La Sala Murillo de la Fundación Cajasol vuelve a abrir sus puertas en pleno corazón de la capital hispalense. Lo hace con su primera muestra de carácter individual y con la primera también cuyas obras no pertenecen a su catálogo propio; una exposición diferente y rompedora, colorista y divertida, y sobre todo talentosa. De la mano del artista extremeño, aunque andaluz y sevillano de adopción, Juan Valdés (Badajoz, 1942), la exposición Divertimento Veneziano presenta una faceta poco divulgada del veterano autor.

Se trata de una muestra compuesta por un total de 39 obras, todas ellas lienzos excepto seis dibujos. Obras en las que el pintor, afamado retratista, dibujante y autor de carteles, deja volar como nunca su imaginación a través de unos lienzos llenos de fantasía, sensualidad y cromatismo, que transportan al espectador al corazón del carnaval de Venecia y a su deslumbrante desfile de máscaras.

Esta exposición no solo supone un viaje a la ciudad italiana de Venecia y a su centenaria tradición, sino que, además, incluye una selección de otros trabajos de Juan Valdés: pinturas de temática diversa, dibujos y también alguno de los retratos por los que es muy conocido y también muy demandado.

Los visitantes van a tener la oportunidad de contemplar y disfrutar de una panorámica más completa y más rica de la obra de Juan Valdés en esta muestra comisariada por Enrique Pareja, quien ha elaborado un evento en consonancia con el autor, con la institución, y deslumbrante para Sevilla. Todo ello planificado para el comienzo del carnaval, de ahí tanto el tema, que debía ser carnavalesco, como el nombre de la exposición.

Paralelamente a Divertimento Veneziano se realizarán visitas guiadas a grupos, asociaciones, etcétera, así como a los centros educativos, a los que se les ofrecerá la posibilidad de realizar talleres didácticos en los que los niños y niñas podrán profundizar en las corrientes artísticas de la época, los autores y las obras; todo ello con un material facilitado por la Fundación Cajasol previamente a los colegios.

Afincado en Sevilla desde los 17 años de edad, Juan Valdés se formó en la Escuela Superior de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría. Su estilo podría encuadrarse en un dramático naturalismo a medio camino entre el realismo mágico y el costumbrismo con fuerte sabor popular. Por encima del carnaval, su trayectoria la han ocupado otros temas como el flamenco, la tauromaquia, la cartelería a nivel general, el arte sacro y, sobre todo, el retrato, habiendo inmortalizado a varias de las personalidades más influyentes del país.