Obra realizada para la Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Santo Entierro de Cristo y Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad, perteneciente al proyecto del nuevo techo para el paso de palio de la dolorosa, en concreto para el óvalo central o "gloria" del mismo.

Dicha "gloria" se halla ahora presidida por una reproducción de la venerada imagen de la Santísima Virgen del Álamo, primitiva patrona de la localidad sevillana de Olivares. Tres han sido las razones que llevaron a dicha corporación de penitencia a elegir esta efigie como motivo central del nuevo techo: el haber sido venerada desde muy antiguo; el hecho de estar colocado el paso de Nuestra Señora de los Dolores en su Soledad justo en el lugar donde, según la tradición, fue hallada la Virgen del Álamo; y el hecho de que en el trascoro de la Colegiata de Santa María de las Nieves, donde reciben culto los titulares de la Hermandad de la Soledad, estaba situada la Parroquia de Nuestra Señora del Álamo, que coexistía con la Colegial.

La nueva obra es una copia fiel, a tamaño natural, de la antigua patrona de Olivares, una obra de finales del siglo XIV que presenta extraordinarias analogías con la Virgen del Pajarito, imagen que recibe culto en Cumbres de San Bartolomé (Huelva), pudiendo haber sido talladas por la misma mano o taller. Ambas comparten idénticos ademanes y composición, actitud sedente y candorosa expresividad en los semblantes. La imagen de Olivares ha llegado retocada por adaptarla a los gustos imperantes del Barroco.

Las carnes de la nueva imagen, rostro y manos de la Madre y del Niño, han sido talladas en marfil por el escultor e imaginero Carlos Valle, especializado en eboraria en miniatura, mientras que los ropajes han sido confeccionados en los talleres de la bordadora Pepi Maya empleando una técnica mixta de bordado en sedas y oro para reproducir exactamente el estofado de la talla original. Se trata de una técnica inédita que consiste en reproducir el dibujo del estofado en hilo de oro bordado a un cabo y el fondo con bordado en hilo de seda en los colores habituales de la Virgen del Álamo: manto azul y saya color jacinto.

En dicha reproducción destacan los símbolos tradicionales de dicha imagen mariana, como el anagrama del Ave María o la granada, que simboliza la pureza de la Virgen y también la Resurrección. Asimismo, la túnica del Niño Jesús muestra los símbolos de la Pasión, el martillo y las tenazas, como presagio de su sacrificio para salvarnos. Todo el conjunto va en bajorrelieve sobre el fondo de la gloria bordado en seda.

En la ejecución de esta obra también ha intervenido el taller de Orfebrería Villarreal, que ha cincelado en plata de ley el cetro y las coronas. Del mismo obrador es el pajarito en plata dorada que lleva en la mano el Niño, que como Salvador del mundo se muestra protector de una humanidad frágil, como el cuerpo de las aves.

La imagen figura en el centro de la "gloria" sobre un gran álamo cuyas hojas llenan casi todo el espacio y cuyo tronco parte de un paisaje en el que aparecen los típicos campos de olivos que dan nombre a la villa y el lugar donde estuvo situada la primitiva ermita de la Virgen del Álamo, ubicada justo donde hoy está la plaza de Jesús Nazareno, antes denominada plaza de los Alamillos por los álamos que allí había hasta la década de 1960. De ese lugar partía un venero de agua que también aparece en el paisaje y que es una de las fuentes del arroyo Riopudio. Lirios y otras flores silvestres completan esta "gloria" inspirada en la pintura "Invención de la Virgen del Álamo" del ático del retablo de San Benito en la Colegial, antiguo altar de la Virgen del Álamo.

La ejecución de esta "gloria" es de gran complejidad técnica, teniendo en cuenta también su tamaño, de casi dos metros de altura, por lo que hace ya dos años que se comenzó a bordar. Los trabajos realizados en la Virgen del Álamo por Carlos Valle han sido donados por María de los Reyes Fraile López. 

Está previsto que el proyecto del techo de palio se estrene totalmente concluido el próximo año 2023. El conjunto parte de una idea del fallecido Luis Becerra y tiene la estructura de un artesonado, en el que el gran óvalo central o "gloria" se rodea de artesas o casetones en los que figuran centros de flores. En los casetones figuran alternados jazmines, ramas de olivo, rosas e hibiscos, propios del entorno de Olivares. Todo ello está siendo bordado a realce en hilo de oro en el taller de Pepi Maya.

Para los galones que conforman el artesonado, se eligió un dibujo sencillo a base de hojas que parten de un galón liso, rodeadas en su parte exterior por otros galones de menor envergadura que enriquecen las calles formadas entre los casetones o artesas. En las intersecciones irán situados 24 pinjantes dorados de orfebrería. La situación de los pinjantes del contorno del techo coincide exactamente con el nacimiento de las guirnaldas de ores de las bambalinas, dando la sensación de que éstas penden de esos elementos del techo.