De nuevo, el Museo del Santo Ángel de Sevilla (Calle Rioja, 23), regentado por frailes carmelitas descalzos, inaugura su exposición habitual en tiempo de Cuaresma. Este año, además, el próximo 8 de marzo se cumple el sexto aniversario de su apertura, seis años de encuentros con miles de visitantes que han descubierto este lugar dedicado al arte sacro como uno de los más bellos de la capital hispalense.

En esta ocasión y gracias a coleccionistas particulares, con la muestra La pequeña Pasión italiana. Imágenes italianas de la Pasión de Cristo en colecciones particulares, el público podrá visitar hasta el próximo 17 de abril una selecta colección de obras de pequeño tamaño sobre la Pasión de Cristo y la Compasión de María.

Son todas obras ejecutadas entre los siglos XVII y XVIII que se muestran públicamente por primera vez. Su alto nivel de calidad permite relacionarlas con los talleres italianos de Roma o Nápoles. Los materiales son diversos (madera, marfil, bronce, cera), así como la temática (Ecce Homo, Crucificado, Piedad, Dolorosa).

Comenzamos con la temática del Cristo crucificado, arte central del Cristianismo. Entre las piezas de marfil destaca un espectacular Crucificado de escuela romana (imagen superior izquierda) del siglo XVII, en cruz de carey con cantoneras de bronce, una joya en su estilo; otro en marfil de menor tamaño encerrado en una caja de caoba; otro en bronce y plata, del mejor barroco italiano del XVIII, y otro muy bello en madera tallada, asignado a la escuela genovesa, que causa un gran impacto por las heridas de sus llagas.

Pieza singularísima y cartel de la muestra es el sobrecogedor Cristo recogiendo las vestiduras (imagen superior derecha), joya del barroco napolitano en madera cuya autoría habría que buscar en alguno de los nombres más importantes de la escuela, como Giacomo Colombo o Nicola Fumo. No sólo destaca la calidad de su anatomía, sino lo atrevido de las policromías en los verdes de las vestiduras. Las heridas de la Pasión destacan en las rodillas, hombros o cadera, destacando su ausencia en la espalda debido a la altura de su contemplación u otro motivo estético. Hace pensar si ya está en el monte Calvario esperando la crucifixión, por las heridas del hombro y las rodillas, causadas durante la penosa andadura y por el peso del madero.

También muy significativo es el busto del Ecce Homo en cera policromada, donde el arte napolitano se hizo experto en la materia ganando en matices y expresividad.

Vinculada igualmente al arte napolitano del XVIII es la imagen tallada en madera de la Piedad (imagen inferior izquierda), obra de gran expresividad y dramatismo que recuerda la gran composición de la iglesia romana de San Marcelo vinculada a Bernini. Recientemente restaurada, conserva una vibrante policromía original.

En el apartado de la Dolorosa, se muestran dos obras bellísimas de vestir: una sentada, de excepcional calidad (imagen inferior derecha), y otra de pie, con excelente ajuar bordado de la época.

La pequeña Pasión italiana. Imágenes italianas de la Pasión de Cristo en colecciones particulares ofrece por tanto una pequeña pero magnífica selección de obras pasionarias en colecciones particulares durante el tiempo de Cuaresma. Piezas sacras concebidas para la piedad privada en los oratorios de los palacios o conventos.