MUJERES. ENTRE RENOIR Y SOROLLA

05/03/2020


 

 
 

Desnudo en el diván amarillo (Joaquín Sorolla)

 

Fundación Unicaja exhibe hoy en el Centro Fundación Unicaja de Sevilla (Avenida de la Palmera, 45) la nueva muestra Mujeres. Entre Renoir y Sorolla, una exposición que recorre a través de la mirada de diferentes artistas plásticos y escultóricos el papel de la mujer de finales del siglo XIX y principios del XX.

El recorrido de esta propuesta, que cuenta con la colaboración de la Fundación Daurel, está conformado por 47 piezas, 42 obras pictóricas y cinco esculturas, todas ellas conformando un hilo conductor por la historia de la mujer y el cambio social. 29 artistas de la talla de Renoir, Sorolla, Ramón Casas, Benjamín Palencia, Anglada Camarasa o Rusiñol, entre muchos otros, sitúan a la mujer en novedosas composiciones formales donde su situación ya se deslinda de sus papeles tradicionales.

La exposición, con entrada libre, puede visitarse hasta el próximo 28 de junio en horario de lunes a viernes, de 09:00 a 14:00 y de 16:00 a 20:00 horas; y los sábados, domingos y festivos de 09:00 a 14:00 horas.

Esta iniciativa se enmarca en una de las líneas estratégicas prioritarias de la Fundación Unicaja que tiene por objetivo impulsar y acercar la cultura a la sociedad, organizando distintas muestras en todo su ámbito de actuación. Fruto de este compromiso, el Centro Fundación Unicaja de Sevilla, inaugurado el año pasado, ya ha exhibido el legado documental de los hermanos Machado, una exposición dedicada al autor valenciano Sorolla y una muestra vanguardista que tuvo como protagonistas a Pablo Picasso y Joaquín Peinado (ver enlace).

En esta ocasión, las obras seleccionadas para establecer este diálogo con el espectador forman parte de la colección de la Fundación Daurel y ahora se muestran en Andalucía para manifestar un mundo que da cabida a aspectos tanto novedosos como tradicionales, acordes con el cambio de pensamiento que se produjo con el aumento de la alfabetización de las mujeres.

El género femenino se sitúa en el eje de un cambio social que le lleva a alejarse de la idea tradicional de hogar familiar para abrirse al exterior y compartir momentos de ocio en teatros, restaurantes, parques y playas, despertándose en ellas un gran interés por la cultura y el arte, y alcanzando mayores posibilidades a través del incremento de su acceso a la formación y a la educación.

 

 
 

Noia de Montmartre (Santiago Rusiñol)

 

A lo largo del paseo por las obras expuestas, el visitante de Mujeres. Entre Renoir y Sorolla puede ser consciente de este cambio social y observar cómo la mujer lectora adquiere protagonismo como nunca antes. Numerosas revistas son creadas para ellas, al igual que la prensa se convierte en uno de los medios más usuales para acceder al conocimiento. Producto de este acercamiento a la lectura nacen obras como "Mujer leyendo un periódico en el parque" de Isidre Nonell, "La Lectura" de Modest Teixidor, compuesta por la imagen de una religiosa leyendo, o "La Lectura" de Francesc Miralles, en la que se muestra la mujer burguesa consumidora de lo que el escritor Miguel de Unamuno tildó como "literatura de modistería".

El ámbito de la mujer y la intelectualidad se representa de muy diversas maneras, manteniéndose las pinturas de interior e intimistas, en una confrontación entre lo público y lo privado. A través de obras como "Mirando el exterior" de Ramón Casas, se puede contemplar el anhelo de ese exterior del que quiere ser partícipe.

Cabe destacar, a su vez, la presencia de la mujer en los parques, que se convierten en epicentros de la vida social. La obra "Femme et jeune fille dans un paysage" de Pierre-Auguste Renoir, llena de luz la exposición Mujeres. Entre Renoir y Sorolla, ofreciendo unas figuras femeninas como ideal humano. El famoso pintor francés preconiza la imagen positiva de la mujer y la presenta en la naturaleza con una atmósfera de paz y sosiego, en una composición realizada en un momento de descanso.

Pese a los cambios, el género femenino sigue siendo el gran protagonista de los retratos, sobre todo teniendo en cuenta el gusto del coleccionismo burgués. Algunos retratos que forman parte del recorrido son: "Noia de Montmartre" de Santiago Rusiñol, que refleja la imagen de la modelo profesional Madeleine de Boisguillaume, una joven aristócrata con la que coincidió el autor en Montmartre; "Gitana vieja" de Isidre Nonell, quien se trataba de la abuela de su amante de etnia gitana, o "Retrato" de Joaquín Sorolla, que revela a una mujer sentada y sonriente que deja entrever la evolución de la moda.

Independientemente de los nuevos roles que asume la mujer, durante la pintura del cambio de siglo no se deslinda de su papel sujetual, siendo objeto de numerosos desnudos, como los que pueden ser contemplados en esta muestra. "Ensueño" de Francesc Masriera, aborda de manera delicada la ensoñación de una modelo femenina de belleza inalcanzable, mientras que "Desnudo en el diván amarillo" de Joaquín Sorolla, nos deja apreciar el desnudo frontal de una mujer, algo que llegó a escandalizar en la época y que tuvo como consecuencia que, en la actualidad, en el marco del óleo de esta obra se conserven los orificios de sujeción de una varilla que sostenía unas cortinillas para ocultarlo en determinados momentos.

Sin embargo, la voluntad de la mujer por salir al exterior nos deja también numerosas escenas en teatros, donde su presencia como espectadora adquiere protagonismo especial como en "Escena de París" de Anglada Camarasa; así como escenas en playas, con imágenes como "Mujer Melancólica" de Joan Llimona, "Mujeres sentadas en la playa con un niño" de Sorolla, o la escultura "La Bañista" de Pablo Gargallo. También su acercamiento hacia diversos deportes se evidencia con "Descanso de los ciclistas" de Ramón Casas.

 

 
 

Descanso de los ciclistas (Ramón Casas)

 

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