tonalidades en los dorados del fondo, los azules del manto y los carmines de la túnica. Todo el foco de luz se centra en las caricias de María a Jesús y los azules del manto en las rodillas. Conserva el marco original de época, en madera tallada y dorada. Recuerda a algunas de las pinturas marianas más conocidas de Bocanegra que se conservan en Granada, Madrid y Bilbao.

Respecto a Rodríguez de Losada, una de las firmas decimonónicas más importantes de la pintura andaluza, se trata de un San Pablo Ermitaño (1883), estudio del natural firmado en el ángulo inferior derecho. Ha sido donado por Carmen Iglesias del Pueyo. Formaba pareja con una Magdalena, en colección particular. En el bastidor aparece una inscripción que reza: "El pordiosero al natural, 1883", tal vez alguna anotación del pintor. La pintura, en excelente estado de conservación, es de una gran calidad, empleando una pincelada muy pastosa en el cabello, la anatomía y la vestimenta.

Digno de mención es también Descanso en la Huida a Egipto, cobre de la Escuela castellana manierista del siglo XVI que ha sido restaurado por Carmen Bahíma. Obra de gran formato, cuya zona central se halla ocupada por la Sagrada Familia con el niño Jesús como protagonista. Tres elegantes ángeles mancebos hacen de interlocutores de esta sacra conversación. En la parte derecha se sitúan tres personajes, quizás santos como San Juan evangelista o San Francisco.

Entre las donaciones se encuentran dos relicarios andaluces del siglo XVIII que representan a San Fernando Rey en adoración ante la aparición de la Virgen de los Reyes y el Santo Rostro de Jaén. Este último, de gran tamaño, ha sido restaurado por Antonio Díaz Arnido (pintura) y El Oribe (orfebrería).

Por último, un pequeño óleo sobre cobre de la Virgen del Velo, anónimo andaluz de la segunda mitad del siglo XVII, y tres angelitos anónimos en madera policromada de finales del siglo XVII que irán en la vitrina del "Niño Manolito" del escultor Domenico Giscardi y que recuerdan los de Pedro de Mena que figuran en las peanas de sus inmaculadas. Todas estas piezas han sido restauradas por Carles Salafranca.