Con motivo de la conmemoración del fallecimiento del pintor toledano Luis Tristán (hacia 1585-1624), se ha acometido en el Museo de Bellas Artes de Sevilla (MBASE) la restauración de esta Inmaculada Concepción que forma parte de su colección permanente. Se desconoce la procedencia original de esta obra, que ingresó en el MBASE en el año 1960, gracias al legado testamentario de Juan de la Cámara Urzáiz.

El modelo fue repetido por el artista en varias ocasiones (Parroquia de San Pedro Mártir de Santa Olalla, Iglesia de santo Tomé de Toledo). Una última versión, aparecida hace pocos años en el comercio de arte, sigue el modelo de la del MBASE pero desprovista de elementos accesorios como el paisaje y los ángeles.

El proceso de restauración ha recuperado el vibrante colorido original de la pintura, en gran parte oscurecida por la oxidación de los barnices superficiales. La limpieza de estos barnices y repintes alterados ha dejado de nuevo al descubierto la cuidada luz dorada que envuelve a la Inmaculada, en la que el vistoso color carmín de la túnica resalta especialmente. Durante el estudio técnico-científico previo a la restauración, mediante rayos X y análisis estratigráficos de pigmentos, han aparecido evidencias de la presencia de figuras orantes en la parte inferior derecha de la composición, actualmente cubiertas por un repinte antiguo de un templete y vegetación que imita el paisaje del lado contrario.

A raíz de su restauración, la Inmaculada se exhibe junto al resto de obras de Tristán que pertenecen a la colección del MBASE: los tondos de los santos franciscanos San Luis de Toulouse, San Antonio de Padua, San Bernardino de Siena y San Diego de Alcalá, que proceden del convento sevillano de San Buenaventura.

Luis Tristán visitó Sevilla, según se desprende de sus anotaciones al libro "Le vite de' più eccellenti pittori, scultori e architettori" del pintor y arquitecto Vasari, que fue de su propiedad tras pertenecer a su maestro Domenikos Theotokopoulos (El Greco). Esta posible estancia facilitaría la llegada de sus obras a la capital hispalense, donde se conservan algunas de ellas, como "La Trinidad" de la Catedral, firmada en 1624.

Por otro lado, discípulo de Tristán fue el pintor de bodegones Pedro de Camprobín, nacido en Almagro (Ciudad Real), conocido miembro de la escuela sevillana.