Adif ha finalizado las obras de consolidación y reparación del templete del Humilladero de San Onofre, situado dentro de la zona de dominio público ferroviario, próximo a la estación de San Jerónimo. Obra cumbre en su género, sirvió de referente para un tipo de edificación muy extendido después en el continente americano

Estos trabajos, que han supuesto una inversión de 25.410 euros, garantizan la estabilidad de este monumento declarado Bien de Interés Cultural (BIC). La intervención de Adif es consecuencia de los acuerdos alcanzados con el Ayuntamiento de Sevilla, y es compatible con otras acciones de rehabilitación integral.

Esta intervención se ha venido desarrollando desde el pasado 22 de marzo. Además de la consolidación, las obras consistido en la limpieza integral del templete gótico-mudéjar y de sus elementos, así como la reparación de las fisuras internas y externas que presentaba.

El templete del Humilladero de San Onofre, propiedad particular en su día, quedó en una zona de dominio público ferroviario titularidad de Adif. Conocido también por "El Santo Negro" por la figura del Sagrado Corazón de Jesús que aloja (posee dicho color), se ubica a las afueras del sevillano Barrio de San Jerónimo, en el cruce de la antigua vereda de Brenes y Cantillana con el Camino Real que, desde La Rinconada pasando por el Monasterio de San Jerónimo, daba acceso a la ciudad de Sevilla a través de la Puerta de la Macarena.

Hoy en día el monumento se encuentra encajonado entre el nuevo cauce de Arroyo Tamarguillo, el tendido ferroviario Sevilla-Huelva (y de Alta Velocidad hasta La Cartuja), y el paso elevado de la A-3102 (antigua C-433) sobre las infraestructuras anteriores y la SE-020. Tras la construcción y puesta en servicio de la línea ferroviaria Sevilla Santa Justa-La Cartuja, Adif y el Ayuntamiento de Sevilla han permanecido en contacto para lograr una mayor protección de este monumento.

Entre las medidas que se barajan para el templete figura su traslado a una zona más idónea, seguramente junto al Monasterio de San Jerónimo, pues su entorno es ahora hostil e inapropiado; de hecho, el colectivo Arquitécnicos, integrado por profesionales en edificación y arquitectura, elaboró en su momento un proyecto que utilizaba como punto de partida el traslado del monumento a un punto cercano (la Plaza del Arcoiris).